Israel busca profundizar su plan de exterminio y limpieza étnica del pueblo palestino con un nuevo plan, aprobado este domingo, que implica el despliegue de las fuerzas militares en la Franja de Gaza, el desplazamiento de 2 millones de personas y la gradual ocupación del territorio por parte de colonos.

Tras provocar la ruptura del alto al fuego, luego del último intercambio de rehenes llevado a cabo a principios de año, el gobierno de Benjamin Netanhayu quiere profundizar la ofensiva, que ya dejó un saldo de 52.000 fallecidos, en su mayoría niños y mujeres, escuelas y hospitales destruidos y miles sin hogar.

Israel tiene el apoyo de Trump para aplicar una «solución final» de limpieza étnica de la Franja de Gaza. En febrero, en una conferencia desde el Salón Oval junto a Netanyahu propuso desplazar a casi 2 millones de palestinos «de forma permanente» y poner la Franja de Gaza bajo control militar yanqui, como una colonia más de Washington.

El Estado terrorista y colonial buscará con la nueva política comenzar a controlar mayores porciones de la zona, con la administración y presencia de las fuerzas militares. El objetivo inmediato es obligar a todos aquellos palestinos que aún resisten en la cercanía a la Franja a mudarse hacia el sur.

La primera fase estará acompañada del ingreso de civiles israelíes para continuar con el plan de ocupación, que inició 75 años atrás, y que se recrudeció en los últimos años. A largo plazo, pretenden eliminar por completo a Palestina del mapa.

Cabe destacar que Israel ya controla al menos un tercio de la Franja, motivo por el cual ha logrado evitar que ingrese la ayuda humanitaria. Son constantes las violaciones a los derechos humanos y denuncias de una gran parte de los organismos internacionales burgueses, como la ONU.

El plan ya se puso en marcha, con la movilización de una cantidad importante de reservistas de israelíes, con el fin de contribuir en las campañas de guerra en Gaza.