El 37° Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Trans, Travestis, Bisexuales, Intersexuales y No Binaries será el primero bajo el gobierno de Milei; el gobierno más antidemocrático, reaccionario y antiderechos desde la caída de la última dictadura militar y declarado enemigo público del movimiento feminista. Particularmente se realizará en Jujuy, pagos del Gobernador radical Carlos Sair, un orgulloso seguidor de los planes de déficit cero y ajuste brutal del gobierno nacional.

Vamos a un Encuentro que puede ser la oportunidad de organizar la resistencia que las mujeres y diversidades tenemos que seguir construyendo frente a los innumerables ataques de los reaccionarios en todo el mundo, que quieren barrer todas nuestras conquistas, que quieren que las mujeres volvamos al encierro del hogar medieval y las diversidades al closet.

Hay que enfrentar el plan de guerra de Milei

A Jujuy vamos a llegar estando a casi un año de gobierno de Javier Milei, quien desde su asunción se propuso gobernar como un emperador llevándose puesta todas las instituciones del régimen y todos los derechos democráticos ganados y defendidos por más de 4 décadas. Nos declaró la guerra a todes les de abajo y, al final, la casta resultaron ser les jubilades.

Si su proyecto napoleónico no vio la luz, hay que decir que ha logrado hacer pasar una serie de ataques a nuestras condiciones de vida que son más profundas que solo un ajuste presupuestario.

En las últimas semanas, y con la aprobación de la Ley Bases (aunque recortada), el gobierno logró imponer cierto control del escenario político. Así pudo avanzar con la reforma laboral por sector (en el empleo público y la docencia en primer lugar pero también en el sector privado, dándole aire a la patronal como en el caso de FATE y el gremio del neumático) reduciendo de hecho los salarios pero, sobre todo, profundizando las condiciones de explotación y yendo contra derechos históricos básicos como la estabilidad laboral en el sector público. Ha profundizado radicalmente la precarización laboral, un drama que viven particularmente les repartidores por aplicación, que ponen en riesgo su propia vida en cada reparto por unas miserables monedas. ¡Y, al igual que el gobierno de Fernández, hoy el gobierno de Milei se niega a reconocer a su sindicato de base, el SiTraRepA!

Degradó las condiciones de vida con la quita del subsidio al transporte y los servicios (¡y encima ya anuncian cortes de electricidad en el verano!), los salarios congelados y reventados por la inflación. Le declaró la guerra a la educación pública con el vaciamiento presupuestario, la declaración de esencialidad (que no es más que la prohibición de hecho del derecho a huelga) y el posible veto al presupuesto universitario (elitizando cada vez más el acceso a la educación pública), un escenario que puede abrir un gran conflicto nacional. Reventó la salud pública, vaciando los hospitales y centros de salud al punto de no dejar ni una curita en las guardias.

¡Un gobierno lleno de miserables que festejan comiendo asado haberles negado un paupérrimo aumento de 18mil pesos a les jubilades, después de gasearlos y pegarles sin vergüenza!

El gobierno no está solo en su plan, porque cuenta con el apoyo de la CGT y las CTAs, del radicalismo, de las direcciones peronistas, que no solo dejan pasar todo el ajuste sino que militan activamente para que no haya desborde, para que llegue el 2025 y se puedan presentar como oposición electoral. Traidores les queda chico cuando casi el 70% de les niñes y adolescentes en nuestro país son pobres.

Por arriba todos los sectores del régimen, los partidos patronales, las conducciones sindicales, el congreso, tienen un acuerdo firme en garantizarle la gobernabilidad a Milei, en dejarlo llegar con tregua al 2025, que no haya desborde en las calles y, en todo caso, poder presentar “alternativas electorales” que no cuestionen la estabilidad del régimen y sus instituciones. Un camino que no resulta una opción para les trabajadores, para las mujeres y diversidades, para les jubilades y la juventud, que vemos cómo se degradan nuestras condiciones de vida, nuestros derechos conquistados, con cada segundo que pasa con este gobierno en el poder.

La reacción de la derecha

La avanzada mileista en Argentina es parte de un escenario internacional de polarización, donde se pueden ver fenómenos de extrema derecha con personajes como Trump, Bolsonaro, Netanyahu, Giorgia Meloni; y con expresiones racistas, xenófobas, misóginas y homo lesbo transodiantes en las calles. Pero que también tienen su contraparte en experiencias radicalizadas como los acampes estudiantiles por Palestina en EEUU, las marchas por los derechos de les inmigrantes en Francia y otro países de Europa, movimientos ecologistas contra la barbarie ecocida y, por supuesto, el movimiento feminista que sigue mostrando su fuerza alrededor del mundo, como lo hizo en las recientes movilizaciones masivas en apoyo a Gisèle Pelicot en París.

