Balance de Fin de Año de Arteinsurección, conducción del Nuevo CEAA

Nuevo CEAA 2024: Una conducción que se forja al calor de la lucha contra la extrema derecha

Junto al Nuevo CEAA, les estudiantes le hicimos frente a los ataques de Milei al arte, la cultura, el cine independiente y la educación pública.

Después de un año que va a quedar plasmado en los libros de historia, donde se encendió el Estudiantazo en todo el país frente a los ataques del gobierno oscurantista y reaccionario de Javier Milei, el pasado domingo 1 de diciembre desde ArteInsurrección, la conducción del Nuevo CEAA y Secretaría de Arte y Cultural del CEAVI, realizamos un enorme brindis de fin de año. Les estudiantes de Artes Audiovisuales y Visuales de la UNA nos encontramos para  poner en valor y hacer balance de un 2024 lleno de organización y lucha.

El Nuevo CEAA, protagonista de la lucha en defensa del arte y la cultura

Desde que Milei asumió la presidencia el 10 de diciembre, la educación pública, el arte, la cultura y el cine independiente estuvieron bajo ataque. Sabíamos que en la juventud crecía la preocupación sobre qué medidas llevaría adelante este gobierno, y desde Arteinsurrección nos propusimos empezar a organizar la respuesta por abajo en defensa de todos nuestros derechos. Por eso, arrancamos el año saliendo a la calle y pasamos el verano entero organizándonos. Con esta perspectiva, impulsamos la campaña “La UNA no se toca” con la que salimos a llenar la ciudad de afiches para visibilizar la lucha de nuestra universidad y tender lazos con vecines y sectores en lucha. Estuvimos en Télam para acercar nuestra solidaridad a sus trabajadores y también copamos la puerta del INCAA en defensa de nuestro cine. Fuimos protagonistas del masivo Cacerolazo Cultural en Congreso y estuvimos en cada parada en defensa del cine independiente.

En estas movilizaciones se destacó la intervención de la juventud. Cientos de pibes y pibas, jóvenes estudiantes o trabajadores de las artes nos movilizamos en defensa de nuestro futuro. El Nuevo CEAA fue un faro en estas peleas, como lo demostró cuando miles movilizamos frente al Gaumont en defensa del cine independiente. Ahí, la juventud tuvo un papel destacado, llenando de vida esa jornada: cientos de estudiantes de cine llegamos juntes, movilizades en una gran columna encabezada por el Nuevo CEAA y el CENERC, cantando bien alto que el INCAA no se toca. Con esa fuerza también nos plantamos frente a la represión del gobierno y agrupamos a trabajadores audiovisuales y estudiantes de distintas universidades, escuelas e institutos de arte detrás de la bandera del Nuevo CEAA, donde todes juntes bancamos la parada hasta el final y terminamos festejando que cayera el DNU de Milei.

Un Centro de Estudiantes que empuja a toda la UNA a salir a la calle

Así, comenzó un nuevo cuatrimestre en Audiovisuales, atravesado desde el minuto uno por la pelea en defensa de la Universidad Pública. Les estudiantes nos enfrentamos a los ataques oscurantistas y reaccionarios del gobierno de Javier Milei, que busca destruir la educación pública por completo, así como también nos enfrentamos con el boicot de las autoridades universitarias a nuestras medidas de lucha. ¿Por qué?  Porque además del gobierno en sí mismo, están los sectores políticos que le garantizan la gobernabilidad. Buscan sostener a Milei hasta que termine su mandato, votando sus propuestas en el Congreso y evitando convocar paros y medidas de lucha, para que no se organice y exprese la bronca social. Con tal de que no se cuestione el status quo que también les garantiza poder a ellos, prefieren que no se cuestione a Milei. Las autoridades universitarias peronistas y radicales, en lugar de defender la universidad pública, están preocupadas por defender sus puestos de poder dentro de ella.

La UNA no es la excepción. Hace más de una década que la rectora es Sandra Torlucci, militante de La Cámpora, y las autoridades que gestionan la universidad son distintos monigotes del peronismo, que a rajatabla aplican y defienden el presupuesto de ajuste siguiendo la línea de sus partidos. En la UNA Audiovisuales, el decano Marcelo Magnasco y la gestión del departamento tienen en su historial haber amparado al docente acosador Madedo, sin mencionar aún su vergonzosa intervención de rompehuelgas durante el conflicto universitario. Juegan para Milei, cuestión que desarrollaremos más adelante. Lo que queremos destacar en este punto es el desborde que todo el año corrió por izquierda a las autoridades peronistas en la UNA Audiovisuales, del cual nuestro centro de estudiantes fue protagonista.

