Populismo de derecha: el «Dipy» será el candidato de Milei en La Matanza

"La gente honesta no se mete en política", repitió más de una vez el Dipy. Parece un chiste pero no es un chiste y es gracioso aunque es peligroso.

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El Dipy y Milei

«La gente honesta no se mete en política», repitió más de una vez el Dipy, cantante de cumbia devenido en panelista regular de los grandes medios de comunicación que con un perfil «popular» y escudándose en hablar contra «los políticos» expresó una y otra vez la política derechista más rancia. Terminó siendo esclavo de sus palabras y hoy fue confirmado como candidato a intendente de La Matanza por la lista de Javier Milei.

El músico ya venía dando muestras de que su discurso supuestamente «antipolítica» era bastante peculiar y sabía hacer excepciones, ya que mientras repetía una y otra vez el discurso contra los políticos se sacaba fotos con Mauricio Macri o Patricia Bullrich. Que iba a terminar siendo candidato estaba más cantado que cualquiera de sus olvidables éxitos.

El dato más significativo es que la confirmación de su candidatura termina de verificar la estrategia de construcción político-electoral del espacio de Javier Milei: el perfil de «economista liberal» queda cada vez más desdibujado en favor de un liso y llano populismo de derecha, donde es mucho más importante la integración de figuras outsiders y extravagantes que sepan hilar más o menos dos o tres frases del sentido común más atrasado de la sociedad.

Así, el Dipy contra «los políticos» o Bussi en Tucumán haciendo campaña por «balas para los chorros» terminan de redondear una estrategia política basada en la demagogia más chata y rancia, que apela a los crecientes sentimientos de frustración y resentimiento de la sociedad que sufre la grave crisis económica y la falta de perspectiva.

El perfil «popular» del cantante de cumbia intenta hacer empalmar esa frustración con la composición social del municipio más populoso del país, e histórico bastión peronista que, sin embargo, no estuvo exento de los crecientes atisbos de polarización política que atraviesa el país: en ese distrito tanto Milei como la izquierda roja hicieron buenas elecciones en 2021.

A pesar de provenir del mundo de la cumbia y nacido en una familia popular, la popularidad del Dipy resurgió en los últimos años en lugares muy alejados de la «gente común» y «el barrio»: fundamentalmente en los estudios de La Nación+ y TN, lo que le terminó abriendo las puertas para trabajar en la para nada antisistema y muchos menos outsider Radio Rivadavia, junto a Baby Etchecopar.

A la agenda reaccionaria de estos grandes medios les vino como anillo al dedo la figura del Dipy, a través de la cual podían transmitir sus ideas de defensa de los intereses de los millonarios y poderosos a través de una figura «de barrio». Pero su revival de popularidad no tuvo nada de espontánea sino que fue promovida por las grandes corporaciones mediáticas.

Que el armado de Milei tiene tanto o más de populismo de derecha autoritario como de «liberalismo» se reconfirmó la semana pasada cuando se filtró su plataforma electoral, en donde los llamados a «achicar el gasto publico» quedan casi como anecdóticos en comparación a otras «propuestas» como volver a otorgarle a los militares tareas de seguridad interior, bajar la edad de imputabilidad o la libre portación de armas, así como la defensa de los «modos tradicionales de vida», el arancelamiento de la salud y la eliminación de la Educación Sexual.

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