Durante los últimos años, más de una década, el movimiento feminista se ha desarrollado en todo el mundo construyendo lazos internacionalistas, de solidaridad con otros sectores de explotados y oprimidos, con la clase trabajadora, y ha conquistado derechos y mayorías sociales a favor de demandas históricas.

La primera marcha contra Trump en Estados Unidos y las enormes movilizaciones del MeToo, el Viernes Negro en Polonia que construyó la tradición de los paros feministas internacionales, la lucha del NiUnaMenos en Argentina, la Marea Verde y la pelea por el aborto legal en todo el mundo, las profundas movilizaciones solidarias en apoyo al pueblo palestino, a la rebelión Iraní y las Afganas contra el Talibán.

En todo el mundo el movimiento feminista es protagonista de luchas muy importantes con la característica de ser ejemplo para la réplica en otras partes del planeta. El movimiento feminista ha sabido estrechar lazos con otros movimientos, ecologistas, juveniles y de la clase trabajadora. En cada lucha se expresa el cuestionamiento a una de las bases de este régimen patriarcal: la maternidad obligatoria y la esclavitud del trabajo doméstico, es decir, la familia patriarcal.

Esto enerva a los reaccionarios de todo el mundo que al unísono lanzan ataques desde las extremas derechas contra el feminismo. El punto de inflexión que siginificó el veto del fallo Roe vs Wade de la Corte Suprema de Justicia de EEUU dio paso a una ola restrictiva del acceso al derecho al aborto en ese país: en solo 20 estados se ha logrado mantener el acceso irrestricto, en otros 20 estados el Aborto es totalmente ilegal o se ponen restricciones tan grandes que es casi imposible acceder; en el resto se avanzó en restricciones que incluyen la presencia parental y la reducción de semanas de gestación.

Por supuesto que un golpe tan grande en el centro político del mundo le abrió paso a los reaccionarios en todo el mundo a intentar lo propio. En Italia reglamentaron que las organizaciones antiderechos puedan ingresar a las clínicas pro aborto a realizar propaganda y amedrentar a la mujeres que quieren abortar. En Polonia se retrocedió, y solo es legal en caso de violación o riesgo de salud. En Austria, si bien no es ilegal, tampoco es gratuito, por lo que las mujeres pobres ven imposibilitado su acceso. En muchos países, como España, el aborto es legal pero no está garantizado su pleno acceso en los centros de salud públicos por la presencia desregulada de objetores de conciencia. Esta es la última herramienta que los antiderechos han amplificado: llenar de objetores el sistema público de salud.

Existe también una avanzada profamiliarista a nivel internacional, que responsabiliza de la baja de la natalidad en todo el mundo al acceso al derecho al aborto y que, lejos de cuestionar un régimen que no da ninguna perspectiva de futuro a la juventud, atacan al feminismo y buscan resolver ese (su) problema ¡convirtiendo a las mujeres en artefactos de reproducción humana!

El ataque al derecho al aborto acompaña ataques contra las diversidades, los derechos de las personas trans travestis, incitaciones a los crímenes de odio y a la violencia contra las mujeres. Los reaccionarios de todos los colores vociferan contra la ideología de género y contra todo lo que tenga que ver con decidir libremente sobre la propia identidad, deseo y destino. Una reacción frente a años de avance de nuestras conquistas y derechos.

En Argentina, el gobierno de Milei desmanteló el Ministerio de Mujeres y Diversidades y las pocas políticas públicas de atención a las víctimas de violencia, al igual que el INADI. Está llevando adelante un plan brutal de ajuste que ataca desde las infancias hasta les jubilades, queriendo aplastar como una topadora nuestros derechos. El Ministro de Justicia, Cuneo Libarona, niega las diversidades sexo genéricas y proclama la defensa de una “familia patriótica”. Los fachos de sus voceros envalentonan a monstruos como el lesbicida de Barracas. Le quitan presupuesto a la aplicación del Aborto Legal y a la ESI.

Como un complejo juego de acción y reacción hoy estamos librando una enorme batalla contra los sectores más reaccionarios en el mundo, que alertado por nuestro avance y nuestras conquistas quieren desaparecer a este movimiento. Y en el mundo entero estamos en pie de guerra.

Quieren apagar un movimiento que sigue luchando

¿Dónde estaban las feministas? se preguntó Cristina Fernández de Kichner en su última declaración por el intento de magnicidio, repitiendo el discurso de la derecha y de los trolls que inundan redes (e insultando también a toda su base militante). Unos días antes vimos a algunas referentes K tener que “pedir disculpas” a las pibas de la marea verde por haberlas llamado a votar al golpeador Alberto Fernández.

