Algunos de los sindicatos que agrupan a más cantidad de trabajadores en el país comenzaron a rediscutir los acuerdos salariales pactados hace apenas algunas semanas, ante la grave escalada de los precios en lo que va 2023.
Mientras todo indica que el dato de inflación de abril que se conocerá este lunes volverá a ubicarse por encima del 7%, muchos de los acuerdos firmados entre los gremios y las empresas quedaron atrasados casi de inmediato.
Comercio, estatales, docentes, bancarios, transporte y alimentación son sólo algunos de los gremios que ya comenzaron a rediscutir -o a exigir reabrir las negociaciones- con el gobierno y las empresas, debido a la enorme bronca que viene desde sus bases. Los trabajadores ven todos los días como sus salarios se ven pulverizados por los aumentos de precios.
Esta presión desde las bases obliga a estos gremios a tener que despertarse de la «siesta» incluso habiendo firmado acuerdos de muy corto plazo, en algunos casos de apenas 4 o 6 meses. Pero ni eso alcanzó debido a la aceleración inflacionaria, y algunos acuerdos que se cerraron en marzo o abril ya están reabriéndose poco tiempo después.
Sin embargo, en este contexto de crisis aguda, en algunos casos las exigencias de las direcciones sindicales son bastante modestas a comparación de los efectos destructivos de la inflación sobre el poder adquisitivo. Por ejemplo, las conducciones de ATE y FUD, se reunieron con el gobierno no para exigir la reapertura de paritarias sino para negociar el adelantamiento de los dos próximos aumentos, de julio y agosto a los meses de mayo y junio. Lo que parece más una forma para intentar contener la presión de los trabajadores más que una lucha por una recomposición salarial real.
La Bancaria es otro de los gremios que se sentará con el gobierno el próximo lunes 15, a pesar de haber cerrado un acuerdo paritario el pasado 17 de marzo, menos de dos meses antes.
La Alimentación también tuvo ya reuniones en el Ministerio de Trabajo, junto al gobierno y cámaras empresariales. La Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA) solicitó un nuevo acuerdo trimestral, pero las empresas insistieron en que sólo negociarían acuerdos anuales.
Algo similar ocurre con la Unión Tranviaria Automotor (Colectiveros), que a principios de año había firmado un acuerdo sólo por siete meses, pero apenas dos meses después ya está exigiendo rehacer el acuerdo.
Lo significativo en la mayoría de los casos es que todos estos gremios negocian con el Estado y las empresas evitando a toda costa que la bronca de los trabajadores se exprese en la calle. En la inmensa mayoría de los casos, estas reuniones se dan sin paro ni movilización. Es que la bronca por la situación económica es tan grande que los burócratas sindicales temen que haya un desborde frente a la pasividad y la complicidad de las direcciones de los gremios.