Las elecciones en Virginia ponen a prueba a Trump y Biden

En los primeros resultados públicos, los republicanos estarían recuperando un estado que había sido históricamente suyo y habían perdido en la última década. Las elecciones ponen a prueba las posibilidades de recuperación del trumpismo.

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Hoy se celebraron en Estados Unidos las elecciones para gobernador en el Estado de Virginia.

Sobre la recta final de la campaña, creció a nivel nacional la expectativa en los resultados. La elección en Virginia puede ser decisiva y marcar la pauta para las elecciones legislativas nacionales del próximo año, e incluso tener fuerte injerencia en la posibilidad de Trump de volver a postularse en 2024.

Es claro que el resultado de las elecciones en Virginia no definen en sí mismas completamente las legislativas de 2022 ni la carrera presidencial de cara a 2024. Sin embargo, será la primera contienda en la que se podrá mostrar la salud de la imagen del partido demócrata, luego del desgaste político que representó la gestión de la pandemia y las peleas palaciegas con los republicanos en el intento de avanzar en sus medidas de gobierno.

Además, en 2020 Biden ganó por amplio margen en el distrito, lo que sorprendió por representar un bastión histórico de los republicanos en el que es un distrito históricamente conservador. El distrito también fue escenario de marchas supremacistas en 2017. Esta tendencia comenzó a revertirse cuando Obama logró imponerse en 2008, y desde entonces ha sido un «distrito azul».

Virginia ofrece una versión en miniatura de la composición social estadounidense, atravesada por el conflicto racial. Los suburbios ricos y las zonas rurales conservadoras se contraponen a bastiones de votantes negros en Richmond y hacia la costa. Esta contraposición se ha expresado en una de las discusiones de la campaña, con padres racistas enfurecidos por el modo de enseñanza de la materia Historia en las escuelas. Youngkin prometió en sus actos de campaña la prohibición de la Teoría Crítica de la Raza, lo cual ha sido ampliamente festejado por los más conservadores. Otro aspecto retrógrado de su campaña de  ha sido apoyarse en los movimientos que se oponen al avance de derechos de la comunidad LGBT.

Los republicanos sienten que, tras el desgaste de la gestión demócrata por la pandemia, el descontento por la educación remota, y sin la presencia de Trump en la boleta (motivación para un importante arco progresista a la hora de votar), tienen la oportunidad de recuperar este bastión electoral. Y si bien el candidato republicano se ha centrado en cuestiones locales como ejes de campaña, manteniéndose cuidadoso de mostrarse muy pegado a Trump, la realidad es que su triunfo abriría la puerta a una nueva carrera electoral para el ex mandatario.

Trump sí se ha manifestado en apoyo a Youngkin, intentando capitalizar parte del posible éxito político de la elección, lo cual ha dado letra a McAuliffe y el partido Demócrata para agitar la polarización contra el retorno del ex presidente.

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