La primera parte del año estuvo atravesada por peleas clave como la votación del Estado de Alerta y Movilización en el Consejo Superior, batalla donde fruto de la pelea del Consejero Superior de Arteinsurrección, Matías Brito, le torcimos el brazo al peronismo que no quería ni mover un dedo por fuera de la institucionalidad. Además, el Nuevo CEAA llevó a cabo las asambleas más grandes y participativas de la UNA y convocó a la primera vigilia de toda la Universidad durante el primer cuatrimestre. Advertimos que había que radicalizar la pelea contra Milei, explicando que a los gobiernos de extrema derecha se los frena con la fuerza de la calle y de forma independiente de los sectores que quieren sostenerlos y contener la lucha.

Coronamos las peleas dadas durante el primer cuatrimestre con la masiva Marcha Federal Educativa del 23A, donde todo el trabajo realizado desde que empezó el gobierno de Milei dio sus frutos en una enorme columna del Nuevo CEAA que, al llegar a la convocatoria de toda la UNA en la sede de Mitre, pisó tan fuerte que desbordó la campaña de miedo de las autoridades, que estaban en contra de cortar la calle Mitre y de que se mencionara a Milei en carteles y cantos. Además, nos abrimos paso hasta la Plaza de Mayo para gritarle a Milei que la educación pública se defiende.

No podemos dejar de mencionar que esta primera parte del año también estuvo atravesada por las elecciones estudiantiles donde con el 45% de los votos ArteInsurrrección refrendó la conducción del Nuevo CEAA por tercer año consecutivo. Le hicimos frente al contubernio entre las autoridades que hicieron todo porque la elección fuera lo más antidemocrática posible, el FULF que llevó adelante una campaña de derecha llena de mentiras y ataques a la izquierda y el FITU que les hizo de furgón de cola atacando al Nuevo CEAA y queriendo paralelizar el centro. Ante esa campaña sucia, con un contundente triunfo renovamos la conducción del centro de estudiantes, herramienta fundamental de cara a la segunda parte del año y el Estudiantazo.

El Estudiantazo como un paso adelante en la experiencia de les estudiantes de Audiovisuales

Como resultado de lo recorrido durante la primera parte del año, encaramos el segundo cuatrimestre con la clara orientación de que les estudiantes de la UNA fuéramos también protagonistas del conflicto educativo que se avizoraba. El veto al financiamiento universitario fue la chispa que encendió la pradera con miles de estudiantes que tomaron más de 100 facultades en todo el país en defensa de su futuro. En la UNA, el Estudiantazo fue toda una escuela de lucha para las nuevas camadas activistas que quieren pelear en defensa de la educación pública, donde se plantearon distintas batallas políticas para llevar la pelea contra el gobierno de Milei hasta el final, desbordando a las autoridades y las agrupaciones estudiantiles que querían frenar la lucha, además de los partidos de la izquierda como el FITU que le sacaron el cuerpo al Estudiantazo. En este marco, Audiovisuales fue un ejemplo de las peleas que más ampliamente nuestra agrupación, ¡Ya Basta!, estaba llevando adelante a nivel nacional.

En primer lugar, no podemos dejar de destacar que la toma de Audiovisuales nos deja un piso más alto en la experiencia de les estudiantes en la lucha contra Milei. Desde ArteInsurrección, nos plantamos en cada asamblea desde el primer momento para defender y explicar a nuestres compañeres por qué era necesario que les estudiantes subiéramos a la palestra a defender la universidad pública con medidas radicales como la toma de las facultades. En ese sentido, el veto al financiamiento universitario funcionó como la gota que rebalsó el vaso: luego de meses donde todos los partidos del régimen y sus agrupaciones estudiantiles le dijeron al movimiento estudiantil que confiara en el Congreso para frenar a Milei, tal como pasó con la Ley Bases y el veto a los jubilados, los diputados le dieron la espalda a la voluntad que se había expresado de a cientos de miles en las marchas educativas. Ese elemento y nuestra intervención que llamó desde el minuto cero a no confiar en las instituciones sino en nuestras propias fuerzas, tuvieron como corolario una nueva toma en Audiovisuales luego de 6 años.

