Por Agustín S.

La planta de la autopartista estadounidense Lear, ubicada en Escobar (una de las 3 que posee en el país, junto a la de Pacheco y la de Córdoba), produce asientos para la PSA Peugeot-Citroen, de El Palomar. Esta última paralizó recientemente el 100% de su producción hasta el mes de abril, suspendiendo 1000 obreros.

Por consiguiente, habrá suspensiones también en Lear, donde los trabajadores suspendidos cobrarán el 75% de su salario hasta el 12 de abril, existiendo la posibilidad de que luego de esta fecha las suspensiones se transformen en despidos: “Los pedidos disminuyen desde diciembre. Esperemos que en abril se reactive, pero no sabemos a qué volúmenes. Estamos preocupados, no queremos despidos», declaró recientemente Antonio Zamprano, delegado de Lear de la Asociación Obrera Textil de Escobar (1).

Es que la crisis de la industria automotriz no se reduce a Lear, sino que es una realidad generalizada en el conjunto del sector. En el mercado interno, la actividad automotriz cayó un 47,5% en el último año, comparando el primer bimestre de 2019 con el mismo período del 2018 (2). A esto se suma la crisis de la industria automotriz en Brasil, principal destino de las exportaciones automotrices argentinas (la mayor parte de las plantas automotrices de la Argentina se dedican a producir la piezas que se ensamblan en Brasil). Así, las autopartistas instaladas en la Argentina se quedan sin demanda tanto en el mercado interno como externo. Esto se agrava por el funcionamiento en cadena propio de la industria automotriz, donde cada planta produce sólo una autoparte específica, que se ensamblará luego en otra fábrica: es imposible que una empresa disminuya o paralice su producción sin afectar a las demás, generando un efecto dominó que termina repercutiendo en el conjunto del sector (3).

Es entendible el temor de los trabajadores de Lear ante la posibilidad de despidos, frente a la situación económica del país. A nivel nacional, los últimos números del INDEC anticipan que las patronales industriales se dedicarán a despedir y recortar a lo largo del año, redoblando el ataque sobre los trabajadores, aumentando el desempleo y el nivel de explotación del trabajo (4). La política económica del gobierno de Macri en general, con tasas de interés siderales, apunta a profundizar la recesión económica que vive el país.

En el plano internacional, el panorama es igual de desalentador. Además de la crisis automotriz en Brasil, la economía mundial capitalista no ha logrado salir de la crisis abierta hace ya más de una década y que no tiene pronóstico de cerrarse en el futuro cercano.

En este contexto, los despidos ya han empezado a aparecer, como en el caso de la Pilkington, donde se desarrolla hace ya dos meses una heroica lucha por la reincorporación ante el intento de la patronal de atacar el convenio colectivo de trabajo y barrer con el activismo, reconocido por haber ganado importantes conquistas. En la planta cordobesa de la misma Lear ya son 44 los despidos en el último año, y en Metalpar fueron 600 trabajadores los que quedaron en la calle luego del cierre de la planta.

A esto se suma la amenaza de 430 despidos en la multinacional Fate, a través de la maniobra del preventivo de crisis (5), así como 900 suspensiones en Iveco, 700 en Honda, 1500 en Renault y 2000 en Fiat Chrysler y las ya mencionadas en PSA Peugeot Citroen. Es claro que los potenciales despidos en las autopartistas del país ascienden a miles.

Con una industria en recesión y miles de despidos en puertas, es de esperarse que el transcurso del año traiga importantes conflictos obreros en la industria automotriz (6), que podrían ser el contrapunto del clima de calma electoral que pretende instalar el gobierno de Macri para poder hacer pasar el ajuste con mayor facilidad.

• 1. https://www.baenegocios.com/negocios/Autopartista-Lear-suspendio-al-40-del-personal-de-su-planta-de-Escobar-20190325-0086.html
  2. https://www.pagina12.com.ar/183215-suspensiones-en-la-fabrica-lear
  3. Cabe recordar el caso de Gestamp, en el que la paralización de esa fábrica (no por falta de demanda si no por una medida de fuerza de sus trabajadores) paralizó al conjunto de las plantas relacionadas a ella.
  4. https://izquierdaweb.com/los-numeros-oficiales-desmienten-a-macri-el-empleo-y-el-poder-adquisitivo-de-los-trabajadores-cayeron-durante-el-2018/
  5. https://izquierdaweb.com/fate-preventivo-de-crisis-despidos-masivos-y-flexibilizacion-laboral/
  6. En los últimos años, los trabajadores de la industria automotriz han demostrado ser un sector con importantes reservas de combatividad. A la lucha en curso de la Pilkington se pueden agregar conflictos como los de Gestamp y Lear (planta Pacheco) en 2014, Fate en 2008 y en la propia Pilkington en 2009.