
Por Juan Baptiste
El martes 14 se dio a conocer un plan de despidos en el Ministerio de Agroindustria, más precisamente en la secretaría de agricultura familiar. Estamos ante un nuevo ataque del gobierno de Macri, que se suma a los despidos en el hospital Posadas , en el INTI y en Télam. Los estatales, sin lugar a duda, son el sector más golpeado por las políticas de Cambiemos.
Agroindustria es un ministerio que funciona como apéndice directo de lo más rancio de la patronal Argentina, la Sociedad Rural. En este sentido, la lucha de las y los trabajadores de esta dependencia tiene particular importancia, ya que se están enfrentando directamente a sujetos nefastos, como el esclavista Etchevere: un patrón de estancia con todas las letras, que pretende hacer pagar la crisis trabajadores, dejándolos sin trabajo, en vez de pagar impuestos él por sus millonarias ganancias.
En este sentido el ministro pretende reducir la planilla de empleados que actualmente cuenta con 4500 trabajadores , a 3000, sería la redacción de un cuarto de la planta de trabajadores a nivel nacional. El sector más afectado sería la secretaría de agricultura familiar que llegaría a 500 despidos a nivel nacional, dicha dirección se encarga de los programas vinculados a la explotación de la tierra en parcelas pequeñas (por lo general de pocas hectáreas) y de tierras vinculadas a comunidades originarias.
Los despidos se dieron en el área que contribuye con la formación y capacitación de los pueblos originarios y pequeños propietarios del suelo, brindando cursos y atención desde el Estado. Por otro lado, también facilita el acceso a materiales para poder producir la tierra. Es clarísimo que a la patronal agraria argentina, dueña o explotadora de hectáreas y hectáreas, rechaza la idea de no poder anexar todos los territorios en manos aborígenes o de pequeños productores a sus latifundios. Los despidos, como tales, son parte del acuerdo con el FMI para reducir el déficit fiscal: despedir, despedir y despedir en el sector público. Pero además, constituye una declaración política muy propia del macrismo: miseria para los pueblos originarios (o balazos, como para Rafael Nahuel) y ganancias millonarias sin para los empresarios de la tierra.
Mientras el gobierno pone a prueba a los trabajadores, la dirección sindical de ATE atrasa, cuando podría bien plantear medidas de lucha acorde a las circunstancias, más radicalizadas. Cuando, también, podría llamar a la unidad con el conjunto de las y los estatales que están pagando el ajuste con sus puestos de trabajo.
Hoy se llevará adelante una olla popular en las inmediaciones del Ministerio de Agroindustria, con el objetivo de visibilizar el conflicto y sumar a todos aquellos que aún tienen trabajo, a apoyar a los compañeros despedidos. La Corriente Sindical 18 de Diciembre estará presente, junto con Héctor Chino Héberling, dirigente del Nuevo MAS, para plantear la necesidad de unificar con Télam, los mineros de Río Turbio, el Posadas y todos los estatales afectados y construir una movilización al Ministerio de Modernización, el ente ejecutor de los despidos, la Gestapo de Macri.