Se trata de una combinación de gerentes de empresas multinacionales, académicos conservadores y ex ministros macristas reciclados.
El presidente electo ya adelantó una reestructuración del Gabinete que pasará de 18 a 8 ministerios: Economía, Justicia, Interior, Capital Humano, Seguridad, Defensa, Relaciones Exteriores e Infraestructura. Este recorte, amparado en la prédica demagoga del “achicamiento del Estado” buscará en realidad un desguace de las estructuras de gestión estatal, especialmente en las áreas de Salud, Educación y Trabajo.
Los cargos confirmados
Al Ministerio de Justicia iría el abogado penalista Mariano Cúneo Libarona. Se trata de un precursor del prototipo de “abogado mediático” al estilo Burlando, allá por los ’90. En esa época defendió a la cuñada de Menem, Amira Yoma, quien estaba manchada en una causa relacionada al narcotráfico. Milei lo conoció en la Corporación América de Eduardo Eurnekián.
En el Ministerio del Interior asumirá el expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Guillermo Francos. Un caso curioso: el nominado para Interior fue funcionario durante el actual mandato de Alberto Fernández, y también se desempeñó como titular del Banco de la Provincia durante el mandato de Daniel Scioli. Del riñón de la casta.
En la Cancillería estará Diana Mondino. La futura responsable de las Relaciones Exteriores es uno de los personajes que mejor grafican el lado delirante y decadente del armado de Milei. Durante la campaña defendió públicamente la venta de órganos y expedió comentarios de odio contra la comunidad LGBT, comparando el matrimonio igualitario con “tener piojos”. En relación al área que le ocupará a partir del 10 de diciembre, Mondino ya había manifestado su defensa al «derecho» de los isleños en Malvinas, dando por sentada su pertenencia a los ingleses. Será la encargada de establecer las «relaciones carnales».
En el nuevo y distópico Ministerio de Capital Humano (que absorberá a Trabajo, Salud, Desarrollo Social y Educación) estará Sandra Pettovello, una funcionaria con carrera en la noventista Ucedé y luego en el PRO. Con nula experiencia en la gestión pública, la hasta ahora periodista se hará cargo de sectores clave para el tejido social en los que Milei plantea contrarreformas regresivas (como la voucherización de la educación pública o el arancelamiento de la salud pública). A cargo de áreas tan fundamentales estará alguien que es «Licenciada en Ciencias de la Familia», una carrera corta dictada en la Universidad Austral cuyos objetivos académicos se detallan como “diseñar e implementar estrategias tendientes al fortalecimiento de la institución familiar”.
En el también nuevo Ministerio de Infraestructura se designó a Guillermo Ferraro. El hombre con trayectoria empresarial estará a cargo de la cartera que absorberá las áreas de Transporte, Obras Públicas, Minería, Energía y Comunicaciones. Este martes dijo que su objetivo será “reducir la participación del Estado” en el sector. Esto no significa otra cosa que entregar los recursos del país en bandeja para el saqueo de pulpos multinacionales. En relación a la obra púbica, Milei ya adelantó que planea bajarla «a cero», dejándola en manos de los privados. La otra gran «propuesta» para el sector es nada menos que la privatización de YPF.
La Jefatura de Gabinete será para Nicolás Posse. Se trata de otro de los conocidos por Milei en la Corporación América del grupo Eurnekián. Fue uno de los organizadores del armado político de LLA y de la campaña presidencial de Milei.
En la ANSES asumirá Carolina Píparo, ex candidata a gobernadora bonaerense y una persona con una larga carrera en la promoción de las políticas represivas y de “mano dura”. Su perfil de «dureza» pretende ser el adecuado para un ANSES que no dará precisamente buenas noticias para los beneficiarios de pensiones y jubilaciones: se trata de un área donde se prevén ajustes enormes.
Como titular del BCRA estará Emilio Ocampo, hombre de finanzas señalado como el principal ideólogo del plan de dolarización de Milei. Su cargo tiene el paradójico objetivo de cerrar la entidad monetaria, según el propio Milei.
La ahora rebajada secretaría de Trabajo será para Gustavo Morón, quien fuera funcionario de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo durante la presidencia de Macri.
El productor teatral Leonardo Cifelli será el Secretario de Cultura. Durante 2016 y 2017 fue funcionario de cultura del gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta. A pesar de que su cartera ministerial será rebajada al rango de secretaría, sumado al hecho de que él mismo ya adelantó un recorte presupuestario de al menos el 33%, asegura creer que la cultura es algo muy importante para el país. No se nota.
A cargo del CONICET estará el médico veterinario Daniel Salamone, quien es actualmente parte de la planta de investigadores del organismo y tiene una carrera de investigación dedicada a la clonación de animales. La agencia científica fue uno de los lugares donde Milei prometió recortes más grandes. Salamone es quien se encargó de clonarle los perros a Milei en los EE.UU.
Incógnitas
La gran incógnita radica en quién será el titular de la cartera de Economía. Este anuncio será tomado como una declaración de intenciones por parte de Milei. A grandes rasgos, se barajan dos posibilidades. La inclusión de un hombre del riñón “mileísta” (es decir, un acólito del delirio de la dolarización) o un tecnócrata más al estilo macrista, neoliberal clásico. Milei comunicó hace pocas horas que no dará a conocer el nombre del elegido hasta el día del traspaso presidencial, a sabiendas de las consecuencias que tendrá el anuncio. Uno de los nombres que resuenan sería el mega-casta, discípulo de Cavallo y ex funcionario de Macri y De La Rúa, Federico Sturzenegger, quien ostenta el increíble récord de haber llevado el país a la quiebra dos veces. Va por la tercera.
Entre otros nombres que se barajan para distintos puestos del Gabinete están el del ex kirchnerista devenido schiarettista Florencio Randazzo, a quién Milei elogió en los últimos días. Y el otro nombre fuerte es el de Luis Caputo, ex ministro de Finanzas y ex titular del BCRA durante la presidencia de Macri.