La docencia cordobesa llevó a cabo este martes una nueva jornada histórica de lucha, una de las más importantes del país. En su segundo día de paro, la movilización contó con la participación de más de 30 mil docentes y un acatamiento del 80%. La primera conclusión que saca la docencia es que este conflicto se puede ganar.
El principal reclamo es por un aumento salarial acorde a la canasta familiar. En ese marco, la marcha reflejó el clima de ebullición y descontento que se vive en las escuelas contra las políticas de ajuste de los gobiernos de Llayora y Milei, con escuelas destruidas, recarga laboral, cierres de cursos y jubilaciones miserables.
Esta lucha es la continuidad de la rebelión docente que nació en 2022, sumado a la bronca por la paritaria truncada de este año, que comenzó con el quite del FONID en el sueldo docente y el desconocimiento por parte del gobierno provincial del acuerdo paritario del año 2023. Además de la pérdida de los fondos de coparticipación para las provincias por parte de Milei, todo lo cual profundizó el deterioro en la infraestructura escolar.
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Esta pelea no comenzó con la movilización de ayer, se viene gestando con las numerosas asambleas y peleas que viene dando la docencia, apoyándose y haciendo uso de la herramienta que significa haber recuperado la delegación capital. Así, existen innumerables reclamos por condiciones de enseñar y aprender, por la resistencia a los cierres, a la sobrecarga laboral, a las jubilaciones miserables. Hay también, y es fundamental, un apoyo nunca visto por parte de la sociedad que legitima aún más el reclamo docente. Estas expresiones de lucha se manifestaron en cada una de las acciones previas, como en las acciones zonales, las volanteadas en las canchas, etc.
El rol de la UEPC Capital y la oposición provincial en el desarrollo del conflicto
El gobierno de Llaryora se respalda en la conducción de la junta central de la UEPC Provincial Celeste para hacer pasar los acuerdos, atacando el salario y garantizando la continuidad de las clases en cualquier condición.
Pero la rebelión docente culminó el año pasado con una de las conquistas más importantes del país: recuperar la estratégica delegación de UEPC Capital con la lista “Unidad desde las escuelas”. Conformada a través de un proceso de plenarios, la lista es integrada por todas las agrupaciones de oposición que sostuvieron la rebelión y también activistas independientes en su directiva. La Agrupación Carlos Fuentealba fue una de sus principales impulsoras y forma parte. Esto se convirtió en una referencia provincial y nacional, y a partir de ahí se organizó la oposición provincial.
Lo primero que intentaron el gobierno y la Celeste para que se aceptara la propuesta salarial fue dividir, planteando que el rechazo se debía a una interna con la delegación de izquierda de UEPC Capital, lo cual causó una indignación total, ya que más del 80% de las asambleas escolares de la provincia rechazaron la propuesta. No es un dato menor porque UEPC Capital y las delegaciones de oposición canalizaron la bronca, cuya posición fue respaldada con la respuesta inmediata de toda la docencia, que se sintió ninguneada por el gobierno y la conducción Celeste.
El paro y la movilización del 5 y 6
El lunes, primer día del paro, se vieron por todos lados decenas de asambleas zonales y medidas de visibilización organizadas por la docencia autoconvocada, acompañadas por las agrupaciones docentes y la directiva de la UEPC Capital. Hubo actividades a lo largo de toda la jornada en Plaza España, Mujer Urbana, Plaza Colón, Alberdi, Las Flores, Centroamérica, Arco de Córdoba y Alta Córdoba, todos puntos de la ciudad de Córdoba. Pero también en el interior: Alta Gracia, San Francisco, Río Cuarto, Río Tercero, entre otros.
El martes, el acatamiento al paro fue de más del 80%. Nutridas delegaciones del interior llegaron a la capital provincial para unirse a la marcha. La docencia marchó con las banderas de sus escuelas, acompañada de intervenciones artísticas, redoblantes y cantos en contra de Llaryora y de Milei. Fue llamativo cómo se organizaron las escuelas, ya que la columna de la conducción Celeste era de tres cuadras, mientras que la docencia -tanto de la capital como de muchas delegaciones- se organizó en la columna de UEPC Capital, marchando detrás de la bandera, con la directiva encabezando más de ocho cuadras de docentes.
Desde la UEPC Capital se exigió al gremio provincial la realización de asambleas escolares para poder discutir el plan de lucha. Los y las docentes quieren tomar en sus manos el ritmo del conflicto y no dejarse ningunear por la dirección Celeste de Cristalli, que desconoce los mandatos de las asambleas y la voluntad docente.
Esta nueva parada deja a la docencia con la moral alta y tanto al gobierno como al sindicato en jaque en la negociación paritaria. Las escuelas exigen ser escuchadas, y no solo por salario, sino también por infraestructura, trabajo en condiciones dignas, contra el maltrato laboral, que se regularice el cargo de docentes de apoyo a la inclusión y se les pague adecuadamente, mejores condiciones del Paicor, derogación de la nefasta Ley 10.694, que deja a las jubilaciones en la indigencia, y contra los descuentos por los días de paro. Todos estos reclamos hacen que el conflicto sea estructural. También rechazan la reforma a la educación que pretenden imponer con la esencialidad y el número cada vez mayor de docentes sin trabajo estable, con suplencias, horas interinas, cierre de cursos y despidos en escuelas privadas.
Tanto el gobierno como el sindicato están preocupados por como esta situación puede impactar en la próxima elección de delegados/as escolares. La docencia no quiere perder la oportunidad de renovar un cuerpo de delegados combativo y que represente realmente sus reclamos. Ahora la docencia tiene que decidir cómo seguir y exige asambleas escolares para no permitir que la Celeste y el gobierno enfríen la lucha.
Conflicto nacional
Desde la Agrupación Carlos Fuentealba, reafirmamos hoy más que nunca que es necesario que se convoquen asambleas escolares y un plenario de delegados para darle continuidad a un plan de lucha. No podemos permitir que una vez más la conducción Celeste de CTERA mire para otro lado, dejando a las provincias aisladas.
Neuquén, Jujuy, Entre Ríos, Santa Fe y Chaco, entre otras, se encuentran con paros y medidas de fuerza. Por todo esto, es cada vez más fuerte y urgente el pedido y exigencia de paro nacional a CTERA.