
“(…) Si Milei gana las elecciones, Trabajo será una secretaría dentro de un nuevo Ministerio de Capital Humano y se mantendrá la Superintendencia de Servicios de Salud, un puesto clave que siempre es codiciado por el sindicalismo porque administra los fondos de las obras sociales. Es el organismo que reemplazó a la ANSSAL, que Barrionuevo condujo cuando Carlos Menem fue presidente. (…)”
El apoyo explícito de acuerdos en el nombramiento de ministerios y otras “yerbas” entre el dirigente gastronómico y Javier Milei, si éste asume la presidencia del país, no nos sorprende, pero sí nos indigna. Nuestra bronca no es contra una “casta” inventada caprichosamente, sino contra una capa superprivilegiada de la sociedad, que no tuvo empachos (ni los tiene ahora) en hacer acuerdos con sectores patronales, burocráticos (y hasta con algunos de las FFAA), para seguir siendo parte del poder y del dinero.
Luis Barrionuevo invitó para este martes a un evento de recaudación de fondos en Parque Norte (administrado por Armando Cavalieri, del sindicato de Comercio), convocando a empresarios y gremialistas. La “retribución” del candidato libertario serían las dádivas enunciadas al comienzo de esta nota. No tiene ninguna importancia que antes apoyara la precandidatura de Wado de Pedro…
Sean éstas o no las dádivas acordadas, lo que los hechos muestran con cristalina transparencia es que entre ambos, dirigente histórico de la burocracia sindical peronista y referente líder de La Libertad Avanza, no hay límites para establecer vínculos económicos y políticos para favorecer las arcas sindicales y someter aún más a los/as trabajadores/as.
La burocracia sindical, siempre fiel… a sus intereses
Desde el surgimiento de esta burocracia sindical, los acuerdos han sido siempre espantosos, en contra nuestro. Los logros y conquistas fueron porque fue desbordada, la lucha desde abajo los impusieron.
Qué nos va a sorprender si hicieron acuerdos a nuestras espaldas con todas las patronales y los dirigentes políticos de turno, aunque tuvieran las manos manchadas de sangre obrera (traicionando a dirigentes de su “palo” como Oscar Smith, desaparecido el 11 de febrero de 1977 por encabezar una huelga en Luz y Fuerza Capital, ¿alguna vez recuerdan que lo hayan nombrado siquiera?) para contener al movimiento obrero, evitar que se desmadrara cuando entró en acción en las calles, en las canchas, en todos lados, al grito de: “¡Se va a acabar, se va a acabar, la dictadura militar!”
Pero sí debemos tener en claro que este nuevo acuerdo, si lo llevan adelante, significa un ataque más (y superior) a nuestras condiciones de vida y nuestras necesidades. Porque estos señores se juntan para tener más beneficios para ellos y la clase opresora que representan. No es para que nosotros/as, los/as que laburamos todos los días, o los/as que lo hicimos durante más de 40 o 50 años, estemos mejor.
Crean esa falsa expectativa en trabajadores/as o jóvenes que no tienen ningún derecho, no conocen esa palabra. Pero esta dupla (y otras) que se creen alrededor del candidato libertario no son para concedernos más plata en el bolsillo o vacaciones, días por enfermedad, etc. Son para “estrujarnos” aún más. “¿Aún más? No puede ser más”, nos dirán seguramente muchos/ass. Con humildad pero con firmeza les respondemos que sí, que aún hay planes más devastadores de los poderosos para someternos a niveles de más pobreza y precariedad laboral. Y hacernos callar la boca.
Por eso el discurso de Milei es contra la “casta”, pero no le pone nombre ni apellido a ninguno de ellos, ni habla media palabra sobre lo que nos interesa: salarios, vacaciones, sometimiento al FMI, derecho a la protesta, etc, etc.
Es un acuerdo más al que debemos repudiar. Pero con eso no alcanza. Debemos ponernos en marcha y organizarnos desde cada lugar de trabajo y estudio, desde cada espacio social que compartamos, para salir a las calles para enfrentar los nuevos ajustes de todo tipo y color que nos preparan para después de las elecciones. Éstos también vienen, y en forma muy dura, de parte de La Libertad Avanza… contra nosotros/as.
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