Capitalismo del siglo XXI

La situación de los trabajadores por plataformas en el mundo

El trabajo por plataformas configura un nuevo sector de la clase trabajadora a nivel internacional.

1- Los trabajadores por plataformas como nuevo sector de la clase trabajadora

El trabajo por plataformas configura un nuevo sector de la clase trabajadora a nivel internacional. El trabajo por plataformas se basa en un elemento tecnológico que actúa para aumentar la explotación: la gestión algorítmica. Se trata de un nuevo mecanismo del capitalismo del Siglo XXI para reforzar la explotación, vía el disciplinamiento y control con herramientas tecnológicas automatizadas, de hasta de los más mínimos movimientos de los trabajadores con el fin de aumentar el margen de ganancia.

En los últimos años, y especialmente a partir de la pandemia, hubo una importante explosión del sector. Según cifras del Consejo Europeo del año 2022, ya había 28,3 millones de personas de la UE trabajando en las 500 plataformas digitales que operan en la Unión. Sus formas más conocidas están centralmente asociadas al delivery de alimentos u objetos por aplicación y a los choferes/VTC, siendo algunas de las empresas más conocidas Deliveroo o Uber. Sin embargo, se trata de una forma de trabajo que puede extenderse a muchos otros sectores: en el mundo crecientes sectores entran en el trabajo bajo plataformas, como trabajadores de limpieza, traducción, profesionales y muchos otros.

Además, muchas de sus lógicas, como el uso de algoritmos para la gestión del proceso de trabajo, se incorporan en sectores “tradicionales” de la economía. Un claro ejemplo son los depósitos de Amazon, en donde cada uno de los movimientos de los trabajadores están controlados por un algoritmo.

Una de las características fundamentales del trabajo por plataformas es que se trata de una manera que impulsa el capitalismo en este Siglo XXI de dejar a todo un sector de la clase trabajadora sin uno solo de sus derechos laborales. Básicamente, se trata de volver atrás 200 años de conquistas de la lucha obrera, para imponer el trabajo a destajo, sin un sueldo fijo, sin vacaciones, seguro, jubilación ni ningún derecho laboral. Estas empresas son una punta de lanza en los intentos del capitalismo de cuestionar y atacar los derechos laborales de toda la clase obrera. Además, son empresas con un modelo profundamente anti sindical, que destinan muchísima energía y recursos en evitar o sabotear por todos los medios la organización de los trabajadores, incluyendo medidas legislativas, judiciales, o hasta persecución y violencia contra los trabajadores que se organizan.

Todos estos trabajos hoy se encuentran dominados por una suerte de “taylorismo recargado” que es el trabajo por aplicación a través del algoritmo. Esta modalidad se le aparece a los trabajadores caracterizada por un disciplinamiento feroz de cada uno de sus movimientos en el proceso de trabajo. Pero a la vez hace de la explotación algo más “abstracto”, en el sentido de que ni siquiera se trata de una vigilancia directa, no hay patrones visibles, sino que se da de una manera completamente despersonalizada, a través del algoritmo. En las aplicaciones de reparto por ejemplo, ni siquiera hay oficinas físicas a las cuales los trabajadores puedan movilizarse para reclamar. De ahí que uno de los reclamos también tiene que ver con la transparencia de los algoritmos, como forma de poder desentrañar esa nueva forma de control, que llega al punto de que el trabajador ni siquiera sabe cuánto va a cobrar hasta que el algoritmo le devuelve la cifra a final del mes o la semana.

A su vez, se trata de una explotación mucho más difusa, disfrazada de la “libre voluntad para decidir los horarios de trabajo” y demás, que impulsan las empresas para hacer llegar su discurso de “emprendedurismo” y “autonomía”. Esta falsa clasificación laboral, que incluso según los cálculos del Consejo Europeo (que muy probablemente sean menores a la realidad), un 19% de los trabajadores por plataformas europeos están falsamente calificados como autónomos.

