Miseria salarial: Docentes por debajo de la línea de pobreza

En medio de la discusión paritaria docente sale a la luz que el sueldo promedio está por debajo de la línea de pobreza y el salario inicial no llega a la línea de indigencia

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Por Pablo Perez

 

Los docentes del país enrolados en la CTERA, Sadop y Conadu realizaron la semana pasada una contundente huelga por 72 horas contra la propuesta salarial del 20,5% ofrecida por el gobierno. Protagonizaron también una importante movilización que expresó la bronca con la miseria salarial que propone el gobierno de Macri y Vidal bajo la tutela del Fondo Monetario Internacional.

Mientras se llevan las negociaciones paritarias en 11 de las 24 provincias argentinas, es un buen momento para recordarle al gobierno nacional que su propuesta salarial con respecto a sus propios números ubican a los docentes bajo la línea de la pobreza y muy lejos de superarla.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) publicó en un informe que se necesitan 26.442 pesos mensuales para no ser pobre y un docente en promedio cobra 20.000 pesos al mes (sin calcular los descuentos). En la provincia de Buenos Aires, epicentro del reclamo, un docente que comienza a dar clases apenas si supera la línea de la indigencia ubicada en 11.000 pesos con un salario de 16.000.

Mientras que el ministro de trabajo de la provincia, Marcelo Villegas, calificó a la huelga como “una falta de respeto” distintos organismos, que nada tienen de “desestabilizadores”, expusieron un ranking donde ubican al sueldo docente argentino en el puesto número 36 sobre 37 países. Un informe elaborado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) deja en evidencia que el sueldo anual en nuestro país acaricia los 20.000 dólares anuales, mientras que el promedio está por arriba de los 40.000.

Para sumar elementos a la ecuación, recordemos que el año pasado después de una dura lucha traicionada por la burocracia sindical celeste, el gobierno de Vidal decretó un aumento del 32%, con una inflación muy por arriba del 45 que publicó el INDEC. Esto deja a nuestros docentes con un sueldo que ya arranca más de quince puntos por abajo de la inflación del año pasado. Cada vez la línea de la pobreza se aleja más y más del bolsillo docente.

Como si esto fuera poco, la negociación tiene por epicentro a la provincia de Sandra y Rubén, víctimas del abandono estatal de la educación que se llevó puesta una escuela producto de una fuga de gas a la que las autoridades hacían oídos sordos y obligaban a los docentes a trabajar igual. No sólo esta situación no se revirtió en la provincia. Ni siquiera solucionaron los problemas de Moreno, ciudad donde ocurrió el crimen.

Macri y Vidal quieren que los docentes vayan a trabajar a escuelas que son verdaderas trampas mortales para trabajadores y alumnos, con salarios de miseria y paritarias que los perjudican aún más. Y si los docentes paran, amenazan con atacar su derecho a huelga descontando los días de paro. El vocero de la cartera provincial de trabajo lo dijo clarito: “No es lo mismo ir a trabajar que no ir. No podemos pagar un servicio que la comunidad no recibió”.

Sin caérsele la cara, este Ministro acusa a los docentes de “faltarle el respeto” cuando se manifiestan por salarios que no llegan a superar la línea de la pobreza en escuelas que se caen a pedazos. Esta bronca que hierve la sangre es la que motoriza a cientos de miles de docentes a desafiar la amenaza del gobierno y llevar la lucha en defensa del salario, la educación y de su dignidad.

En este contexto, la oferta de Vidal del 20% es una burla que no alcanza ni a la mitad de la inflación del 2018. Hay que organizarse en asambleas por escuela para votar la continuidad del no inicio y una nueva movilización contra la miseria salarial del Macri y Vidal.

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