Fue una toma repleta de participación con asambleas de más de 300 estudiantes, la permanencia en la facultad de alrededor de 50 compañeres cada noche y la organización de distintas iniciativas para impulsar la pelea en contra del veto de Milei. Llevamos adelante clases públicas, proyecciones, comisiones y dos festivales que por primera vez en la historia de la sede cortaron la calle Salguero. A su vez, las intervenciones en las asambleas destacaron la buena organización y el éxito de las iniciativas llevadas adelante en la toma. En este punto, se destacó el UNA PALOOZA: En defensa de la Educación Pública donde más de 2000 personas copamos la calle Salguero en defensa de la universidad pública. Junto a las canciones de Winona Riders, el Club Audiovisual, Sex Tape y No Me Toques, la calle repleta hasta Avenida Rivadavia cantó “Universidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode”. Además, trajeron su solidaridad al festival sectores de trabajadores que vienen enfrentando las ofensivas del gobierno de Milei como les trabajadores del SiTraRepA y el Hospital Bonaparte. Los lazos que tejimos durante el conflicto desembocaron en una entrega de alimentos donde entregamos lo recolectado en el festival a los trabajadores de reparto por aplicación y pudimos intercambiar sobre las peleas que venimos llevando adelante.

Bajo un gobierno oscurantista y ultrarreaccionario, como lo es el de Javier Milei, son fundamentales los balances y las conclusiones que sacan de la lucha quienes lo enfrentan. Por supuesto, la toma de Audiovisuales estuvo atravesada por peleas profundas que son un preludio de la guerra que será el año que viene, por lo que aún más valor tiene poder afirmar que nuestra intervención fue clave para que les estudiantes avanzaran en confiar en sus propias fuerzas y cerraran esta primera etapa del Estudiantazo sobre un piso más alto de experiencia y organización, listos para volver con renovadas fuerzas al segundo round contra el gobierno de Milei.

Audiovisuales: la madre de las batallas en la UNA

Audiovisuales fue el epicentro del conflicto universitario en la UNA. En primer lugar, fue el departamento que las autoridades peronistas no pudieron envolver bajo su ala. Mientras que en otras sedes lograron pasar maniobras para que no saliera la toma (como en Musicales) o que las asambleas estudiantiles se subordinaran a asambleas interclaustro donde el peronismo tiene más peso (Dramáticas), Audiovisuales les resultó un punto que se salía de su control. La toma fue sin autoridades, con los estudiantes a la cabeza y organizada en comisiones que se encargaron de las clases públicas, la seguridad, la limpieza, la comida y las iniciativas llevadas adelante. Como conducción del Nuevo CEAA, la toma de Audiovisuales nos calificó y permitió que les activistas de la facultad conocieran a través de la experiencia las posiciones y el compromiso con que ArteInsurreción milita todos los días. Así como fuimos les activistas de la toma, con compañeres poniéndole el cuerpo a todas las comisiones todos los días, en el terreno de la política, gracias a nuestra intervención, Audiovisuales fue de las primeras facultades en pronunciarse por la Interfacultades y la Marcha Educativa con les estudiantes al frente.

Por su parte, desde el primer momento las autoridades peronistas se dedicaron a boicotear el Estudiantazo en la UNA. En Audiovisuales, el ataque más evidente vino por parte del boicot a las clases públicas para que les estudiantes y les docentes no se acercaran a la toma y de esta manera vaciarla. En  un primer momento, el mismo día que se llevó adelante la asamblea que votó por primera vez la toma, en convocaron a una reunión interclaustro donde intervinieron desde un principio para cuestionar la realización de la toma y las clases públicas y atacar al Centro de Estudiantes. Desde su lugar de dirección del gremio docente (ADIUNA), las autoridades operaron para evitar que el movimiento estudiantil pudiera confluir con les docentes. Tan en contra estaban del Estudiantazo, que durante la toma de la sede de Salguero cerraron la sede de Rocamora para evitar que el conflicto creciera en Audiovisuales, impidiendo así que estudiantes que habían reservado equipos pudieran retirarlos, perjudicando directamente su cursada.

Las clases públicas que se llevaron a cabo en el marco de la toma fueron posibles por la organización de les estudiantes que se contactaron con cada docente y por la solidaridad de les docentes que no se dejaron amedrentar por el gremio y se acercaron a dar clase e invitar a les estudiantes a participar de la toma. A su vez, había mucha confusión sobre por qué la mayoría de las clases no se estaban llevando adelante y al principio muches compañeres no entendían por qué las autoridades querrían boicotear una medida de lucha que se planteaba en defensa del presupuesto universitario. En este punto nuevamente se probó el rol crucial de Arteinsurrección que explicó el papel traidor del peronismo en el conflicto universitario, donde la intervención de las autoridades los dejó expuestos ante el conjunto de les estudiantes. Por eso, en todas las asambleas les estudiantes por inmensa mayoría rechazaron cualquier tipo de negociación con las autoridades.