Las direcciones del peronismo y de sectores del progresismo son parte de los ataques contra el movimiento feminista. Nos dijeron “Se pasaron 3 pueblos y ahora gobierna la derecha”, pero si la extrema derecha hoy gobierna fue por sus políticas de vaciamiento, precarización laboral y ajuste contra las y los trabajadores.

Cuando no pudieron vender la independencia política del movimiento, intentaron enfrentarnos a otros sectores de explotados: “no es momento del aborto, ahora hay que resolver el hambre”, nos dijeron queriendo enemistarnos con las compañeras y compañeros de los barrios y los movimientos sociales.

Durante años estos sectores han puesto demasiada energía en intentar convertir un enorme movimiento de lucha en uno inocuo que acomode a sus referentes en los sillones ministeriales y se quede en casa esperando a que “el presidente de la corbata verde” termine con el patriarcado. Una batalla en la que Las Rojas fuimos implacables en la negativa a ceder ni un centímetro de nuestra independencia política.

Ni a las direcciones peronista o kirchneristas, ni a las direcciones de las centrales sindicales, a ninguna le interesa desarrollar este movimiento hasta el final. Su preocupación por cuidar la gobernabilidad de Milei, cuidar las instituciones del régimen y llegar a las elecciones 2025 haciendo la plancha, mientras dejan pasar ahora todos los ataques, las lleva a querer frenar las fuerzas de un movimiento que no tiene techo, que tiene la tradición de las asambleas feministas y la lucha en las calles, y que en el mundo entero mantiene sus banderas en alto llevando en cada lucha un intrínseco cuestionamiento a la sociedad capitalista patriarcal.

Construyamos un 8M masivo y de lucha en las calles contra el gobierno de Milei

Este año en Jujuy se procesará un debate muy importante: ¿qué rol va a jugar el movimiento feminista en la lucha contra el gobierno de Milei? Les feministas fuimos el primer sector que de conjunto alertó sobre los peligros que traía consigo este gobierno ultra[1] reaccionario, el 28S del 2023, con una enorme movilización abiertamente contra el voto a Milei.

A casi un año de gobierno hemos resistido sus embates, frenando el intento de derogar el Aborto Legal, la ESI, y respondiendo frente a cada ataque de los fachos. Las docentes de Misiones protagonizaron un enorme conflicto por aumento salarial. Al igual que la docencia de Córdoba, con el sindicato UEPC Capital, y les docentes de Neuquén que siguen peleando por aumento de salario y contra la esencialidad. Este gobierno que aún no logró una derrota histórica de la clase trabajadora, de los sectores de les de abajo, sigue con un plan de guerra que no perdona ni a les jubilades.

Desde la “oposición” patronal ya se lanzó la ofensiva “aguantemos hasta 2025 y votemos bien”, garantizando la gobernabilidad de Milei, en el parlamento, en los sindicatos y también lo van a intentar en el Encuentro Plurinacional.

Nosotras queremos organizar al feminismo para enfrentar los ataques de hoy y ahora, porque esperar al 2027 es una estrategia que solo nos lleva a perder derechos. Al mismo tiempo, en las elecciones de 2025 necesitamos una alternativa unitaria y de izquierda, y referentes y candidates que vengan de nuestro movimiento y que sean incondicionales en la defensa de les trabajadores, el feminismo y la juventud, como es nuestra Compañera Manuela Castañeira, junto a muches referentes a nivel nacional de las Rojas y el Nuevo MAS.

En este Encuentro tenemos que debatir cómo el feminismo impulsa y se une a cada lucha de les trabajadores, les estudiantes, los movimientos sociales, jubilades y de todo sector que quiera pelear para frenar al gobierno de Milei.

Tenemos una parada muy importante el próximo 2 de noviembre en la Marcha del Orgullo, una jornada revulsiva para los fachos y llena de lucha y brillos para las diversidades.

Y tenemos que ponernos YA a organizar un masivo 8M que vuelva a llenar las calles y las plazas de todo el país, que vuelva a cantar al unísono que este gobierno no se aguanta más, que vuelva a mostrar la fuerza que tenemos.

El pasado 8M nuestra compañera Manuela Castañeira le habló a una multitud en Congreso que se quedó horas después del acto, que hizo suya la plaza y no hubo protocolo que se animara a intentar sacarla. ¡Volvamos a ser tsunami, sigamos organizades y en las calles para enfrentar a este gobierno!

Esta es la primera tarea que vamos a tener en Jujuy y Las Rojas estaremos a la cabeza.

[1]  Lejos de opinar, como lo hace la agrupación de Miryam Bregman, que el movimiento feminista murió una vez más, y de manera autoproclamatoria ahora dicen que hay que ¡reactivarlo!, Las Rojas confiamos plenamente en la fuerza de uno de los movimientos más dinámicos en Argentina y el mundo entero, que no dejó de dar batalla frente a las embestidas de la derecha.