El Frente Sindical de Universidadess Nacionales se reunió el último martes con la superministra de Capital Humano Sandra Petovello y el subsecretario de Políticas Universitarias Alejandro Álvarez tras un cuarto intermedio de una semana. Pero el gobierno de Milei sostuvo la postura de congelar el presupuesto salarial universitario.
Cabe recordar que en las últimas semanas el rectorado de la UBA traicionó el reclamo de los trabajadores docentes y no docentes universitarios y negoció un miserable aumento para los gastos de funcionamiento universitario, que sólo implica al 10% de los gastos universitarios reales. El restante 90% está representado por los salarios de miles de trabajadores docentes y no docentes de las universidades nacionales. El número da una proporción del miserable aumento que pactó Yacobitti y que otros rectores pretenden emular.
En respuesta, los sindicatos docentes nucleados en el Frente Sindical (Conadu Histórica y Conadu, Fedun, Fagdut, UBA y FATUN) llamaron a un nuevo paro de actividades en las universidades durante 48 horas, los días 4 y 5 de junio. La medida repetirá el escenario de la semana pasada, oportunidad en que se plegó CTERA y las escuelas se paralizaron nacionalmente en todos los niveles educativos.
Miseria salarial
Los docentes reclaman una escala de aumentos salariales para «no seguir perdiendo con la inflación» y la compensación de una pérdida de poder adquisitivo cercana al 50% durante los últimos meses. Además, exigen la restitución del FONID y de otros ítems salariales eliminados por el gobierno de Milei.
La suma de inflación y recortes presupuestarios puso en pocos meses a la mitad de los docentes universitarios por debajo de la línea de pobreza. No hace falta más que ver los números para dimensionar el grado de ridiculez del discurso mileísta, que llama casta a la comunidad universitaria.
A pesar de las negociaciones de espaldas a la sociedad que mantienen el gobierno nacional y las cúpulas de los rectorados radicales y pejotistas, los cuerpos de trabajadores docentes de las universidades mantienen el reclamo que se ganó la el apoyo de la sociedad el último 23 de abril, movilizando a casi 2 millones de personas en la última Marcha Federal Universitaria.
Poco más de un mes después, el gobierno no logró aplastar el conflicto. También el cuerpo estudiantil mantuvo actividades asamblearias durante las últimas semanas y no parece dispuesto a desmovilizarse tan fácilmente.