Nuevas potencias: Ucrania en la reunión de Xi Jinping y Putin

Como parte de su alianza estratégica. Xi Jinping y Putin discutieron sobre su disputa geopolítica con Estados Unidos. La guerra de Ucrania, Taiwán y el comercio de hidrocarburos, entre los puntos principales.

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Culminó el viaje diplomático de Xi Jinping a Moscú. Putin y su par chino dieron una declaración conjunta este martes en la que comentaron la reunión de 4 horas mantenida el día lunes. El lugar destacado se lo lleva la supuesta «propuesta de paz» realizada por Xi Jinping como salida a la guerra en Ucrania.

Paz a la china

Entre los 12 puntos que trascendieron de dicho borrador se destaca «el respeto de la soberanía y la integridad territorial de todos los países» y la «reducción de riesgos estratégicos» asociados especialmente a posibles ataques nucleares.

En realidad, nada hay de novedoso en la propuesta china. El borrador que trascendió a los medios se limita a pasar por escrito las fórmula diplomáticas del caso sin dar demasiadas precisiones concretas. Por poner un ejemplo, habría que aclarar qué «integridad territorial» sería la que debería respetarse: ¿la de Ucrania al comienzo de la guerra o la de Rusia impuesta por la fuerza? ¿Qué sucedería con los territorios hoy anexados por Rusia (Crimea, Dónetsk y Lúgansk)?

China decidió dejar estos puntos abiertos a la libre interpretación. Putin, por su lado, viene de realizar una gira por la ciudad de Mariúpol, un enclave estratégico en el territorio ocupado de la cuenca del Donbás. Clara señal de que el reclamo territorial de Rusia sobre dicha región es un objetivo central en la incursión militar iniciada hace ya más de un año.

Putin se limitó a señalar que «consideraría» seriamente la propuesta de paz china y alabó la vocación pacifista de Xi. El otro punto de concordancia entre ambos líderes fue el rechazo de «cualquier forma de independencia» para Taiwán frente al Estado chino. Desde hace varios meses, Taiwán se convirtió en un punto de tensiones concentradas en la escena geopolítica. Mientras China continúa su reclamo sobre la isla (separada del Estado continental tras la Revolución maoísta del ’49), Estados Unidos y sus aliados sostienen su apoyo diplomático al gobierno taiwanés y rechazan cualquier posible incursión militar china.

«Colaboración estratégica»

La propuesta de paz realizada por Xi es más un gesto geopolítico que un intento de llegar a un acuerdo real. El gobierno chino sabe que Rusia no está dispuesta a sentarse a negociar con Zelensky, como el propio Putin dejó en claro tras la reunión del lunes. Pero la visita de Xi Jinping a Moscú intenta enviar un mensaje al mundo y, sobre todo, a Biden y la OTAN.

El mensaje es simple: no sólo Occidente, sino también China tiene intereses en juego en la disputa de Ucrania. Xi espera ingresar a la mesa de negociaciones diplomáticas para demostrar el protagonismo que China desea en la escena geopolítica. Se trata de un desafío claro al papel de EEUU, quien luego de la caída de la URSS supo convertirse en gendarme del mundo.

Tras la reunión del lunes, Putin dijo que las relaciones bilaterales Rusia – China se encuentran «en el mejor momento de la historia». ¿Cuáles son los intereses estratégicos compartidos por ambos gobiernos? Es claro que Putin y Xi encabezan dos proyectos de imperialismos en construcción y, por lo tanto, desean desafiar la preponderancia de Estados Unidos como primera potencia mundial. Esto no significa que dichos Estados posean al día de hoy los recursos (ni económicos ni militares) para superar a la potencia norteamericana, especialmente en el caso ruso. Pero la incursión de Rusia en Ucrania configuró en sí misma un desafío al orden unipolar establecido luego de la caída del Muro de Berlín.

Lo que es indudable es que ambos Estados tienen planteados puntos de confluencia de intereses en dicha disputa. En concreto, la guerra generó en cortocircuito en el flujo de energía rusa (gas y petróleo) a las potencias de la Unión Europea. China está interesada en comprar dicha energía.

No casualmente Putin anunció este martes que se pondrá en marcha la puesta en pie del Power of Siberia 2, un gasoducto que conectará Siberia con el noroeste de China.

La inquietud occidental

«Que el presidente Xi viaje a Rusia días después de que la Corte Penal Internacional emitiera una orden de detención contra el presidente Putin sugiere que China no siente ninguna responsabilidad de hacer que el Kremlin rinda cuentas por las atrocidades cometidas en Ucrania y que, en lugar incluso de condenarlas, prefiere dar cobertura diplomática a Rusia para que siga cometiendo esos mismos crímenes«, dijo Anthony Blinken, Secretario de Estado de los EEUU en una rueda de prensa.

Con estas palabras señalaba el funcionario las preocupaciones del imperialismo yanqui sobre las relaciones China – Rusia. Es claro que dichas preocupaciones no tienen nada que ver con la supuesta sensibilidad democrática de los Estados Unidos. En todo el planeta es sabido que EEUU fue pionero de los crímenes de guerra durante el último siglo. No hace falta más que mencionar el Plan Cóndor que llevó al poder a más de una dictadura sangrienta en Latinoamérica.

La preocupación estadounidense es puramente geopolítica. Y no se trata de si China y Rusia tienen hoy por hoy el poderío militar para desafiar abiertamente a la OTAN. Se trata de cuáles son las condiciones geopolíticas (militares pero también económicas) para el reparto del planeta entre las potencias imperialistas. Tras largas décadas de indiscutida primacía yanqui, Rusia decidió reclamar sus propios «derechos» imperialistas sobre el territorio ucraniano. Ahora China, la segunda potencia del planeta, ha declarado sus intenciones de intervenir en la disputa.

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