El recorrido comenzó en Parque Central de Ciudad y desembocó en Casa de Gobierno.
En la jornada de hoy se llevó a cabo una importante y masiva movilización en rechazo de una nueva Ley de Educación que presentó el gobernador Rodolfo Suárez. Sin embargo, el pueblo mendocino no se deja engañar por un gobierno que en reiteradas oportunidades ha intentado ir en contra de su voluntad -como con la Ley 7722 y Portezuelo del Viento-.
Desde el sector de trabajadores de la educación y estudiantes manifestamos que este proyecto es un gran retroceso en la lucha incansable que llevamos en defensa de la educación pública y de calidad, pues no asegura una real participación, promueve más desigualdad entre las escuelas y familias ya que no todos los estudiantes cuentan con conexión ni computadoras -sólo el 30% de los hogares tiene conexión estable-, legaliza la bimodalidad sin garantizarla y los negocios de empresas tecnológicas, busca ajustar, precarizar y municipalizar las Escuelas Artísticas Vocacionales -excluyéndolas de la órbita de la DGE y además reduciendo a la educación artística a un mero entretenimiento-, promueve la ESI pero no se impone la obligatoridad, además, busca controlar mediante el ciberpatrullaje -que va a recaer sobre docentes, estudiantes y familias que no estén de acuerdo con la política de turno y se manifiesten en defensa de la educación con todo el peso del Código Contravencional-.
En la provincia se venían realizando plenarios escolares departamentales, en los cuales se expresaba la necesidad de realizar un caravanazo masivo en Capital, con caravanazos anteriores en distintos departamentos del Gran Mendoza.
En Casa de Gobierno se hicieron oir las organizaciones sindicales, partidos de izquierda, SUTE, SADOP, Asamblea Maipucina por el Agua, el Frente de Unidad Estatal, docentes, estudiantes, trabajadores de la educación, familias autoconvocadas y la de Escuelas Artísticas Vocacionales.
Tomar las calles sigue siendo nuestro modo de defensa frente a un gobierno que busca atropellarnos constantemente y donde el Estado no garantiza ni lo más elemental para toda la comunidad educativa. Es momento de llamar a paritarias, discutir urgentemente los problemas que el sistema educativo tiene hoy y participar masivamente en las asambleas escolares y en los plenarios para construir un gran plan de lucha.
Debemos seguir organizándonos para evitar la sanción de este proyecto de ley de carácter privatista y de ajuste. Como el agua, la educación tampoco se negocia.