Llegó el «¿maxi cepo?» y una fantasía: no hay dólares culpa de los pequeños ahorristas

Luego de varias semanas de diferentes rumores de todo tipo, finalmente se conocieron las nuevas restricciones que apuntan, según el gobierno, a  eliminar la sangría de reservas del Banco Central que se encuentra –medido por libre disponibilidad- en niveles críticos.

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Las medidas que Guzmán  presenta como un “castigo” al dólar financiero, con el objetivo de no devaluar, las podemos agrupas en tres conceptos: 1.- operaciones del mercado financiero; 2.- dólar ahorro, y 3.- nuevas restricciones para empresas.

Operaciones del mercado financiero

Restringen las operaciones para no residentes, y hay cambios en el “parking” (tiempo de espera luego de la compra para para vender títulos, valores o lo que sea para hacerse de dólares) ampliándolo a 15 días en algunos casos.

Dólar ahorro

1- Se descontarán del cupo de Dólar Ahorro (USD 200)  los consumos en moneda extranjera efectuados mediante tarjetas de crédito.  Y si el monto consumido supera el máximo disponible por mes, el excedente pasará a descontarse de cupo del mes o meses subsiguientes, así hasta compensar los gastos consumidos.

2- Se incorpora  un recargo de 35% en concepto de retención del impuesto a las ganancias al Dólar Ahorro –incluyendo los gastos en el exterior con tarjeta-. A un dólar de  $ 79.25  se le suma el impuesto PAIS (30%) con lo que el valor real asciende a $ 103, y desde ahora –bajo este concepto de retención, que en la declaración anual de ganancias, se debería “descontar”- el banco adicionará un 35% más, llevando el valor del dólar adquirido a niveles de $ 139.

Operaciones de empresas

Los vencimientos entre el 15/10 de este año y el 31/3 del próximo que tengan relación con endeudamientos financieros con el exterior del “sector privado no financiero”deberán presentar al BCRA un plan de refinanciación, porque al momento de acceder al mercado de cambio (el dólar de $80)  no deberá superar el 40% del total del capital que vence (para deudas superiores a 1 millón de dolares)y por ende el 60% restante deberá ser refinanciado con un nuevo endeudamiento con una vida promedio de 2 años.

Según adelantó el presidente del Banco Central, Miguel Pesce,  hay vencimientos de deuda corporativa por US$3300 millones,  y que  «no son más de 10 las empresas que tienen vencimientos de deuda hasta diciembre y a las que se les pide que reestructuren parte de su capital». Larestricción apunta  a las empresas endeudadas  con obligaciones negociables (ON) en dólares. Pero  la principal afectada con esta medida es YPF, la empresa controlada por el Estado, que tiene que hacer frente a un pago de US$415,8 millones en marzo próximo.

El mito argentino de la falta de divisas

Si hay una falacia que recorre  la historia argentina es aquella llamada la “restricción externa” que versa sobre la falta de dólares (que deben servir para producir y no para guardar según “Alverso” Fernández) En el período más reciente del kirchnerismo  2003-2015 la balanza comercial de bienes y servicios fue favorable en más de 120.000 millones de dólares, a pesar de lo cual Cristina tuvo que implementar el cepo, porque 45.000 millones de dólares se fueron por el pago de intereses y 83.000 millones por el giro de dividendos.

En el periodo macrista de 2015-2018 se fueron por esos dos conceptos más  47.000 millones de dólares en total, pero como la balanza comercial no fue favorable, entonces nos endeudamos para financiar ese flujo al exterior.

Y para la situación actual, el economista oficialista Claudio Lozano lo resumen así en Página 12: “El país tiene dólares, el Banco Central no” y da cuenta que “Argentina tuvo en 2019 un saldo comercial de unos 15.900 millones de dólares y el de este año se proyecta cercano a los 17.000 millones. Pero ocurre que los dólares que la Argentina acumulara en 2019 se fueron en concepto de pagos de deuda y fuga de capitales.” (Nada nuevo bajo el sol).

En un tímido intento de diferenciar al Alberto, esboza Lozano que  “Distinto es el  caso de lo que está ocurriendo en 2020. “Pese a la presentación mediática del tema, que ubica al dólar ahorro en la picota de la responsabilidad sobre lo que está ocurriendo, es conveniente aclarar que la fuga de capitales o el atesoramiento en divisas no ha sido este año el problema. Por este concepto solo salieron entre enero y Julio 1826 millones de dólares” (aunque acá omite agosto y setiembre donde hubo una fuerte escalada).

Los factores importantes serían que “los exportadores liquidaron 3.267 millones de dólares menos de lo que deberían haber liquidado”(¿el gobierno solo puede mirar?).

Y que “la otra gran  causa del consumo de divisas ha sido el pago de deuda por intereses y capital, tanto pública como privada. Entre enero y julio, se fueron es 4.789 millones por intereses y se canceló capital por 4.276 millones. Es decir es 9.065 millones se lo llevó el endeudamiento” ¿qué tiene de distinto el 2020 entonces?

Resume Lozano: “el mito de la falta de dólares no se aplica en el presente contexto. Y el tema no ha sido el dólar ahorro. Ha sido el consumo de dólares por deuda pública y privada (u$s 9065 millones) y lo que no liquidaron los exportadores (u$s 3.267 millones). Por estos conceptos se fueron u$s 12.332 millones. Por la «fuga del dólar ahorro», apenas salieron 1.826 millones.”

Como será de ajustadora contra los pequeños ahorristas la medida, que  se lamenta Lozano de haber pagado a los bonistas mientras se renegociaba la deuda,  y no haber limitado el pago de préstamos al exterior antes. Pero Lozano no pasa de los suspiros, no propone alternativas.

El cepo no es para todos

Según Ámbito Financiero de hoy el Gobierno no aplicará restricciones al giro de dividendos en divisas al exterior para las empresas internacionales que inviertan en el país. Y, no lo hará, promete, en toda la gestión; aunque la situación de las reservas empeore. La alternativa no está escrita en ninguna de las disposiciones del Banco Central  pero, la sospecha concreta era que sería una alternativa más que podría aparecer sólo horas después de los anuncios. Una alta fuente del gobierno afirmó que “si el día de mañana, por ejemplo Chevron -o cualquier otra empresa- quiere invertir, lo podrá hacer sin inconvenientes y se la va a poder llevar la ganancia a donde quiera. El circuito será: obtiene una ganancia, la cambia al precio actual, y se la lleva” sin   ningún tipo de restricción a que este tipo de empresas pueda acceder a los dólares al precio oficial (sin PAIS ni el 35% de Ganancias) y girar esos beneficios al exterior.

En esto el maxi cepo a los mini ahorristas se queda atrás del cepo de Cristina, que hacia el final de su segundo mandato puso restricciones al giro de dividendos al exterior. Claro que esto no evitó la aparición de mil maniobras para seguir fugando divisas.

Como conclusión el gobierno castiga centralmente a  los sectores populares sacándoles  la única alternativa real de ahorro, Pero esto no solucionará el problema de la falta de divisas del Banco Central, por su escasa magnitud comparada con las maniobras de los exportadores y la fuga de divisas de los grandes empresarios, algo que el gobierno solo está dispuesto a limitar levemente cuando no lo quede más remedio (o sea dolares en el BCRA). En definitiva, el “maxi cepo”, que es difícil incluso calificarlo como parche a nivel global, solo puede calificarse como el primer paso de una “maxi devaluación” con su impacto en los precios y la baja del salario real,  a la que los trabajadores debemos enfrentar en la calle, para que la crisis la paguen los capitalistas y dejen de fugar sus ganancias.

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