Transcurridos ya dos meses del arranque de este 2021 atípico, el cual trae de arrastre un 2020 cargado de dificultades para el conjunto de las y los trabajadores -tanto por la situación pandémica que nos atraviesa como sociedad, como la profundización de la crisis económica nacional frente a un gobierno que en los hechos enfrenta la pandemia con ajuste. Es así que nos encontramos hoy con un escenario muy particular: luego de un año marcado por la crisis sanitaria que arrojó la pandemia de COVID-19, dejando en evidencia el deterioro y el desprecio hacia la salud y educación públicas en los últimos años de los distintos gobiernos, se recrudecen las históricas prácticas de las burocracias sindicales que avalan las constantes arremetidas del gobierno en su avance por el ajuste, ante las recurrentes crisis del sistema capitalista, intentando descargarlas sobre las espaldas de las y los trabajadores.
Tal es así el caso en la provincia de Vaca Muerta que, desde el inicio de la cuarentena a principios del año pasado, las necesidades y urgencias de las y los trabajadores vienen siendo postergadas.
Los trabajadores de la salud, desde el día uno vienen combatiendo en la primera línea contra el COVID-19. Arriesgando su salud, para atender y cuidar la salud de la sociedad.
En un contexto de inflación galopante -con una acumulación de más del 40% de inflación- y habiendo ignorado el acuerdo firmado a fines del 2019 (que prolongaba por 6 meses el acuerdo salarial de actualización por IPC cada trimestre), y tomando como referencia la proyección “optimista” de inflación que, a este ritmo, superaría la franja del 40% anual en el 2021, el gobierno del MPN hizo la semana pasada un oferta de aumento salarial de un mísero 12% más sumas fijas de 3.500 pesos hasta mitad de año.
Esta fue la propuesta que la conducción de ATE llevó a las asambleas, mocionando que se acepte y obligando a los compañeros eventuales (precarizados) a levantar la mano a favor para que puedan pasar a planta permanente. La explicación para aceptar semejante miseria fue que era lo que el “gobierno puede dar”.
Las asambleas, por más que la conducción utilizara todos los métodos burocráticos al alcance de la mano, la base de los hospitales de toda la provincia levantó la voz y gritaron por el rechazo a la propuesta miserable, cachetazo para el gobierno y para la burocracia de ATE. No se podía aceptar semejante insensibilidad hacia los esfuerzos del personal de salud, que tanto para el MPN como para la conducción del sindicato y Juntas Internas afines valen dos chirolas.
La gota que rebalsó el vaso fue la imagen de los delegados de salud levantando la mano en el Plenario de delegados aceptando la oferta salarial y dando la espalda a todas las asambleas de salud de la provincia.
La bronca de los trabajadores de la salud se hizo ver, organizándose por abajo, conectando una corriente solidaria entre todos los hospitales y centros de salud pusieron en pie, el día miércoles 3, una asamblea inter hospitalaria en el corazón de la capital neuquina. Ese día se inició la rebelión de la primera línea, definiendo de conjunto y unánimemente hacer respetar lo que habían decidido días atrás, rechazar la propuesta miserable y paro en todos los hospitales, para luego confluir al día siguiente en la movilización docente, estrechando los lazos de solidaridad entre trabajadores.
Este es el inicio de una enorme experiencia de lucha y organización independiente, que llevará en los próximos días a la puerta del sindicato la exigencia a la conducción de la CTA y de ATE Neuquén a que adhiera al paro, el día de la marcha provincial de salud de este viernes. Una enorme piedra en el zapato para la conducción traidora.
Las primeras conclusiones ya se escuchan de la boca de los trabajadores en las asambleas y en las movilizaciones, “estamos unidos más que nunca”, “hay que pedir la renuncia de la Junta Interna”. Estas son las primeras palabras de un movimiento unitario de lucha que está dispuesto a dar pelea hasta el final.
Estas son, por ahora, sus exigencias, seguramente al calor de la lucha se sumaran más objetivos.
-Aumento salarial del 40%
-Reapertura de la mesa salarial para el sector salud
-Pase a planta permanente de compañeros eventuales
-Reducción de la jornada laboral
-Restitución de licencias