
La defensa pretendía quitarla pero se mantuvo gracias a la lucha de su madre, Florencia Cabrera, junto al resto de familiares y vecinos, acompañados por la agrupación Las Rojas.
Claudia tenía una relación con Núñez desde adolescentes y formaron una familia. En 1997 se separaron a causa de la violencia que ejercía contra ella. Años después retomaron la convivencia que terminó de la peor de las formas, la violencia se recrudeció y Claudia tenía planificada la separación. Después de una discusión, Núñez la asfixió y la apuñaló con un destornillador. Aún contando con la confesión del femicida y de los testimonios de sus familiares, la defensa intentó “demostrar” que no había un contexto de violencia de género. Esta provocación no pasó, gracias a la inmensa fuerza de su familia y de su lucha en las calles.
En diálogo con Izquierda Web, la precandidata a concejal por el Nuevo MAS y Las Rojas en La Plata, Laura Granillo dijo “En este juicio, lo que estaba en juego no era específicamente la condena, porque la condena iba a ser perpetua. El problema central era porque se sostenga la condena sea por femicidio. Desde el primer Ni Una Menos a esta parte, la mayoría de los casos de violencia de género llegan a juicio como femicidios, no obstante eso, en el momento de la condena le quitan esa carátula. Para nosotros es muy importante que a Núñez se lo condene por lo que es, un femicida. Eso lo logramos porque estuvimos en las calles y no por esta justicia patriarcal”