Días antes de la sesión del Congreso Provincial de la Asociación Judicial Bonaerense se conoció la sentencia del Tribunal Criminal N 1 de Mar del Plata, dejando impune el femicidio de Lucía Pérez, y condenando al autor Farias y su cómplice Offidiani a 8 años de prisión por venta de drogas.
El Congreso se expidió por mayoría repudiando el fallo, adhiriendo al Paro de Mujeres en la fecha que se resuelva, y por moción de nuestro congresal, exigiendo la destitución de los tres jueces del fallo, por amparar femicidas.
Un tenso debate se registró a partir de nuestra moción; para Judiciales Unidos Bonaerenses (peronismo y kirchnerismo) una cosa es repudiar el fallo y otra muy distinta exigir la destitución de jueces, por lo que votaron en contra. La misma actitud tuvieron en Mar del Plata antes que se conociera el fallo, a través de un comunicado donde expresaron su apoyo a los jueces y la sentencia que en definitiva dictasen.
No sólo eso, sino que basándose en argumentos técnicos (la supuesta falta de pruebas) negaron el carácter machista y patriarcal del fallo, concluyendo que los jueces “otra cosa no podían hacer”, dado las fallas de la fiscal del caso. Sin embargo, a lo largo de todo el fallo se indaga en la sexualidad de la víctima, sus amistades, su personalidad, sus costumbres, sus relaciones familiares, y escolares, todo su pasado, para determinar si fue abusada o no. Los jueces concluyen que sin “juzgar la vida sexual de la víctima” surge que “sus vivencias” “alejan por completo la posibilidad que hubiera sido sometida sin su voluntad”
Del femicida, en cambio, lo que sabemos es que, además de vender droga, antes de su encuentro con Lucía “compró una Cindor y medialunas” para compartir con ella, por lo que “Es evidente que estas actitudes no son las asumidas habitualmente por las personas con intención de cometer un hecho tan aberrante como por el que resulta acusado”
Además, que no cosificaba a las mujeres porque le decía “te amo” a su ex esposa y que Offidani tenía en su historial web un sin número de páginas «pomo», que se trata de situaciones de carácter íntimo que no constituyen prueba de cargo y que deben quedar exenta de la autoridad Judicial: todo lo contrario a lo que hicieron exponiendo la vida íntima de la víctima ”Lucia tenía 16 años y Farías 23, por lo que sería muy forzado hablar de una situación de desigualdad o superioridad, sobre todo teniendo en cuenta la personalidad de Lucía que no se mostraba como una chica de esa edad, y además había referido mantener relaciones sexuales con hombres de hasta 29 años”
Este no es un fallo aislado: cotidianamente la justica bonaerense nos muestra su carácter machista y patriarcal, amparando femicidas, violentos y violadores. Pero desde el #NiUnaMenos en el movimiento de mujeres se empezó a plantear la necesidad de enfrentarse en las calles a la Justicia patriarcal, y de que son el Estado y sus funcionarios los responsables políticos de sostener esta barbarie, de educar en la impunidad, y por eso es parte de nuestro programa la destitución de todos los jueces y funcionarios que amparan la violencia hacia las mujeres
JUDICIALES CLASISTAS