Pandemia de ataque a las condiciones de trabajo

No a la pulverización del salario.

Reapertura de las paritarias, con paritarios electos en asamblea

Abajo la dictadura de la burocracia sindical

Los trabajadores estamos viviendo momentos duros. Ir a trabajar en el contexto de pandemia es como jugar todos los días a la ruleta rusa, no sabemos qué día podemos irnos a casa contagiados y contagiar a nuestras familias. Los protocolos donde se cumplen no paran los contagios; y en la mayoría de los lugares no se cumplen, o se cumplen parcialmente, el criterio rector es que no afecte la producción.

El famoso “compás” que decía Pignanelli que iban usar (aislar a todo el que tuvo contacto estrecho con un positivo) terminó siendo una regla de 30 cm. Cuando hay un caso en un sector, aíslan a 1 o 2 compañeros con suerte, ni lo mandan a hisopar, porque es muy caro, y al resto le aplican el famoso “siga, siga” como si nada.

Nos encontramos trabajando peor que nunca. Las patronales aprovecharon la pandemia para quitarnos conquistas y derechos, y llevar adelante las modificaciones que tenían en carpeta hace rato. La reforma laboral que quiso llevar adelante Macri y que se frenó en las calles el 18 de diciembre del 2017, ahora se aplica en las fábricas y lugares de laburo, no como ley, sino de hecho, flexibilizando y arrebatándonos todo tipo de conquistas.

En algunos lugares recortaron el tiempo de comedor y de descansos, en otros directamente sacaron el comedor y comes en el puesto de trabajo, solo como perro malo. En otras fábricas, para ampliar el vestuario sacaron los cofres y los compañeros tienen que andar con el bolsito acuestas todo el día. Con la excusa del aislamiento no nos podemos casi mover y nos “abulonaron” a la máquina y a las líneas.

Es una constante, en casi todos lados, con menos trabajadores producimos igual o más que antes, es decir, aumentaron la productividad, no en base a nuevas máquinas y tecnología, si no usando el viejo recurso de exprimirnos hasta la última gota de sudor. Esta es la realidad a la que estamos sometidos. Estamos trabajando en condiciones de una nueva esclavitud.

La pérdida del poder adquisitivo real de nuestro salario en los últimos años ha sido tremenda. Las cifras y tablas que presentan son desde engañosas hasta pura mentira. Nos comparan los aumentos paritarios con la inflación del INDEC, esto está mal porque es solo nominal. No es el poder de compra real. Además, la metodología es muy cuestionable, solo por tomar un ejemplo los precios de los alimentos que toma la encuesta son “los precios cuidados”, cuando todos sabemos que no están en todos lados y en algunas casos son de tan mala calidad que uno prefiere no comprarlos.

En una economía tan dolarizada como la nuestra la comparación real y concreta para saber si nuestro poder de compra subió o bajo es medirlo en dólares.

Haga la prueba compañero, tome sus recibos de sueldo y páselos a dólares. Veamos un ejemplo: un trabajador que en noviembre de 2015 cobraba una quincena de 5000 $, con el dólar a 9,75$ (oficial), cobraba una quincena de 513u$s.

El mismo trabajador, en julio de 2018 cobraba quincenas de aproximadamente 12000 $, con un dólar a 28,5$, bajó su poder adquisitivo a 421 u$s. Pero sigamos hasta la actualidad… hoy ese compañero que hipotéticamente está cobrando quincenas de 30000 $, tomando el dólar oficial de 78$, estaría cobrando quincenas de 384,6 u$s y tomando el valor del blue (132$) estaría cobrando 227 dólares. ¡La resultante es clara, nos reventaron el salario! Los grandes ganadores son las empresas, que exportan y nuestros sueldos cada vez les salen más baratos…

Las devaluaciones las pagamos los trabajadores. Las paritarias cada año fueron peores y este año de pandemia peor aún. La tónica ha sido dar sumas fijas no remunerativas, como en la UOM, que representan un porcentaje bajísimo de los salarios y además achatan las escalas. En el SMATA el porcentaje del primer trimestre del año se va a terminar cobrando en enero del 2021, todo en cómodas cuotas, cuando la inflación no para de aumentar mes a mes.

El Gobierno de Fernández está demostrando –más allá de su discurso a favor de la producción y el trabajo– ser un fervoroso defensor de las ganancias empresarias y no tomó ninguna medida a favor de los trabajadores. Por ejemplo, la prohibición de despidos, fue puro chamuyo.

Empresas como FATE, al tiempo que aprovechan a recortar derechos, siguen cobrando el ATP.

El Estado, con plata de la ANSES, le da a muchas empresas el 50% del sueldo de cada trabajador –subsidios multimillonarios–, y al laburante le descuentan el impuesto a las ganancias. En concreto es todo a favor de los empresarios, para los trabajadores “ni las gracias”.

La traición de la burocracia sindical es histórica. Están entregando todo sin chistar, ni siquiera se molestan en “hacer que hacen”, directamente ayudan a las empresas a ponernos el grillete y bajarnos el salario real.

Muchos compañeros y compañeras piensan que no podemos hacer nada, que estamos condenados a trabajar así o peor, que lo único que nos queda es acostumbrarnos, bajar la cabeza, porque “si levantas la cabeza, te la cortan” y en la puerta hay miles, decenas de miles de trabajadores buscando un puesto de trabajo.

Nosotros te proponemos otro camino, el de organizarnos para recuperar nuestros derechos y nuestro salario y sobre todo recuperar nuestras organizaciones. Hoy en la mayoría de los casos en manos de esos parásitos que viven como reyes a costa de entregar nuestras conquistas y nuestro salario y de jugar con el hambre de nuestras familias. Sacar a esos delegados traidores que son como jefes pero con otra pilcha, que aprietan a los compañeros y entregan todo, es el camino a recorrer.

Organizarnos de acuerdo a las condiciones de cada lugar, en muchos casos debe ser clandestinamente porque la burocracia sindical se ha convertido directamente en una dictadura sindical contra el obrero. Organizarnos en primer lugar para tener delegados de los trabajadores y no del sindicato y las empresas, en la perspectiva de recuperar las comisiones internas y los sindicatos.

Es difícil pero se puede; esta el ejemplo el SUTNA donde se echó a literalmente a Piñas a la burocracia de Pieczara y Wasiejko y se recuperó el gremio y sobre todo la democracia de los trabajadores y las asambleas como método de resolver nuestros asuntos. Peor nos el único ejemplo en muchos lugares de trabajo se han logrado imponer delegados que representen a los trabajadores y no a la patronal y a la burocracia por ejemplo en Fadete, que son textiles, delegados independientes hay en varios lugares de la UOM, etc.

Desde la Corriente Sindical 18 de Diciembre te invitamos a participar del plenario de trabajadores industriales para intercambiar ideas, experiencias concretas y organizarnos para enfrentar esta situación.