
Desde hace dos semanas venimos organizando las paradas solidarias en Lomas de Zamora, una actividad en la que nos instalamos en Colombres e Italia, la esquina donde usualmente nos reunimos los repartidores a esperar los pedidos, y pusimos termos con café, infladores y elementos de higiene a disposición de todos los compañeros y compañeras que se encontraban trabajando en el turno noche.
Los repartidores de apps trabajamos desde siempre en una situación de precarización total y desamparo, pedaleamos horas y horas por viajes de 50 pesos, exponiéndonos al frío, la lluvia y el peligro de sufrir accidentes, a lo que se suma el peligro de contagiarnos al trabajar en plena pandemia. El gobierno dice que somos “trabajadores esenciales” pero, mientras las empresas se siguen llenando de plata con nuestro laburo, a nosotros no nos garantizan las condiciones mínimas para laburar: no nos dan elementos de higiene para cuidarnos, no tenemos horario de almuerzo ni descansos como en cualquier trabajo, y ni siquiera tenemos un espacio físico en el que podamos quedarnos durante los tiempos muertos, cargar los celulares o siquiera ir al baño.
Con esto en mente realizamos las paradas solidarias, para poder brindarnos entre compañeros al menos algunos elementos básicos y ayudarnos entre nosotros mientras seguimos exigiendo a las aplicaciones que reconozcan nuestros derechos como trabajadores. Al mismo tiempo, las paradas nos sirven como un espacio de organización. En el trascurso de la noche muchos compañeros se fueron acercando a compartir un café y charlar, entablando diálogos en los que el factor común es la bronca ante las condiciones que laburamos y la necesidad de empezar a organizarnos, hacer cosas y pelear para conseguir los derechos que nos corresponden. Muchos compañeros reflejaban el problema del atraso de las tarifas de reparto y el problema de los rankings y puntos de las aplicaciones.
Comentario aparte merece el problema de los robos y cómo las aplicaciones no se hacen cargo de nuestras herramientas de trabajo como la bici o la moto, que en caso de robo no ponen ni un peso. Esto se agrava ante la crisis social y económica que se vive, sumado a la violencia policial. A partir de este punto también estuvimos charlando con compañeros y compañeras sobre el caso de Facundo Castro y realizamos una campaña audiovisual por “Aparición con vida ya de Facundo Castro” y “Fuera Berni”.
Otro tema que resaltó fue la necesidad de tener un sindicato propio de los trabajadores de apps, construido desde abajo y democráticamente para poder pelear por nuestras demandas.
Por todas estas razones, el desafío es sostener y multiplicar las paradas (como venimos haciendo también en CABA y zona norte) para seguir organizándonos. ¡Sumate a las paradas solidarias y a la JTP!