El trabajo de plataformas se trata de un sector que tiene dificultades para su organización, al tener que relacionarse individualmente con la empresa, no contar con un espacio de trabajo definido (en el caso de repartidores y conductores, es toda la ciudad). Sin embargo, a pesar de la atomización que propician conscientemente las empresas, las redes de solidaridad emergen y en todos los países existen sindicatos u organizaciones de trabajadores de plataformas que pelean por el reconocimiento de la relación laboral y los plenos derechos.

A nivel mundial, es un sector que crece constantemente pero también que tiene enormes similitudes en sus condiciones laborales. Se trabaja de la misma manera y surgen los mismos problemas en cualquier parte del mundo sea Europa, EEUU, Latinoamérica, Asia o donde sea. Además, con el inicio de la pandemia, los trabajadores de reparto por aplicación por ejemplo, tomaron gran notoriedad en todo el mundo, siendo considerados trabajadores esenciales que hacían llegar productos a todas las casas en momentos de aislamiento social.

Otro elemento importante es que al ser un sector emergente de la economía mundial, están en plena disputa las disposiciones legales y regulaciones sobre esta rama del trabajo, con novedades y debates en todo el mundo. El último capítulo ha sido la Directiva Europea de Trabajo de plataformas, a partir del acuerdo alcanzado en marzo y votado el último 24 de abril, que de todas formas tiene importantes límites, como expondremos a continuación.

El último elemento que queremos mencionar es que la enorme analogía a nivel internacional en las condiciones de trabajo hace a este sector de trabajadores muy permeable al internacionalismo, lo que ha dado lugar a importantes elementos de coordinación. Nos referiremos más abajo a las dos experiencias de coordinación más importantes, el Congreso Internacional de Trabajadores por Plataformas y el Foro de Bruselas.

2- La política de LFI: puro lobby parlamentario, hacia una Directiva Europea muy limitada

LFI viene tomando como parte de su agenda parlamentaria el problema de la regulación del trabajo por plataformas. Especialmente en la figura de una de sus eurodiputadas, Leila Chaibi, han hecho campaña respecto de esta problemática. También se apoyan en la Ley Rider de España, sancionada hace algunos años.

El grupo La Gauche del Parlamento Europeo (que integra LFI) organizó varios Foros contra la Uberización en Bruselas. Se trató de encuentros anuales, organizados por los parlamentarios europeos del bloque La Gauche, en donde los trabajadores participaban como invitados, no como protagonistas. Toda la discusión giraba en torno del debate de la Directiva Europea para regular el sector. De esas instancias participaron algunos sindicatos o agrupamientos de trabajadores, centralmente de Europa.

En la estrategia de LFI hacia el sector se expresan dos puntos de gran contraste con la experiencia del Congreso Internacional. En primer lugar, su orientación política tiene un eje exclusivamente parlamentario. Su política hacia los trabajadores y sus organizaciones sindicales está centrada en que se dediquen a hacer lobby, enviando cartas o tratando de convencer a diputados o ministros, en lugar de impulsar la auto organización de los trabajadores y la realización de medidas de acción directa. Esto se expresaba en el propio Foro, que era un evento parlamentario, donde los trabajadores solamente “cuentan su experiencia” para que el sujeto fundamental sea el eurodiputado formulando la ley. Por el contrario, el Congreso es un evento organizado por y para los trabajadores, que pone en primer lugar su organización, sus reclamos y sus propios métodos de lucha.

Incluso en el caso español, antes de la Ley Rider la política que impulsó Podemos fue sacar a varios de los principales organizadores del movimiento, que venían impulsando acciones callejeras, y volcarlos a que se dediquen a escribir la ley. Eso generó que las organizaciones de trabajadores perdieran terreno y abandonaran la militancia de base en el sector y las empresas tomaran la ofensiva con sus “asociaciones pro empresa”, que impulsan el discurso de la supuesta autonomía.

