Por medio de una circular las y los trabajadores bancarios nos enteramos que el gremio encabezado por el secretario General Sergio Palazzo había cerrado paritarias, luego de un acuerdo con las cámaras empresarias en un 26% a el sueldo de diciembre y en cómodas cuotas, con cláusula de revisión en la última quincena de noviembre. Este porcentaje aparte de ser bajo, es un problema mayor si quiere que usado como «caso testigo» para el resto de los trabajadores, que ven como la inflación disparada sobre todo bajo la pandemia se deglute mes a mes el salario.
La noticia fue una sorpresa porque evidentemente el sindicato cerró este acuerdo a espaldas de los trabajadores, aprovechando el aislamiento y la presión bajo la cual se encuentran los trabajadores de sucursal para no realizar ni una sola asamblea, ni siquiera virtual. Es que de haber sido así hubiera salido a escena la voz y los reclamos reales.
Diariamente vemos como se deteriora y pierde valor adquisitivo nuestro salario, esto sin hablar de las condiciones laborales actuales donde todos los días desde las sucursales y la atención telefónica (que muchas veces excede el horario laboral) ponemos el cuerpo para solucionar los inconvenientes de los clientes y garantizar las ganancias millonarias a los banqueros. Hay tanto una sobreexigencia laboral, como también un tendal de horas extras no pagadas en las sucursales a compañeras y compañeros, que en muchos casos tampoco cuentan con las herramientas de higiene necesarias en momentos donde la pandemia de Covid viene desarrollándose de a saltos.
¿Quién paga la crisis?
El Secretariado General Nacional del gremio habla de «la responsabilidad que demanda la actual situación», responsabilidad que demuestra tener con el gobierno y los empresarios pero no con sus trabajadores. Porque los bancos no dejaron de amasar fortunas con los jugosos intereses mientras muchos trabajadores se endeudan con préstamos y tarjetas de crédito, sin embargo para los trabajadores bancarios solo existe la exigencia del teletrabajo y el riesgo al virus en sus puestos de trabajo.
«Al desastre que junto con la inmensa mayoría de argentinos y el nuevo gobierno se afrontaba hacia principios de año se sumó el impacto mundial de la enfermedad causada por la Covid-19”. Coincidimos en que nos encontramos ante una crisis social y económica de enorme magnitud, pero nos preguntamos: ¿somos los trabajadores los que tenemos que ceder nuestros derechos para pagar la crisis? Porque sin embargo los especuladores financieros siguen recibiendo cada vez mayores ofertas para el pago de bonos y vencimientos de deuda. Siempre se nos pide un esfuerzo a los trabajadores mientras los que causan las crisis siguen llenándose los bolsillos.
Desde la Corriente Sindical 18 de Diciembre repudiamos que la asociación bancaria haya cerrado a nuestras espaldas nuestro salario y nuestras condiciones de trabajo, y alertamos y exigimos por la defensa incondicional de todos los puestos de trabajo, porque hay rumores por los pasillos de despidos masivos en el gremio cuando termine la cuarentena. Llamamos a las y los trabajadores bancarios que sienten bronca y desilusión a organizarnos y construir una alternativa que nos represente realmente y eleve nuestra voz ante la crisis que estamos viviendo.