Por otro lado, el brazo estudiantil de las autoridades, el  Frente Universitario Leonardo Favio – FULF (La Cámpora y la Mella con vinculación directa con el Rectorado), también operó en contra del Estudiantazo desde el inicio del proceso. Con argumentos de derecha cuestionaron la fuerza de les estudiantes de Audiovisuales para llevar adelante una toma: “esto no es la UBA”, “esta facultad no le importa a nadie”, “no va a tener ningún impacto lo que hagamos nosotros”, “todos queremos cursar” fueron algunos de los puntos que destacaron en sus intervenciones por lo reaccionario de su orientación. Además, jugaron a meter miedo sobre qué era una toma, interviniendo para confundir o desmoralizar a les estudiantes para hacerles creer que su universidad era de segunda y no importaba. Por supuesto, dimos la pelea a brazo partido para desarmar cada uno de esos argumentos y denunciar que en realidad la intervención del FULF lo que dejaba claro era que el peronismo quería matar el Estudiantazo en Audiovisuales antes de permitirle nacer.

La ola de tomas en todo el país sumada a nuestra intervención los presionó por izquierda para que tuvieran que votar a favor de la toma en la siguiente asamblea. Siempre a regañadientes, siempre dispuestos a romper el espacio democrático a la primera de cambio. De esa manera, mientras las autoridades por arriba operaban contra la toma y las clases públicas, su brazo estudiantil por abajo trataba de minar las medidas estudiantiles y convencer de que la toma no debía tener continuidad de no haber clases. “Sin clases públicas, no puede haber toma” habría de ser su máxima, que presentarían primero por lo bajo y como si el boicot a las clases públicas fuera cosa caída del cielo sereno. Luego, con esa línea intervendrían en asambleas, en las pasadas por cursos, en el día a día, no casualmente jamás mencionando a las autoridades en ninguna de sus intervenciones. Sucedía que su verdadera posición se encontraba en lo que buscaban no decir: “si las autoridades no quieren, entonces no puede haber toma”.

Esta posición criminal deviene de que tanto las autoridades como las agrupaciones estudiantiles peronistas en el fondo no querían que avanzara la ola de tomas en todo el país y actuaron para contener el conflicto universitario. Tal es el nivel de la traición que están llevando adelante que el propio Milei confió en que actuarían de esa manera. Ahora, pretenden hacer pasar un balance de que la pelea llevada adelante no sirvió de nada, con el objetivo de desmoralizar al activismo y que las nuevas camadas que se sumaron a la lucha no lo vuelvan a hacer. Si esta fue su orientación para el primer año de gobierno de Milei, el año que viene su rol traidor de la lucha será mucho más profundo. El 2025 es año electoral y tanto LLA como el peronismo tienen acuerdo en que todo el malestar social que se está viviendo por abajo se canalice en una procesión hacia las urnas (donde están acordando para armar un escenario de polarización entre ellos) y no en la lucha transformadora de les de abajo, que puede llevarse puestos a Milei y a quienes quieren sostenerlo.

El FITU: de espaldas al Estudiantazo

Párrafo aparte merece la lamentable intervención de las agrupaciones del FITU durante el Estudiantazo. En primer lugar, criminalmente el PTS-Contraimagen no intervino a favor de la toma en ninguna de las asambleas, incluso cuando el peronismo expresamente esbozó argumentos reaccionarios para que no saliera. La frutilla del postre fue cuando el PTS intervino en una asamblea diciendo que “el horizonte no puede ser un Estudiantazo” a una semana de que estallara la ola de tomas en todo el país… La adaptación al régimen, la demagogia hacia el autonomismo antipartido, el sacarle el cuerpo a la militancia cotidiana tiene su precio. Así se demostró este año donde quedaron últimos en las elecciones sin conseguir los votos para tener siquiera una representación en el centro de estudiantes y cuando parte de su agrupación votó en contra de continuar la toma junto al peronismo y en contra del repudio a las autoridades. La intervención del PTS-Contraimagen durante el Estudiantazo demostró la gravedad de la deriva electoral por parte de su partido, cuya orientación de conseguir votos para Miryam Bregman un año antes de las elecciones los llevó a sacarle el cuerpo a las tomas en las facultades y ser furgón de cola del peronismo.  En su rabieta estalinista contra el Nuevo MAS que dirige cada vez más centros de estudiantes, la intervención del PTS-Contraimagen se centró en atacar al Nuevo CEAA, colocándose a un costado de las discusiones clave que se dieron en las asambleas, con una agenda ombliguista que demuestra que poco y nada les importa la experiencia y las conclusiones que saquen les estudiantes al calor de la lucha.

