El jueves 12 de diciembre algunas organizaciones del movimiento de mujeres fuimos a la casa de la Provincia de Buenos Aires porque pocos días antes murió una mujer en el hospital San Martín de Los Hornos (La Plata) producto de las secuelas de un aborto clandestino. El mismo día el flamante y autodenominado “verde” ministro de Salud, Ginés González García, restableció la guía técnica de interrupción legal del embarazo (los llamados abortos no punibles) que había tirado abajo Macri hace pocas semanas.
Con bombos y platillos, en toda la prensa nacional se habla de este tema y del compromiso de Ginés con el aborto legal, él mismo haciéndose propaganda de ser un ministro preocupado por establecer los estándares más altos de salud para las mujeres.
¿Es bueno el texto de la guía técnica? Sin duda. Dice que toda mujer, niña, joven o persona gestante cuya vida o salud corra riesgo si se continúa con ese embarazo, puede acceder a un aborto de forma legal. Y se entiende por salud la definición de la propia Organización Mundial de la Salud, es decir la salud en el sentido integral: física, psíquica y social. Que también se accede a la ILE si la corre riesgo de vida la persona gestante. Y que la otra causal para acceder a este tipo de aborto es haber sido violada, para lo cual solo es necesario firmar una declaración jurada, sin que sea necesaria una denuncia penal, ni la intervención de funcionario judicial alguno.
La guía establece cuáles son los procedimientos más actualizados y adecuados, siguiendo los lineamientos de la OMS, para realizar abortos no punibles en condiciones seguras y que implican el mínimo de riesgos para la persona gestante.
Además, establece que no puede haber objeción de conciencia a nivel institucional. Es decir, que toda institución del sistema de salud pública tiene que contar con personal que esté dispuesto a realizar la práctica, porque la objeción de conciencia solo puede darse a nivel individual.
También deja en claro que las niñas entre 13 y 16 años pueden acceder al aborto no punible sin necesidad de contar con autorización de tutores legales, tal y como establece la progresividad de la autonomía establecido en el nuevo Código Civil de 2015.
En resumen, el texto de la actualización 2019 del Protocolo para la Atención Integral de las Personas con Derecho a la Interrupción legal del Embarazo (ILE), es una maravilla.
¿Y entonces por qué Las Rojas no están aplaudiendo a Ginés? Porque hay un solo punto que hace que esa maravilla de guía técnica se vuelva papel mojado. Y es el hecho de que el Protocolo no establece que debe ser aplicado obligatoriamente a nivel nacional en todo el sistema de salud pública, es optativa. Y entonces, las provincias que tienen otros protocolos, como por ejemplo, la provincia de Buenos Aires, se manejan con estándares infinitamente más restrictivos. Por ejemplo, en el Municipio de San Miguel no hay un solo hospital donde se pueda acceder a una ILE. O en provincias como Tucumán, se declara la objeción de conciencia institucional, y así las niñas son obligadas a ser madres. Si mañana viernes 13, cuando se publique en el boletín oficial la resolución, una niña se presenta a solicitar un aborto no punible en cualquier hospital de cualquier provincia o municipio donde los antiderechos deciden, esa niña no tendrá acceso a su derecho. Seguirán muriendo mujeres porque el protocolo es optativo. El propio Ginés lo reconoció al presentar guía: “Ustedes saben que, en un país federal, mucho depende de que se adhieran las provincias. Ya hay muchas que están adheridas, pero lamentablemente algunas provincias grandes, como Buenos Aires, por ejemplo, no aprobaron el protocolo”.
Pero si era tan así, ¿por qué Macri se apuró a tirar abajo la resolución y obligó al ministro Rubinstein a renunciar después de haber aprobado la actualización? Porque como gran representante de los antiderechos, a Macri le venía bien para fortalecerse como líder de la oposición de derecha a Fernández.
Pero ustedes siempre quieren todo, ¿no les parece bien ni siquiera un avance? Nos parecería un enorme avance si se respetara la exigencia que hace años hace el movimiento de mujeres: que el protocolo sea de aplicación obligatoria en todo el sistema de salud público nacional. Nos parecería bien si se garantiza que no muera una sola mujer más por abortos inseguros. Sin darle ni medio espacio a que los antiderechos se sigan metiendo a decidir sobre el cuerpo de niñas, adolescentes, mujeres y personas gestantes. Nos parecería un enorme avance ¡que no corra riesgo ni una sola más!
¿Pero no les parece que hay que darle tiempo a Ginés y a Fernández para hacer las cosas, que asumieron hace solo dos días? Nos parece que en el país de la marea verde, donde ya la gran mayoría social comprendió y se movilizó a favor de que no haya ni una muerta más por aborto clandestino, no hay ni un minuto más que perder. Si Ginés es verde no solo de la boca para afuera ¡que declare la obligatoriedad ya! Si tanto declara que es una cuestión de salud pública, es inmoral que permita que los antiderechos se metan a impedir e impedir e impedir. Si hubiera una epidemia de cualquier enfermedad y el ministro de salud de la nación dice que hay una guía técnica de cómo preceder, pero que es de aplicación discrecional, o sea que depende de la voluntad de los médicos y de las autoridades sanitarias de cada provincia porque este es un país federal, seguramente se lo tildaría de criminal.
También nos parece que en política no hay casualidades. Fernández, después de tener asegurado su triunfo en octubre, salió a declarar por todos los medios que va a proponer un proyecto de ley de aborto, uno propio, negociado con los sectores celestes. El Papa igual se enojó y lo retó. El día de la asunción, Alberto habló largo y tendido en el Congreso. Del aborto, ni una palabra.
Pero ustedes no se conforman con nada y siempre quieren todo ya… Sí, queremos que no sigan teniendo los antiderechos el poder de decidir sobre nuestras vidas. Y queremos que haya aborto legal, libre, seguro y gratuito tal y como se plantea en el proyecto de ley que ya tenemos y que toda la marea verde de este país apoya. ¡Que no haya ni una muerta más por abortos inseguros! ¡Seguiremos en las calles hasta que sea ley!
Concuerdo, hay que seguir manteniendo la presión cada día más fuerte en las calles hasta que salga la ley que corresponde y no papel mojado. No importa el color político del gobierno. Siempre en la calle exigiendo y presionando hasta que salga.