El pasado lunes una movilización convocada por ATE Capital llegó hasta el Consejo de Derechos de Niñas, Niños y adolescentes de la ciudad de Buenos Aires para exigir recomposición salarial, pase a planta permanente de los trabajadores del Estado y contra los despidos en ese organismo.
Entre los trabajadores que luchan por su reincorporación se destacaron los trabajadores de los hogares, dispositivos de alojamiento donde transitan y viven niños, niñas y adolescentes. Izquierda Web dialogó en el lugar con trabajadores despedidos del hogar «La Casa de Coca».
«Somos trabajadores pero parece que somos prescindibles, que somos basura. La verdad es que tanto los pibes como nosotros estamos cada vez en peores condiciones», sostuvieron quienes trabajan en el hogar, que está bajo la órbita del gobierno de la Ciudad.
Los reclamos fueron dirigidos en particular a Karina Leguizamón, la presidenta del Consejo de Hogares, institución que los trabajadores del sector denuncian que está siendo vaciada: «para el Consejo no sólo no somos esenciales, sino todo lo contrario. Que la gente sepa que hay un montón de pibes que viven en hogares y que no tienen ni calefacción ni ropa, ni muchas otras cosas, y quienes los acompañamos todos los días no tenemos un sueldo digno y cobramos tarde».
«Encima nos despiden en el peor momento, cuando más se necesita laburo, no llegamos a fin de mes», expresó uno de los trabajadores.
En la movilización participaron diferentes agrupaciones sindicales. Entre ellos estuvo la Lista Gris de ATE, perteneciente a la Corriente Sindical 18 de Diciembre.
«Queremos que a los compañeros despedidos se los reintegre a su lugar de laburo, que es su único ingreso», manifestó otra de las trabajadoras del hogar que está haciendo cese de actividades en solidaridad con sus compañeros despedidos. «Es un hogar del Estado, pero no se nos reconoce como laburantes por la precarización». Los despidos en el gobierno de Larreta están siendo encubiertos bajo la forma de rescisión y vencimiento de contratos, una de las modalidades de trabajo precario que más impera en los trabajadores estatales.
«En los hogares faltan estufas, falta ropa, falta comida de calidad. El Consejo dice reconocer los derechos de los niños, pero no se hace cargo». Y concluyó: «necesitamos que el Estado se haga responsable de pagar salarios dignos y de la situación de los niños, niñas y adolescentes que viven en cada dispositivo».
Desde la Lista Gris reclamaron un salario mínimo de $150.000, y destacaron que «ni ATE Nacional ni ATE Capital están dando una pelea seria y consecuente para ganar la recomposición salarial que necesitamos».