
En principio, esta medida iba a ser por solo un día y contó con alrededor de 4 cortes, pero el apoyo del pueblo de Añelo dio el impulso para que los cortes en ese sector se mantuvieran, logrando que para el día siguiente comenzaran a multiplicarse bloqueando el corazón del yacimiento de Vaca Muerta. La decisión era clara: los cortes no se levantan hasta lograr la mesa salarial.
Los autoconvocados lograron de esta manera tocar uno de los bienes más preciado de los capitalistas, la explotación petrolera.
Con el correr de los días empezaron a llamar la atención de los medios y comenzaba a percibirse los primeros efectos de pérdida económica para las patronales multinacionales del petróleo.
Y un día los elefantes sentaron al gobierno
Luego de tres días de corte en la ruta petrolera y una movilización de más de 5mil personas en el centro de la capital neuquina, Llegó la noticia de una mesa de mediación convocada por el gobierno, a través del jefe de fiscales José Gerez, en momentos que la multitudinaria movilización se acercaba a Casa de Gobierno. La primera línea había logrado luego de más de cuarenta días de lucha que el gobierno tuviera que reconocer a los autoconvocados.
El sábado se dio inicio a unas idas y venidas en el marco de una mesa de “dialogo” dónde la ministra de gobierno Vanina Merlo y la ministra de salud Andrea Peve, en representación del gobierno, en principio negaban la posibilidad de dar paso a una discusión salarial, manteniendo el mismo argumento de que los autoconvocados no contaban con representación gremial. El primer día finalizó con un cuarto intermedio, y los 20 delegados de los hospitales llamando a fortalecer los cortes en Vaca Muerta.
El domingo se retoma la discusión. Esta vez el gobierno comenzó a mover a su tropa. Primero la burocracia sindical de ATE Neuquén larga un comunicado firmado por varios de sus delegados afines, dónde exigían a las ministras y al fiscal Gerez que desconozcan a los autoconvocados, y por ende, que no discutan salario con ellos. Luego comenzó a circular en los medios locales una carta de la cúpula del MPN en apoyo al gobernador Omar Gutiérrez. Y para completarla comenzaba a aparecer los primeros aprietes de parte de petroleros afines al Secretario General del sindicato Guillermo Pereyra, alentados por el propio gobierno.
En esta oportunidad, y luego de varias horas de discusión, el gobierno realiza una nueva maniobra que consistía en que para “destrabar” el conflicto llamaba a los representantes de ATE y UPCN para discutir salario pero sin los autoconvocados. Pero los delegados de los hospitales, apoyados en la fuerza de los cortes y la movilización que los acompañaba afuera de la ciudad judicial, lograron desactivar está maniobra y que el gobierno tenga que ceder una vez más y entablar una discusión salarial a realizarse al día siguiente. Aquella ministra Merlo que en el acto por el 2 de abril, al ser interceptada por los autoconvocados, decía que no podía hablar de salario con ellos porque no tenían representación gremial, tuvo que reconocerlos y llevar una propuesta salarial para el día lunes. Un paso más hacia delante en la lucha.
El lunes se retoma la mesa, está vez para discutir salario. Una inmensa concentración de trabajadores de la salud, distintas organizaciones, docentes, ceramistas, agrupaciones y partidos de izquierda, como la Corriente Sindical 18 de Diciembre y el Nuevo MAS, acompañaban fuera de ciudad judicial a los delegados de los autoconvocados.
El panorama no fue en definitiva el de la discusión salarial. Las condiciones que la ministra planteaba era que tenían que levantarse los piquetes para recién ellos evaluar qué propuesta podían realizar. Lo que sucedía es que las cámaras empresarias del petróleo ya calculaban las pérdidas, producto de los duros piquetes, en 10 millones de dólares. Esta posición del gobierno dejaba claro sus intereses, que no son las de mantener en condiciones la salud pública ni menos que menos reconocer el esfuerzo de la primera línea de salud dando lugar al aumento del 40%, sino que su preocupación es la de mantener en alza los intereses económicos de las multinacionales petroleras.
Ante el planteo del gobierno se dio un nuevo cuarto intermedio, esta vez los delegados dejaron en claro que los vuelvan a convocar cuando el gobierno tenga propuesta de aumento salarial y que los piquetes no se levantan, mientras hacían un llamado a fortalecer los mismos.
El bono miseria de $30.000 en cuotas
El día martes, ya sin convocatoria a mesa salarial, el gobierno a través de una conferencia de prensa realizada por la tarde, decretaba un bono para el personal de salud de $30.000 en tres cuotas, argumentando que este era un justo reconocimiento al personal de salud y que era el máximo esfuerzo que el gobierno podía realizar.
Esto despertó la bronca de la primera línea de salud que rápidamente rechazó este bono miseria, saliendo a responderle al gobierno con un ruidazo por el centro de la capital neuquina y bancando las provocaciones de los camioneros en los piquetes.
Para el martes la convocatoria a los piquetes vino en aumento, con compañeros de los hospitales que no habían participado de los piquetes y ahora se volcaban de lleno a estos y el apoyo de los pueblos para el personal de salud siguió en aumento.
La lucha al día de hoy ha tomado un alcance nacional importante, con repercusión mediática y apoyo de figuras políticas como Manuela Castañeira por el Nuevo MAS. Pero es llamativo que las direcciones sindicales nacionales como la CGT y las de ATE y la CTA Autónoma no convoquen a un paro nacional, siendo que estos últimos vienen apoyando la lucha de salud en la provincia pero no a nivel nacional.
Es necesario para torcerle el brazo al gobierno un paro nacional de las centrales sindicales así como la realización de acciones en los principales puntos del país de todas las agrupaciones combativas. Así como dar pasos en la organización de todas las compañeras/os de salud para dar continuidad a este proceso histórico. Creemos que para esto hay que agruparse y organizarse, es por esto que invitamos a todos/as las compañeras/os de salud a sumarse a y la Corriente Sindical Nacional 18 de Diciembre para continuar con la lucha de sacarnos de encima a la burocracia sindical y plantear una alternativa dónde el sindicato pase a manos de la base estatal.
La lucha aún no termina y los elefantes de la salud de Neuquén pisan cada día más fuerte. Desde ya están haciendo historia, y será más aún cuando consigan la victoria.