El «plan de estabilización» de Massa para noviembre: ajuste y congelamiento de precios

Massa estaría preparando un brutal ajuste de shock para noviembre con el objetivo de bajar la inflación.

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nuevo acuerdo de Massa con el FMI

Bajar la inflación sería, en teoría, el paso siguiente del ajuste de Sergio Massa. Pretende poner en marcha un plan de «estabilización» para llevar a la inflación a valores mas cercanos al 30%. La idea sería un ajuste de shock de variables asociadas al tipo de cambio, tarifas y salarios para luego congelarlas por cuatro meses. En una reunión de Massa con los empresarios mas importantes del país, se discutió sobre este plan y se mencionó como fecha posible el mes de noviembre.

La acumulación de reservas a cómo de lugar, pero sin tocar el bolsillo de los sectores mas concentrados de la economía, el dólar soja; a quita parcial de subsidios a las tarifas de luz y de gas, a suba de tasas de interés por encima de la inflación, el ajuste en Educación y Obras Públicas, fueron todos pasos previos a este.

Hace unos días, el secretario de Programación económica, Gabriel Rubinstein, publicó en su cuenta de twitter que “el impulso monetario de origen fiscal, sería compatible con una inflación del 40% anual. Desde el Gobierno, actuaremos para mejorar el sistema cambiario y sobre los factores de inercia”.

El plan de «estabilización»

Emmanuel Álvarez Agis es uno de los economistas más consultados por Massa. Según él “una inflación de 100% anual no equivale a una inflación del 25% multiplicada por 4, sino que existen diferencias cualitativas que implican que a esta velocidad de aumento de precios, la paritaria no sea una herramienta efectiva para incrementar el poder adquisitivo del salario”. Se trata de mismo asesor que hace unos meses había propuesto congelar las paritarias.

Así, el «plan» constaría de varios pasos. Primero, lo que ya vienen haciendo: recorte y ajuste neoliberal clásico. Reducir el déficit, conseguir dólares y, de paso, con el recorte de inversiones de capital del Estado «enfrían» la economía. Segundo: un ajuste de shock, con aumentos repentinos de tarifas, dólares y variables de ese tipo. En noviembre se descargaría esos aumentos sobre los bolsillos de las mayorías, de una manera repentina y brutal. Tercero, «congelamiento» de esas variables por cuatro meses con acuerdo con los grandes empresarios y la burocracia sindical. 

El salario es lo único que pueden controlar

Antonio Aracre, director General de Syngenta, es uno de los CEOs con más cercanía al gobierno. Presentó a distintos funcionarios ese «plan» de ajuste de variables que puedan estar «desfasadas»: dólar, tarifas y salarios; para luego ir a un congelamiento.  Se refiere a un congelamiento de los salarios y tal vez del dólar oficial y las tarifas, pero no de los precios.

La orientación para los próximos meses para bajar la inflación sería entonces una combinación de ajuste brutal neoliberal con políticas de intervención estatal fracasadas. En noviembre, «shock» a la manera de los noventa. Hay que prepararse para un aumento generalizado de tarifas. De ahí en adelante, «acuerdos» de precios y salarios, congelamiento de ambos por cuatro meses. De implementarse este plan, de que va a haber «shock» no pueden caber dudas. Pero los «acuerdos de precios y salarios» no han hecho otra cosa que fracasar. Siempre ha pasado lo mismo: se «acuerda» congelar los salarios y se los congela, pero los precios siguen su rumbo ascendente. No puede haber dudas: esta «estabilización» puede ser devastadora para los trabajadores.

 

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