
“Mueva, mueva, mueva Poli mueva”, cantaban esta mañana los estudiantes de la ESEA N°1 (más conocida como Polivalente de arte) de Esteban Echeverría mientras transitaban las calles de Monte Grande, en una gran caravana junto a docentes y familias de la comunidad educativa. El fervor y la movilización organizada tiene un objetivo: una renovación estructural y ampliación del edificio en el que estudian.
Los reclamos que expresan en sintonía los chicos son claros: “La pasamos mal, se nos está viniendo encima todo, no tenemos baños, no tenemos comedor. Queremos que nos escuchen”, cuenta María, alumna de 2° año.
La gesta de esta movilización se forjó desde el corazón de esta escuela, una de las cinco de la Provincia de Buenos Aires especializadas en arte. Desde los padres y docentes autoconvocados y de los propios estudiantes, como Manuel e Indiria, que fueron a hablar curso por curso para salir a las calles, cansados de promesas y burocracia estatal.
“No podemos seguir esperando que nos respondan las cartas. Son actas que tardan meses, se envían al Intendente, al jefe y para más arriba. La única salida que tenemos es haciendo esto, saliendo a las calles”, explican estos chicos de 6to.
“En un contexto pospandemia es muy terrible que haya aulas tan chicas, las pocas que hay están en malas condiciones y con mucha gente”, agregan.
Padres, alumnos y docentes grafican que el colegio está preparado para 300 alumnos y son más de 600/700 los que están estudiando hoy día. Tampoco alcanzan los auxiliares, los docentes ni los preceptores. Este año recibieron una propuesta de la construcción de dos aulas nuevas, algo insignificante en un contexto de “una institución detonada, desbordada”, advierten.
“Es como poner una curita en una herida enorme”, explica con agudeza Manuel, que ya este año terminaría de estudiar, y su lucha es por los chicos que tienen que seguir en la escuela.
Paredes descascaradas, algunas electrificadas, techos con pérdidas, el salón de danzas con su piso astillado, los baños son químicos, y que las aulas son pocas y no están acondicionadas para las distintas disciplinas artísticas, son algunos de los reclamos.
“Para poder hacer clase de danza, los chicos tienen que sacar las mesas de las aulas, toda una movida”, explica una madre.
Y en efecto, las madres de la comunidad están en pie de lucha, tanto Mayra como María sostienen que el reclamo seguirá, incluso podrían movilizar a La Plata, adelantaron.
“Venimos hace muchos años con este reclamo. Por ejemplo, lo más patético es que hay un aula que tiene 25 chicos en un núcleo de 2,5 por 2,5. Una desidia total”.
“Esto recién empieza, vamos a tocar a quien tengamos que tocar para que nos respondan. Estamos todos muy comprometidos”, aseguran.
Vida y Berenice, las más pequeñas que arrancaron este año, tiene todo por delante, y ya están en plena lucha por su futuro: “Es algo emocionante estar acá, queremos tener baños, queremos que se mejore todo para poder estudiar bien, por nosotras y por nuestros compañeros”, cierran.
La movilización partió del Polivalente, se dirigió a Jefatura Distrital, luego al Consejo Escolar y culminó en el Municipio de Esteban Echeverría. En ese transitar muchos vecinos adhirieron con bocinazos y gestos de apoyo en las calles, es que se trata de una escuela muy querida por en distrito, y forma parte de muchas otras que están sufriendo un fuerte abandono en infraestructura.