La cuenta de X-Twitter «Oficina del Presidente» difundió la posición oficial de Milei frente al Golpe de Estado en Bolivia. “La Oficina del Presidente repudia la falsa denuncia de golpe de Estado realizada por el gobierno de Bolivia el día miércoles 26 de junio, y confirmada como fraudulenta en el día de la fecha”. «Confirmada» por quién, no se sabe.
El desvergonzado golpismo del comunicado dice que «la democracia boliviana está en peligro» pero “No por un golpe militar, sino porque históricamente los gobiernos socialistas derivan en dictaduras. Sobran ejemplos: Cuba, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte”. Los golpe militares, entonces, no serían un riesgo para la democracia porque a Milei no le gusta Corea del Norte. Esta manera de razonar no es razonar, ni es política diplomática: es casi decir que les hubiera gustado que triunfe el golpe de Zúñiga. Pero sin decirlo. En breves frases, Milei niega toda la historia del siglo XX de golpes militares en América Latina. Porque simpatiza con esos golpes de estado.
La referente del Nuevo MAS, Manuela Castañeira, repudió el absurdo golpismo de la posición oficial del gobierno de Milei. «Milei denuncia que el intento de golpe que hubo días atrás en Bolivia no fue tal. Es más, en su comunicado además pide la libertad de los golpistas Camacho y Jeanine Añez» dijo en Twitter-X. «Este gobierno es una vergüenza que muestra abiertamente su intención represiva y sus intentos de desconocer las más elementales libertades democráticas.»
Milei denuncia que el intento de golpe que hubo días atrás en Bolivia no fue tal. Es más, en su comunicado además pide la libertad de los golpistas Camacho y Jeanine Añez.
Este gobierno es una vergüenza que muestra abiertamente su intención represiva y sus intentos de… https://t.co/IEQqC7YbrC
— Manuela Castañeira (@ManuelaC22) July 2, 2024
Señaló también las debilidades del gobierno: «Sin embargo con estas bravuconadas también muestra su impotencia. No solo porque en Bolivia el pueblo en las calles derrotó a la asonada golpista, sino también porque sabe que en Argentina, ante cualquier ademán antidemocrático real que no sean solo palabras en los medios, la movilización popular que podría estallar asestaría un golpe letal al gobierno y a sus operetas fascistoides.»