Reunión CGT-FMI: ¿Encuentro de enemigos o de aliados?

“Es como hablar de un lado del escritorio y contestarte del otro por de la misma persona" aludió un trabajador entrevistado en virtud a que quienes los ‘defienden’ sindicalmente son a su vez sus propios patrones.”

0
54

Estas son palabras de un trabajador de HASA (Hidrocarburos Argentinos SA), que es una empresa tercerizada de YPF, propiedad del sindicato. Tal cual. Empresarios y sindicalistas son los mismos, desde el punto de vista más material y concreto: son los dueños de los medios de producción, de las cuotas de las obras sociales y de los aportes sindicales. El agrupamiento gremial, es la Federación SUPeH (Sindicato Unido de Petroleros e Hidrocarburíferos). El secretario general de la misma es Antonio Cassia, quien mantiene ese cargo desde el año 1992, habiéndose desempeñado como dirigente sindical del gremio en Mendoza a partir del año 1973. Y ahora esta patronal-sindicato ha lanzado recortes de los salarios de abril, el no pago de horas extras ni de las guardias.

Lo expresado por este trabajador es tan cristalino como dramático: los referentes sindicales están de los dos lados del escritorio. ¿Es así realmente?

 

Hay dos lados del escritorio cuando hay intereses de clase en pugna

Los máximos dirigentes del triunvirato de la CGT, como máximo organismo de representación del movimiento obrero, y con la misma disciplina y comportamiento que cualquier gobernante de turno, están acomodando su agenda para entrevistarse con el FMI. Ya lo hicieron tres veces durante la gestión macrista, ¿cómo no lo van a hacer ahora que son los dueños del teléfono (y de la computadora)? La entrevista con los amos del Norte la concertó Gerardo Martínez, de la UOCRA, secretario de Relaciones Internacionales (además tuvo algo que ver con una changuita de espionaje en el Batallón 601, ¿no?). Ellos hablan con los funcionarios del organismo internacional… como nosotros hablamos con el supermercado o la farmacia para que nos alcance un pedido en medio de la cuarentena. No necesitan intermediarios para hacerlo, tienen vía libre, porque, aunque sea duro tomar cabal conciencia, son parte del Estado. Los hechos “contantes y sonantes” lo demuestran.

Y tienen gran apuro en concertar la entrevista (está estimada para esta semana) porque su agenda Covid-19 apremia. Ningún sector de la patronal ni del gobierno nacional o de las provincias está preocupado, desde ya. Saben perfectamente que el cuestionamiento a sus intereses y a sus medidas no despierta ni la más mínima inquietud en estos sindicalistas. Nada que ver con las rebajas de salarios, como las de los trabajadores del petróleo con los que encabezamos la nota, que reclaman, o las suspensiones, despidos, accidentes de trabajo, cercamiento de barrios populares, o crímenes en manos de las fuerzas policiales, como la del trabajador rural Luis Espinoza.

Lo suyo es el impacto Covid en la producción y el empleo, desde el punto de vista de sus “ganancias” que, aunque algunos no sean tan (otros más aún) empresarios como Cassia, sí son los dueños de las cajas de las millonarias obras sociales y los fondos sindicales y los negocios que han hecho y hacen. Por supuesto que todo “endulzado” con lindas palabras como “protección social”, “disponibilidad del sistema de salud para atender otras afecciones”, etc, etc. Esas son las declaraciones para la tribuna, dentro del recinto traman a nuestras espaldas y en secreto. Y aunque ya imaginemos sus caras de preocupación con que aparecerán ante las cámaras luego de la entrevista, sabemos que no traen nada bueno entre manos, porque “ya mostraron la hilacha”.

Lo real es que han sido, junto con el empresariado, los que han requerido por la apertura de la economía, el levantamiento de la cuarentena. Sin poner en primer lugar la salud y la de los trabajadores. Como no lo están haciendo con aquéllos que hoy son super esenciales, como los trabajadores de la Salud, que están agrupados un sector importante en ATSA, cuyo secretario general es Héctor Daer.

Quien diga que exageramos, sigamos las recientes declaraciones (las anteriores las dejamos para otra oportunidad) de uno de los más valiosos integrantes del stablishment cegetista que, aunque no es parte del triunvirato, merecería serlo, porque lo representa cabalmente.

» ‘Los comercios tienen que abrir las puertas. No se puede dejar a la economía en cuarentena’, planteó Armando Cavalieri en el programa Toma y Daca, en AM 750, el sábado pasado. (…) Sorprendió al abrir las puertas para modificar la legislación laboral en el país. ‘La pandemia impondrá una reforma laboral y un acuerdo social. Tenemos que definir un nuevo país: sentarnos en una mesa y pensar qué le falta a los empresarios para decidir sus inversiones y qué costo laboral necesitan para la competitividad laboral’, dijo el referente mercantil en la entrevista radial.” La Nación, 25/5/20, negritas nuestras

Ese es el paquete que nos están preparando. Un mazazo más a nuestras duras condiciones de vida y de trabajo (o post trabajo para los/as jubilados/as).

Por eso, no esperemos nada bueno de estas reuniones con nuestros opresores, porque no hay intenciones de torcerles el brazo, sino de darles la mano con afecto. Como lo vienen haciendo en las reuniones con los representantes de las cámaras patronales.

Debemos organizarnos por abajo, desarrollando nuestra organización independiente, para enfrentar la pandemia y las medidas antiobreras y antipopulares que nos tiran por la cabeza (y nos seguirán tirando), para enfrentar las “reformas laborales” con las que intentan quitarnos derechos.

Sumate a la discusión dejando un comentario:

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí