“El vínculo más firme con la señora Kirchner es que ella ‘todavía da trabajo’, como dicen los simpatizantes en todas las encuestas. Si esa percepción se volviera borrosa, el liderazgo de la presidenta estaría, en serio, amenazado” (Carlos Pagni, La Nación, 5-5-14)
Mientras la recesión empieza a pegar con fuerza entre las filas de los trabajadores, Moyano y Barrionuevo miran para otro lado. A la espera de “señales” de parte del gobierno, convocaron a una marcha el 14 a Plaza de Mayo con un programa patronal centrado en la “seguridad”. Se niegan a darle continuidad a la pelea contra el ajuste mediante un paro de 36 horas. Buscan garantizarle la gobernabilidad a Cristina. Al mismo tiempo, se cuidan de ser desbordados por las bases y la izquierda.
Mientras tanto, el michelismo ha convocado a una marcha para el viernes 8 en rechazo a la reaccionaria “ley antipiquete”. Movilización que es progresiva, pero no tiene el poder de fuego suficiente para frenar la nueva escalada del ajuste que está descargando el gobierno a estas horas.
La tarea pasa, entonces, por apoyar cada lucha que se está desarrollando desde abajo como la de los compañeros de Gestamp contra las suspensiones, los despidos y el lock out que la patronal (de la mano del SMATA de Pignanelli) está imponiendo en la planta. Luchas duras que son las que están enfrentando el ajuste en estos momentos y donde la izquierda revolucionaria tiene un enorme rol que cumplir.
En el “peor de los mundos”
Lejos de haber sido derrotado, el ajuste de Cristina comienza a pegar con fuerza por la base de los trabajadores. Es verdad que el paro docente histórico de la provincia de Buenos Aires y el paro general del 10 de abril pasado obligaron a convalidar aumentos salariales mayores a los que el gobierno quería dar. Pero de ninguna manera derrotaron el brutal ajuste que está llevando adelante el gobierno, que es mucho más global y va más allá de lo salarial.
Es que inducir la recesión de la economía es parte integral del ajuste K, por dos razones muy importantes: uno, porque la caída en la producción (combinada con el aumento de las tasas de interés y otras medidas) tiende a “planchar” la escalada inflacionaria, y dos, porque las suspensiones y despidos funcionan como mecanismos de disciplinamiento social, generando entre los trabajadores el temor al despido y restringiendo su disposición a la lucha.
El dato de esta hora es, precisamente, el impacto recesivo del ajuste, que comienza a ser de importancia. La producción industrial cayó en el primer trimestre del año el 3% (¡y el 5,9% tomando marzo solamente!); se trata de la octava baja trimestral consecutiva y la más grave de la industria desde 2002 (más grave incluso que la de 2009). Es decir: la industria en su conjunto está ya prácticamente en recesión. Este desplome productivo está afectando, en primer lugar, a la industria automotriz: ha caído en el primer trimestre de este año un 16,2% en relación con igual período del año anterior. Pero también otras industrias están cayendo. Lo mismo que la construcción, con una disminución del 6% en los primeros tres meses del año respecto de 2013.
Si de la producción nos trasladamos a las ventas, la información disponible señala que la caída de las ventas de automóviles en concesionarias los primeros tres meses del año fue del 25,4%, los despachos de cemento cayeron 1,8%, la demanda de gas oil cayó el 3,4%., y las ventas minoristas en general en abril de este año en relación con el año pasado disminuyeron el 7,5%.
Ya sobre las previsiones de crecimiento en su conjunto el diario La Nación adelanta que la expectativa de la economía para este año sería la siguiente: una caída del 2,2% en el primer trimestre, ya concretada, una “recuperación” de la producción del 0,2% en el segundo, una nueva caída del 1,7% en el tercero y una caída del 3,7% en el cuarto.
En síntesis: un escenario recesivo con alta inflación (rondaría el 35-40% en todo el año) para todo 2014, como el que ya se está viviendo en la mayoría de los lugares de trabajo y que los especialistas llaman “estanflación”. Es decir, el peor de los mundos:estancamiento más inflación).
Moyano se vuelve a borrar
Veamos ahora los datos de empleo propiamente dichos. El gobierno y la burocracia tratan de hacerse los distraídos, pero según informan todos los medios la destrucción de empleo ya comenzó. Cristina versea con lo del “pleno empleo en la Argentina” pero se trata de una vil campaña de engaño y cobertura del ajuste; la mayoría comienza a sentir que su empleo ya no es tan seguro.
Los datos son elocuentes. El empleo en la industria, que había caído el 0,3% en el último trimestre del año pasado, lo volvió a hacer en un 1,2% en el primero de este año, y la tendencia hacia adelante es a acentuar la baja. Sin ir más lejos en las grandes automotrices han comenzando las suspensiones, incluso masivas. En Volkswagen Pacheco se ha ido más lejos: la empresa dice que “sobran” 700 trabajadores y los quiere “arreglar” como “jubilaciones anticipadas”. Y no se trata solamente de las automotrices: el caucho, plástico, productos químicos e industria metalmecánica también han mostrado datos negativos en materia de empleo en el primer trimestre.
La política de conjunto del gobierno, la patronal y la burocracia es la de los despidos “encubiertos”. Intentan hacer esto mediante suspensiones largas, la tentación del arreglo, las jubilaciones anticipadas y otros mecanismos, cuando no los abiertos despidos del activismo cuando se sale a luchar.
En este contexto, el rol de los dirigentes sindicales no podría ser más pérfido. Es el caso del SMATA (donde ya están pegando con todo las suspensiones masivas y los primeros despidos): Pignanelli se regodea de que la conflictividad “no aumentó”… La realidad, la burocracia mecánica está aprovechando la volteada -en connivencia total con las empresas y el gobierno- para que no se hagan olas, vendiendo los despidos como si se tratara de meras “suspensiones” e imponiendo una “limpieza” al activismo. Buscan llevar adelante esto tratando de evitar conflictos y que la base salga a luchar; que las suspensiones y despidos pasen de manera “natural”.
De Caló, de la CGT oficialista y la UOM, no hace falta hablar. Sólo parece levantar el tono por la caja de los sindicatos (las obras sociales); de los derechos de los trabajadores, del salario, las suspensiones y los despidos, ni una sola palabra.
Pero lo de Moyano es más siniestro todavía porque la posa de “combativo”. Luego del paro general del 10 de abril, se ha mandado a guardar. Lleva a cabo sus típicos conflictos “de bolsillo”, como el piquete frente a las plantas de Techint o ahora por la recolección de la basura en Quilmes. Una de sus maniobras es comportarse como si fuera un simple dirigente de los Camioneros, dejando en banda al conjunto de los trabajadores.
Al mismo tiempo, ha convocado a una marcha propatronal para el 14 de mayo, que no tiene nada que ver con el programa del paro general; una movilización “sin banderas”, cuyo eje es la seguridad e invitar a los políticos de la oposición patronal a sumarse. Una maniobra para no hacer lo que debería hacerse y podría colocar realmente un freno y en crisis el ajuste K: el paro general activo de 36 horas.
Los trabajadores de Gestamp tienen que ganar
El rol de la burocracia sindical es doblemente criminal, porque todos los analistas económicos adelantan que la “pólvora” de la devaluación de enero le alcanzará al gobierno hasta agosto o septiembre, y que a partir de allí casi inevitablemente se vería ante opciones complejas que implicarían dar una vuelta más al torniquete del ajuste o producir una nueva devaluación; en ambos casos, redoblar el ataque sobre los trabajadores.
Frente a este complejo panorama, donde el gobierno se hace el distraído pero ha reforzado su ofensiva imponiendo el duro ajuste recesivo de la economía, la primera tarea de la izquierda revolucionaria es salir a apoyar con todas sus fuerzas luchas como la de los obreros de Gestamp. Como ya señalamos y reiteramos en nuestra intervención del 1° de mayo, el ajuste cuenta con la complicidad de toda la oposición patronal y también de la burocracia sindical: una verdadera Santa Alianza para que el ajuste pase y se asegure la gobernabilidad del país hacia las elecciones de 2015.
Pero junto con el incondicional apoyo a las luchas y al proceso de recomposición que emerge desde abajo entre los trabajadores, está planteado dar un paso más en la organización de conjunto del activismo vinculado a la izquierda. Como señaláramos el 1° de mayo, entre la mesa provisoria del Encuentro Sindical Combativo y el plenario del SUTNA tenemos la responsabilidad de convocar a un gran encuentro unitario de ambos espacios el próximo mes de junio. Se trata de avanzar en la organización independiente del activismo para mejor enfrentar el brutal ajuste y la escalada en las luchas que seguramente ocurrirá en las próximas semanas y luego del Mundial, así como para disputarle la dirección de las mismas a los Moyano, los Caló, los Pignanelli.
Sumate al Nuevo MAS
Cualquier corriente que se oriente sólo al plano electoral, obviando la pelea contra el brutal ajuste que está planteado hoy, cometería el mayor de los errores. Nuestro partido está comprometido en la pelea contra el ajuste. Comenzamos este 2014 a full con la fuerza que nos dio el plenario nacional realizado en diciembre pasado, así como la batalla político-electoral dada en las PASO, en las que obtuvimos 115.000 votos, sumado a los redoblados esfuerzos por hacer pie en la nueva generación obrera y el impacto nacional logrado por Las Rojas. Todo esto nos dio pie para empezar el nuevo año con mucha fuerza.
El haber centrado la política de manera consecuente en la pelea contra el brutal ajuste del gobierno, el haber empujado por la realización del Encuentro de Atlanta, nuestra participación destacada en los piquetes del 10 de abril, el haber logrado el triunfo político del acto unitario y de lucha el 1° de mayo, donde tuvimos una columna muy destacada, la continuidad de la proyección nacional de Las Rojas alrededor de la pelea por el aborto no punible de la niña de Moreno, son todas expresiones de un redoblado dinamismo de nuestro partido en todo el país.
Jugándonos ahora en las peleas de los sectores más avanzados de la clase obrera como los compañeros de Gestamp, llamamos a sumarse a esta lucha y a nuestras filas a todos los simpatizantes y amigos para hacer de nuestro partido una gran organización socialista revolucionaria.