Desde el 10 de octubre, los trabajadores de Petroquímica Rio Tercero están llevando adelante una ejemplar pelea contra el despido de más de 200 trabajadores con bloqueos, acampes, paros conjuntos con FM Y Atanor (interrelacionadas productivamente), marchas masivas en la ciudad y en Córdoba capital…. La inmensa solidaridad y simpatía de toda la comunidad hacen de esta lucha un caso testigo en la provincia.
El día miércoles 6/11 se realizó un plenario para organizar una marcha este viernes 8 de noviembre. Desde la Corriente Sindical 18 de Diciembre llamamos a participar con todas las fuerzas para defender las fuentes de trabajo, por la reincorporación de todos los despedidos y sobre todo por la provincialización y puesta en marcha de la planta bajo control de sus trabajadores.
Las causas del conflicto
La empresa, que es parte del Grupo Piero (colchones), discontinuó la producción de disocianato de tolueno (TDI) porque es mucho más barato traerlo importado que producirlo en el país. Es decir, la causa del conflicto es la política de apertura indiscriminada de las importaciones producto de la baja de los aranceles. Estos aranceles protegían la producción nacional de algunos productos encareciendo los importados.
Es decir, la empresa no está en crisis, no va a cerrar, especula financieramente usando insumos más baratos para su producción y para abastecer al mercado de TDI. La patronal no pierde, acomoda su negocio ajustando a los trabajadores, despidiendo, etc, es decir, maximiza las ganancias empresarias.
Pero hay una causa más de fondo que es la política del gobierno de Javier Milei: la apertura indiscriminada, de desindustrializar el país, de re-primatizarlo, de recortar las inversiones estatales en obras de infraestructura pública, de bajar impuestos a los ricos y subírselos a los trabajadores; de ajustar todo lo que sea posible para pagar la deuda externa y la timba financiera. ¡Plata hay y mucha, pero se la llevan unos pocos!
Milei y sus amigos
Pero Milei no está solo en está política. Cuenta con el apoyo y la complicidad de muchos otros, entre ellos el Gobernador Llaryora, que mandó a votar la Ley Bases, y de la CGT, que se negó a convocar un paro general con movilización el 12 de junio, y de los gremios y el peronismo que se retiraron de la plaza antes de la votación. Otra cosa estaríamos discutiendo si caía esa ley.
El laberinto de Omar Sereno
Los despidos de PT3 no se hicieron conforme a la ley. La empresa despidió con el art 247 (50% de la indemnización de ley), como si tuviese un PPC (procedimiento preventivo de crisis) acordada, cosa que no es así. Se logró que se pague el mes de octubre y que se aplique el art. 245
Pero mientras la empresa despide, los trámites administrativos y las resoluciones del ministerio tardan meses. Y si las empresas no las cumplen se subsanan con multas en el mejor de los casos.
El ministro de trabajo de la provincia, Omar Sereno, gana tiempo, sabedor que esto desgasta a los trabajadores. Mientas tanto va acomodando las cosas para que se «ajusten a derecho», pero el derecho permite despedir.
En la provincia, como en el país, hay una epidemia de despidos y el ministro los ha dejado pasar a todos. Salvo cuando hay lucha y se convierte en un hecho político, interviene para que la cosa no se desmadre y en definitiva pasen lo despidos. Porque parte del Plan de Milei y Llaryora es ajustar a los trabajadores con la amenaza de despidos y con leyes laborales con pérdidas de derechos. Ninguna confianza en las negociones con Llaryora- Sereno.
La solución de fondo y las medidas
La lucha ejemplar de los compañeros de Petroquímica Río Tercero contra los despidos ya logró poner en la agenda política de la provincia la problemática de los despidos y la crisis de empleo.
La pérdida de una fuente trabajo es mucho más que una familia que cae en la pobreza o en la indigencia, es hundir en la desesperación a los trabajadores y a sus familias, es la profundización de la crisis social, es cerrarles el futuro a las nuevas generaciones, y sobre todo es un tremendo disciplinador social. ¿Quién va a pelear por estar mejor cuando el riesgo es perderlo todo? ¿Quién no va aceptar peores condiciones cuando se puede perder todo?
Las fuentes de trabajo no pueden estar determinadas por la conveniencia de un empresario, ni por la depredación sin escrúpulos de la especulación financiera que nos somete un gobierno. Fuente de trabajo que se pierde no se recupera fácilmente. Por eso está lucha es testigo: las fuentes de trabajo se defienden y para ello hay que proponer una salida de fondo.
El TDI es un insumo industrial que se usa en muchísimos procesos industriales. Es el inicio de una cadena que se extiende por infinidad de ramas: la construcción, la automotriz, la de la goma espuma y el poliuretano, en Fabricaciones militares; etc, etc. La solución de fondo es que se declare de utilidad pública la fábrica y se la provincialice, pero bajo control de los trabajadores y no de algún amigo de Llaryora.
En momentos que se habla de privatizar la Central nuclear Embalse, Aerolíneas Argentinas, los ferrocarriles, etc.; en tiempos de un gobierno ultra capitalista y de extrema derecha, es una lucha difícil. Pero es la única verdadera solución para que no se pierda ningún puesto de trabajo. También sirve como disciplinador de las patronales y de los gobiernos privatizadores: empresa que cierra, se estatiza, y pasa a producir bajo control de sus trabajadores.
Hay que imponerle a Llaryora la provincialización de Petroquímica, hay a exigirle a la CGT y a todos los gremios que se pronuncien por la provincialización e imponerle un paro provincial y nacional contra todos los despidos y por la provincialización de PT3.
Compañeros, la alternativa es clara: despidos o provincialización de PT3 bajo control de sus trabajadores. Para una salida de fondo hay que tomar medidas más duras, más radicales, más de fondo, ustedes sabrán cuales son.
