Se dio a conocer que un grupo de diputados de LLA anduvo de visita por el penal de Ezeiza. Unos cuantos integrantes de su mismo espacio político se escandalizaron, como el mismo Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados. Se quejó de que no le avisaron…
Y si nadie se los pidió, ¿por qué fueron estos legisladores? Su “argumento”, en un primer momento, fue que fueron a controlar las condiciones de vida de la población carcelaria. ¡Qué buena gente! Se preocupan por la situación de los presos…
Como sabemos, la división social no está solo en la vida cotidiana, en los lugares de trabajo, de estudio, etc. También, está dentro de las instituciones penales. En las cárceles todos sabemos que hay presos pobres (en su gran mayoría) y algunos presos ricos.
Como ese argumento primero que dieron “no se lo creyeron ni ellos”, pasaron a decir realmente lo que piensan: los fueron a visitar como ex combatientes de Malvinas, o sea; para ellos son héroes, lucharon por nuestro territorio austral.
Los genocidas encarcelados no son presos “comunes”. Están cumpliendo condenas por crímenes de lesa humanidad, categoría que agrupa a: seguimientos, espionaje, torturas, violaciones, matanzas masivas, como fueron los vuelos de la muerte, secuestros y apropiaciones de niños/as.
Al contrario de lo que declararon los “ilustres visitantes”, sus crímenes han sido debidamente acreditados, constatados, por centenares de testigos que eran familiares, conocidos, vecinos, compañeros/as de trabajo o estudio.
Repudiamos esta visita aberrante, contraria a la lucha histórica en nuestro país contra las graves violaciones a los derechos humanos. Asimismo, estos hechos que, no son “aislados”, sino que son parte de una política del gobierno mileísta de defender el genocidio, deben ser repudiados no solo con declaraciones, sino con la movilización en las calles para frenar sus intentos denodados de reivindicar la peor dictadura en nuestra historia y sus “encumbrados” represores.