El sábado por la mañana otro burtal femicidio fue cometido por un policía, en este caso de Seguridad Vial, en la provincia de Santa Fe. El femicida es Iván Jesús Leguizamón de 28 años y tras el crimen declaró «Ahora si estoy tranquilo».
Este sano hijo del patriarcado creyéndose aun más impune por tener uniforme vio circulando en un auto a su ex pareja, Claudia Lorena González, mientras realizaba un operativo de tránsito. Fue allí que la siguió y la asesinó de un disparo en la cabeza, en el kilómetro 130 de la ruta 90, al sudoeste de Santa Fe.
El fiscal interviniente en la causa, Julián Cochero, ordenó la detención de Leguizamón. Actualmente está imputado por «homicidio calificado por el vínculo, por ser cometido por un varón contra una mujer mediando violencia de género, abusando de su función o cargo cuando fuere miembro de fuerzas policiales», según informaron medios locales.
El fiscal también dispuso la detención de los dos agentes compañeros del femicida Leguizamón. Se trata de Jonatan Rojo y Mario Agüero, esto están acusados de ser «partícipes secundarios» del crimen. Es que en ningún momento intervinieron para detener al femicida. La complicidad en este caso muestra lo podridas y misóginas que son las fuerzas represivas.
Es imposible no llenarse de bronca ante el alarmante dato, en lo que va del año, según el Observatorio Lucía Pérez, ya fueron cometidos 207 femicidios. Mientras, el Estado sigue haciendo como si no existiera la violencia contra las mujeres, sin tomar en serio políticas contra esta problemática que se cobra, una vez más, la vida de una mujer.
Son 534 los femicidios que ocurrieron durante la presidencia del Alberto Fernández, una demostración del papel lamentable del Ministerio de Gómez Alcorta parece reafirmar que el problema «No es que las víctimas no denuncian, el problema es que el Estado no hace nada! Por eso decimos que el estado es el responsable de los femicidios de mujeres, diversidades, niñas y niños.»