De la marcha también participaron miles de trabajadores de otros gremios, especialmente estatales. La columna de UEPC capital estuvo en cabeza por la consigna de rechazo al ajuste de Llaryora y Milei, con una bandera llevada por miembros de la directiva de la nueva conducción.
«Traigan a Llaryora y a Milei. Para que vean, que el docente no cambia de idea, pelea, pelea por la educación» fue el cántico coreado por decenas de miles en la manifestación masiva en el centro de Córdoba.
La consigna unificó a los trabajadores en una pelea común contra el gobierno provincial y el gobierno nacional. Tanto uno como otro están ajustando a la educación y a los trabajadores de las aulas. La grieta de los votantes de ambos en la provincia fue superada por los intereses comunes de los trabajadores contra el ajuste. Independientemente de los resultados electorales, los enemigos de los trabajadores están de ambos lados de la «grieta» electoral en la provincia.
El acuerdo salarial que propone Llaryora a los docentes es miserable, y va en la misma línea de ajuste al FONID y el rechazo a la paritaria nacional de Milei. No implica una recomposición ni de la mitad de lo perdido en el más del 50% de inflación de los dos últimos meses. Es un recorte salarial de hecho.
La masiva movilización, con la inmensa mayoría de docentes junto a UEPC capital, pone contra las cuerdas el miserable aumento que quiere imponer el gobierno de Córdoba. El rechazo es ampliamente mayoritario. Se pone de pie de nuevo el movimiento surgido desde las escuelas el año pasado -por salario, por la infraestructura, por las condiciones de la educación en general_ que culminó en la organización masiva de los colegios y la recuperación del sindicato de capital.