La CGT, las CTAs, la mayoría de los sindicatos, el PJ presidido por CFK y todas sus variantes, hasta Grabois, son responsables de que el gobierno de Milei siga atacando a los trabajadores y sectores populares. Faltaron a todas las citas claves y determinantes.
Con argumentos más o menos ridículos han colaborado para que Milei siga gobernado. “Le deseamos suerte por el bien de todos los argentinos” dijo CFK. Otros menos sutiles dijeron que si caía Milei iba ser peor porque asumiría la Villarruel, “que es peor”.
Mientras el Gobierno de Milei arroja a la pobreza a millones, al despido y desocupación a otros tantos, ataca los derechos humanos, los derechos democráticos, las organizaciones sociales, persigue a los luchadores, gobierna por decreto y veto… A pesar de semejante ataque, la estrategia de CFK, del PJ y la burocracia sindical tradicional es defender la gobernabilidad que el mismo gobierno ataca.
¡No es que sectores importantes de trabajadores no quieran pelear, es que los dirigentes siempre evitaron profundizar la lucha para que se vaya Milei!
Hagamos un breve recordatorio de las traiciones de la burocracia sindical: 12 de junio día de la votación de la Ley Bases II, la CGT y la CTA’s no convocan a paro general con movilización; los pocos gremios que concurren se van antes de la votación y camioneros directamente se queda a 5 cuadras.
El día que se votaba el rechazo al veto de la Ley Jubilatoria, tampoco llamaron al paro y la movilización, que fue casi exclusivamente de la izquierda. Lo mismo ocurrió con el rechazo al veto de la Ley de Financiamiento Universitario, ni paro, ni movilización.
La lucha en las calles fue reemplazada por la negociación, fuera y dentro del Congreso.
El parlamento mostró su verdadero rostro antiobrero y su obscena decadencia, votos que se compran y se cambian, ausencias repentinas, cargos en el exterior, regateo de leyes, etc.
Los partidos del sistema no se han privado de nada. El parlamento ha mostrado su verdadera esencia: una cueva de bandidos al servicio de los ricos y poderosos, incluido el mileísmo que muy rápidamente se acomodó en la casta.
El acto del 5 se inscribe en el reciente acuerdo entre CFK y Milei para bajar el proyecto de ley de “Ficha limpia” y hacer más proscriptivas las elecciones, favoreciendo al peronismo y el oficialismo.
Llamado bajo las conocidas y recurrentes consignas peronistas «La patria no se vende y por un Argentina sin hambre, con paz, justicia social y soberanía», se podría decir que es el primer acto electoral en vista a las elecciones del año 2025.
Los trabajadores y el pueblo, las decenas de miles de despedidos estatales y del sector privado, los millones con salarios y jubilaciones debajo de la línea de pobreza no pueden esperar hasta las elecciones del año que viene.
En este marco varias de las organizaciones de izquierda a sabiendas de quienes convocan y su programa, han decidido marchar y asistir al acto con un programa independiente.
Esto último no cambia la ecuación, van de furgón de cola de una convocatoria que no es tomada realmente por ningún sector en lucha y mucho menos por las bases de las organizaciones convocantes. Van a sumar a la confusión lavándoles la cara a sectores especialistas en «discursos de lucha» y de poca acción real, que proponen una salida política ligada al peronismo. Van a llamar a votar, no a luchar.
Es la misma política histórica de la burocracia sindical de condenar el futuro de los trabajadores a una salida política patronal como el peronismo
Desde la Corriente Sindical 18 de Diciembre impulsamos la lucha contra el gobierno de Milei y los capitalistas, en una perspectiva independiente de la traidora burocracia sindical y el peronismo. Es momento de tener claridad sobre quienes son nuestros enemigos, sus cómplices y aliados.