
El día martes 14 de diciembre desde el ¡Ya Basta! de Filosofía y Letras de la UBA realizamos una visita guiada a la ex-ESMA, centro clandestino de detención durante la dictadura del ’76, acompañadxs por nuestros compañerxs «Chino» Heberling y Ana Vázquez.
Nos propusimos realizar esta visita a lo que fuera la Escuela de Mecánica de la Armada porque entendemos que las jóvenes generaciones militantes necesitamos estar en contacto con la historia de nuestro país y reafirmar cada día nuestro compromiso con la lucha por los derechos humanos. Contra la extrema derecha negacionista, contra los intentos de reconciliación como fue el 2×1 que quiso pasar Macri y las declaraciones de Alberto de que es hora de «dar vuelta la página» con respecto a las Fuerzas Armadas, estas visitas nos recuerdan la verdad de lo que fueron y siguen siendo el ejército y la marina: fuerzas para la represión de la clase obrera y todxs lxs luchadorxs.
El recorrido por el Museo Sitio de Memoria nos puso en contacto con uno de los momentos más brutales de la represión en nuestro país, llevada a cabo como un plan sistemático para exterminar a una generación joven, obrera y estudiantil, que en aquél momento militaba, dentro de un país convulsionado, por acabar con todas las formas de explotación y opresión. Con distintas filiaciones políticas, tácticas y estrategias, eran militantes que luchaban por el socialismo y se organizaban para tirar abajo el sistema. Contra ellos se dirigió la furia y violencia inhumana de los militares, entrenados por el imperialismo internacional y sostenidos por el poder económico en Argentina, que se llevaron a 30.000 valiosísimxs compañerxs.
Luego de la visita, en un café próximo al predio, pudimos escuchar los relatos del Chino y Ana, que militaron durante la dictadura en el PST. El Chino nos habló del contexto de radicalización política que se venía desarrollando a fines de ’60 y principios de los ’70, cómo el gobierno de Perón, luego Isabel y López Rega, no logró contener la fuerza de una clase obrera que estaba en pie de lucha. La burguesía y el corazón del Estado burgués, sus fuerzas armadas, entendieron que ya no era suficiente con las vías democráticas para sostener el régimen capitalista en el país y planificaron la represión. Para el 24 de marzo de 1976, ya estaban organizados los grupos de tareas y los centros clandestinos de detención, listos para el golpe.
El Chino también nos habló, en contrapartida, de la resistencia obrera, de las huelgas que periódicamente se sucedían por la liberación de compañerxs detenidxs y desaparecidxs, por las condiciones salariales y laborales. La lucha y la militancia pasaron a ser clandestinas pero no por eso dejaron de existir.
En ese sentido, también Ana nos transmitió su experiencia con las redes de solidaridad que se tejieron entre las organizaciones y las familias y allegados de los presos políticos y los desaparecidos, que fueron fundamentales para que no se caiga la organización y para contener a quienes atravesaban la detención legal o ilegal. Ambos compañerxs nos transmitieron la importancia del sostenimiento de la moral en tiempos de represión y del valor de las convicciones firmemente establecidas que los empujaron a seguir organizados aún en los momentos más duros.
Fue una jornada muy movilizante, que atravesamos con mucho dolor y también alegría por poder decir que continuamos hoy con la lucha de lxs compañerxs de los ’70, lxs que siguen con nosotros y lxs que fueron desaparecidxs por el golpe. Estos momentos de encuentro de capas de generaciones son fundamentales para dar continuidad a la transmisión de la experiencia y darnos herramientas a quienes en este nuevo siglo empezamos nuestro camino en la militancia revolucionaria. Una militancia que se propone terminar con las fuerzas represivas y el Estado burgués en sí mismo, un organismo de dominación sobre la clase obrera y todxs lxs oprimidxs que reviste formas más democráticas o más dictatoriales según su necesidad. En honor a lxs compañerxs detenidxs-desaparecidxs de la ESMA, levantamos las banderas en la lucha por el socialismo.
Finalmente, queremos compartir las reflexiones de Hector «Chino» Heberling sobre la jornada, que con profundidad y belleza transmiten lo que fue este encuentro militante:
«Sinceramente me siento satisfecho, completo y orgulloso, porque la tarea del militante revolucionario es histórica, y hoy puedo afirmar sin lugar a dudas que nuestra organización el Nuevo Mas tiene mucho futuro, en esta juventud militante que se suma al desafío de cambiar este mundo horrible por uno libre de explotación, opresión y destrucción del planeta. Gracias a la juventud del Nuevo Mas, los llevo siempre en el corazón y siempre juntos en el camino de la revolución.
Un recuerdo para todas y todos mis compañeras y compañeros del PST.
«¡Presentes! Hasta el socialismo siempre!»
Violeta Alonso
Secretaria General del CEFyL
¡Ya Basta! Filosofía y Letras UBA