“El tribunal juzga desde el 27 de octubre último a 17 represores, entre ellos Miguel Etchecolatz, por los delitos cometidos en los centros clandestinos de detención conocidos como Pozo de Banfield, Pozo de Quilmes, y El Infierno, en Lanús.” (17/06/2021, Tiempo Argentino)

El gobierno negacionista de Macri intentó liquidar la memoria histórica de los 30.000 compañeros/as detenidos/as desaparecidos y le salió el tiro por la culata. En lugar de lograrlo, reavivó la pelea sostenida durante décadas.

El gobierno de Alberto Fernández trata de evadir el tema y se hace el distraído con la entrega de la totalidad de los archivos en poder del Estado (y los que se pudieran encontrar si hubiera una búsqueda al respecto) a los organismos de derechos humanos.

A pesar de la pandemia y los intentos denodados de represores y sus aliados de lograr la libertad vigilada para todos los genocidas presos y parar la instancia judicial, no han logrado totalmente ni lo uno ni lo otro.

Miguel Ángel Etchecolataz y otros tristemente emblemáticos represores presentes en la memoria colectiva siguen en la cárcel. El juicio que condenó el  11 de junio pasado a 5 represores, que se desarrolló con el nombre de Contraofensiva Montonera, dictó perpetua con “cárcel común” para los condenados (con una excepción a resolverse más adelante).

Aunque a cuentagotas, los juicios continúan. En uno de los que se sigue desarrollando, el llamado Juicio Brigadas Banfield, Quilmes y Lanús, hubo un testimonio que puso en la palestra una demanda “archivada”, pero no descartada.

Una de las nietas que declaró en el juicio, Valeria Gutiérrez Acuña, cuya mamá transitaba el quinto mes de su embarazo cuando fue secuestrada y desaparecida, en su testimonio reclamó por la sanción de la ley que condene a los negacionistas. Contundente: “El testimonio de Valeria finalizó con un pedido claro: bregó por una ley que no permita el negacionismo. ‘Es doloroso cuando se niega, descalifica y se descalifica a los desaparecidos fueron personas con sentimientos, proyectos y ganas de tener una sociedad más justa’, aseguró.” (www.laretaguardia.19/6/21)

¿Se acuerdan? Una discusión que surgió en el 2020, previo a la marcha del 24 de Marzo. Se puso el tema nuevamente sobre el tapete. Al respecto, nos pronunciamos claramente: “(…) Las leyes contra el negacionismo, su penalización, pueden ser una herramienta para no dar amparo civil a los asesinos de uniforme, a negarles la posibilidad de organizarse y tener poder nuevamente. Una ‘multa’ es algo apenas menos que tibio. Hay que meter presos a los negacionistas para que los genocidas nunca más puedan levantar cabeza. La sangre de nuestros compañeros no será negociada.” (Izquierdaweb, Son 30 mil: Los negacionistas deben ir presos, Federico Dertaube, 24 marzo 2020)

La diputada del Frente de Todos Patricia Mounier, del Frente de Todos, presentó un proyecto en el Congreso en marzo de este año… y ahí está, durmiendo el sueño de los justos…

Nuevamente, el testimonio de un familiar remueve el avispero para avanzar, desde la Memoria, hacia la Verdad y la Justicia.

Tomamos el guante más que justo expresado por la nieta y junto con ella y todos/as los/as que la apoyamos decimos:

¡Los negacionistas deben ir presos!

¡Por la entrega de los archivos de la dictadura!

¡Juicio y Castigo!

¡Nunca Más!