Quilmes: protestas y piquetes de repartidores por el asesinato de un trabajador

Reclaman justicia tras el asesinato de Danilo Marcieri, un repartidor de 20 años que fue interceptado y baleado por tres delincuentes el último sábado en la intersección de las calles Zapiola y 162, en el barrio de La Cañada, Bernal.

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Cientos de trabajadores de reparto por aplicación cortaron esta tarde la Autopista Buenos Aires – La Plata a la altura de Quilmes, en el kilómetro 16. Reclaman justicia tras el asesinato de Danilo Marcieri, un repartidor de 20 años que fue interceptado y baleado por tres delincuentes el último sábado en la intersección de las calles Zapiola y 162, en el barrio de La Cañada, Bernal.

El asesinato provocó un repudio instantáneo por parte de los repartidores de la zona sur, que se reunieron esta mañana en la Plaza Conesa de Quilmes para decidir qué medidas tomar. Tras algunas deliberaciones, cientos de trabajadores se dirigieron hacia la Autopista y comenzaron un corte total que duró varias horas. Fueron horas de tensión, especialmente por la presencia de personal policial al que los propios repartidores señalaron como responsables de lo sucedido. Según los trabajadores, la policía acostumbra hostigar habitualmente a los repartidores mientras realizan su trabajo y apuntan a dicha institución como la principal responsable de la «liberación» de zonas para la delincuencia.

El descontento de los repartidores hacia la policía es tal que no permitieron que los efectivos subieran con sus vechículos a la Autopista. Tras varias horas, el corte fue levantado hacia el final de la tarde y un grupo de repartidores se dirigió a la Sede Departamental de Quilmes para reunirse con el ministro de Seguridad Sergio Berni.

Un crimen de la precarización

Marcieri estaba en pleno horario laboral cuando fue víctima de un intento de robo. Según testigos oculares, Danilo intentó evitar el robo de su moto personal, el vehículo que utilizaba todos los días para trabajar. Las empresas de delivery por aplicación, como PedidosYa! y Rappi, son tristemente célebres por las condiciones de precarización laboral bajo las cuales mantienen a sus empleados.

Además de no reconocer el vínculo laboral (evitando el pago de un salario básico, aportes jubilatorios, vacaciones y ART) no proveen ningún elemento de trabajo a los repartidores. Las motos, bicicletas y celulares de los trabajadores de este sector son siempre personales, y la pérdida o robo de los mismos implica en los hechos quedar en la calle, sin posibilidad de seguir trabajando.

«Nuestro compañero Danilo fue asesinado mientras trabajaba cuando le robaron su moto. Danilo había llegado hace poco de Neuquén a probar suerte y empezó a trabajar en el reparto por aplicación. Había comprado su moto sólo unas semanas antes, y es completamente comprensible que no quisiera que se la roben ya que sabemos que es producto de meses y meses de trabajo duro», expresó a través de un comunicado la Seccional Sur del SITRAREPA (Sindicato de Trabajadores de Reparto por Aplicación). El joven sindicato de los repartidores fue fundado hace pocos años pero ya cuenta con más de 2000 afiliados y lucha por el reconocimiento del Ministerio de Trabajo de la Nación. Sus portavoces vienen alertando desde el inicio de sus actividades que las condiciones de precarización impuestas por las patronales del sector ponen en peligro la salud y la vida de sus afiliados.


«La precarización a la que no someten las empresas se lleva de vida de compañeros, por accidentes de tránsito, o en este caso, por un robo. Las empresas, mientras tanto, se llevan millones de pesos» señala el comunicado del sindicato. En el año 2021, la firma de PedidosYa (para la que trabajaba Danilo Marcieri) alcanzó una cotización de 3.000 millones de dólares en el mercado internacional. La empresa es hoy propiedad del pulpo DeliveryHero, una empresa de capitales alemanes que opera en más de 50 países y recaudó ganancias por 5.856 millones de euros en 2021.

«Es evidente que si las empresas que nos emplean nos dieran un vehículo para poder trabajar, ninguno de nosotros tendría que arriesgar su vida si fuéramos robados. Pero la situación actual es completamente opuesta. Al no ser reconocidos como trabajadores, las empresas no nos brindan las herramientas de trabajo necesarias, y nos niegan todos nuestros derechos laborales.»

Responsables políticos

Los repartidores que protagonizaron el corte de la autopista también expresaron su enojo con la intendenta quilmeña del FdT, Mayra Mendoza. Un sector de la caravana que comenzó esta mañana en Plaza Conesa se dirigió a las puertas del country en el que vive la intendenta para reclamar por la muerte de Marcieri.

Mendoza se había expresado a través de twitter en repudio al asesinato del joven repartidor. Sin embargo, sus asesores salieron a desligar la responsabilidad de la intendencia de los hechos y le patearon la pelota al Ministerio comandado por Sergio Berni.

Limitándose a pedir «cárcel» para los delincuentes (que ya están a disposición del Poder Judicial) la intendenta deja de lado un problema que los repartidores señalan como central. Se trata de la responsabilidad política del gobierno y el Estado sobre las condiciones de precarización absoluta en que se desenvuelven los trabajadores de las APPs. Desde la llegada de las aplicaciones de reparto a la Argentina, el Estado argentino (bajo las administraciones del FdT y de Juntos) le prestó su complicidad a las empresas para violar toda legislación laboral.

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