Otra intervención para el olvido es la del Partido Obrero-Rebelarte, que viene en retroceso en la juventud, subordinándose a la política del PTS y enflaquecido en cuerpo militante. Este año en Audiovisuales perdieron la representación que tenían en el Consejo Departamental, además de que los centros de estudiantes que dirigen (Visuales y Movimiento) funcionan como sellos de goma que llevan a tal o cual movilización sin organizar genuinamente a les estudiantes. Este vaciamiento les pasó factura durante el Estudiantazo, ya que las autoridades de Movimiento acapararon la iniciativa con el flashmob al que rastreramente quisieron acoplarse, finalmente siendo una remera rosa perdida del CEDAM que no tuvo protagonismo ni compitió dirección alguna. Por otro lado, en Visuales la situación fue incluso más trágica: la toma se levantó en una asamblea de crisis organizada paralelamente por el autonomismo y el PTS (el PO es la presidencia pero no fue parte). Además, el saldo del conflicto es que el CEAVI tiene dos redes de difusión, una oficial y una paralela, y el autonomismo les está minando el centro con una comisión de base que quiere paralelizarlo.

Ninguno de estos partidos apostó por el movimiento estudiantil durante el año, le sacaron el cuerpo a la juventud y, ante su claro retroceso y el crecimiento de nuestra agrupación, se hicieron de la calumnia y los ataques sin principios para querer frenar a la Juventud Anticapitalista del ¡Ya Basta! que no para de crecer y actualmente es uno de los partidos de izquierda que más Centros de Estudiantes dirige en todo el país. Cuando estalló el conflicto educativo para el que nos preparamos durante todo el año, nos calificamos entre el activismo mientras estas agrupaciones a duras penas pudieron hacer frente a la revancha de todo un año de errores políticos.

Una agrupación fortalecida al calor de la lucha contra Milei

Arteinsurreción atravesó el primer año de gobierno de Milei de forma más que exitosa. Nos forjamos al calor de un año repleto de desafíos, que probó nuestra madurez y capacidad de dirección, poniéndonos a la cabeza de un proceso donde Audiovisuales fue la vanguardia del movimiento estudiantil en la UNA. Ninguno de los resultados estaba dado desde un principio. Como fruto de la orientación consecuente que llevamos adelante durante todo el año con Arteinsurrección y el Nuevo MAS, la toma en la UNA Audiovisuales fue un éxito rotundo. Salimos de esta experiencia calificades ante el activismo y con una agrupación más preparada para enfrentar los desafíos que se vienen.

El conflicto educativo está lejos de haber concluido, más bien volverá con redobladas fuerzas el año que viene cuando les estudiantes regresemos a las facultades y las encontremos cayéndose a pedazos en un contexto de agravada crisis. Además, se vienen peleas muy duras contra el gobierno de Milei y todos los partidos del régimen que aumentarán la ferocidad con que presionan para que la crisis se canalice por vía electoral. En este punto no podemos solo referirnos a los partidos burgueses, sino que el FITU sigue también ese camino con Miryam Bregman a la cabeza, que de tanto coquetear con el régimen y sus instituciones dejó de sentir vergüenza de defender las proscriptivas PASO.

Sabemos que el año que viene se acercan enormes desafíos de la lucha de clases en Argentina y en el mundo y para eso nos preparamos. Ante el mundo en llamas que se avecina hay toda una generación que quiere llevar adelante hasta el final la pelea contra la extrema derecha a nivel internacional y contra Javier Milei en Argentina. Se trata de una juventud que ve que el capitalismo no va más y busca organizarse contra este sistema pérfido. Esa dinámica llegó para quedarse y el ¡Ya Basta! y Arteinsurrección se conectan y se alimentan profundamente de ese despertar antisistema para sumar a nuevos compañeres a una juventud socialista, militante y aguerrida que se prepara para un 2025 lleno de desafíos.

Con esta perspectiva que nos permitió salir fortalecides del Estudiantazo en Audiovisuales, queremos llevar a todos los departamentos esta experiencia que revoluciona la Universidad Nacional de las Artes. Sabemos que hay un espacio político vacante en todos los departamentos de la UNA: lo vimos cuando acercamos las campañas por el Boleto Educativo, el Campamento Anticapitalista, los festivales y más. Hay un espacio en la juventud que es para Arteinsurrección. En toda la UNA hay pibes y pibas que quieren dar la pelea contra Milei hasta el final, a quienes la traición del peronismo y el electoralismo decadente del FITU no pueden contener. Otra de las tareas que se nos plantean para 2025 es empezar a ocupar ese lugar y hacia allí vamos.

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