En segundo lugar, la otra discusión es respecto de la política para el sector. El modelo que propone e impulsa LFI plantea una “convivencia” con el discurso de las empresas, sosteniendo que existen bajo la modalidad de plataformas tanto trabajadores como autónomos. Es sintomático que en los últimos días, las declaraciones de sus representantes, que pueden verse incluso en las redes sociales de los diputados de LFI, indican que “4 millones de trabajadores uberizados por fin tendrán derechos”[1], sobre los 28 millones de trabajadores por plataformas. Esta discusión se expresó en los Foros de Bruselas, donde varios se los sectores más cercanos a LFI y Leila Chaibi sostienen la coexistencia con los “independientes” o “autónomos”. Esta política lleva a ceder terreno a las empresas, que en muchos países organizan “asociaciones de autónomos”, controladas directamente por las patronales, que militan para que los trabajadores busquen considerarse como tales a cambio de “beneficios”. En realidad, al no reconocer la verdadera relación laboral, las empresas se ahorran millones negando los derechos laborales a sus trabajadores.

En ese marco, llegamos a la votación del pasado miércoles 24 de la Directiva de la UE sobre trabajo en plataformas.[2] La votación fue presentada por LFI como un “gran triunfo”. Esta caracterización es relativa. Por un lado, es real que es un paso positivo respecto de la situación de los trabajadores de plataformas. Además, es una derrota política de Macron, que ha sido ferviente opositor a la medida, ha sido la única delegación nacional que votó en contra del proyecto final[3]. Macron además figura en los Uber Files como un lobbysta pagado por la empresa, que a su vez financió su campaña electoral. En ese sentido, la directiva votada es progresiva.

Sin embargo, se trata de una versión bastante más rebajada del proyecto propuesto hace años. La propia empresa Uber declaró que es un “reglamento del statu quo”, ya que plantea que la calificación como trabajadores o autónomos de los empleados se definirá de acuerdo a las legislaciones o convenios nacionales de cada país.

Se trata de una iniciativa que está en debate desde hace años, con constantes idas y venidas. La versión original tenía una diferencia fundamental: establecía los criterios para la presunción de laboralidad, y era de aplicación automática en los países. La directiva que se aprobó, en cambio, presupone la laboralidad “de acuerdo a las leyes y convenios de cada país y las sentencias judiciales”. Indica que debería corregirse el registro de trabajadores como falsos autónomos, pero deja un importante margen de maniobra para las empresas.

Esto muestra los límites del parlamentarismo. Apelar a una política exclusivamente de lobby y negociación ante un problema tan grave como la falta total de derechos de todo un sector de trabajadores, en lugar de apostar a su organización independiente y su movilización para conquistar sus condiciones laborales, solo lleva a soluciones reformistas que no dan respuesta a los verdaderos problemas. Algo similar ha sucedido con la Ley Rider de España, que fue muy renombrada como una ley muy progresiva hacia los trabajadores, pero que al mismo tiempo abrió la puerta a las “asociaciones pro empresa”, y al sacar a los activistas de la organización en la calle que es el lugar de trabajo de los repartidores, y en su lugar encerrarlos a escribir leyes, le permitió a las empresas avanzar con su política.

3- El Congreso Internacional de Trabajadores por Plataformas y la perspectiva de organización de los trabajadores

Por su parte, en abril de 2023 se llevó adelante en Los Angeles, California, EE.UU. el primer Congreso Internacional de Trabajadores por Plataformas, que fue organizado por el California Gig Workers Union de EEUU y el SiTraRepA de Argentina, y donde participaron delegaciones de 15 países de 3 continentes (EE.UU, Argentina, Brasil, Ecuador, Mexico, Alemania, Italia, España, Dinamarca, Suecia, Bélgica, Filipinas, Taiwan, Hong Kong, Nepal). A su vez, participaron representantes del nuevo movimiento sindical en Estados Unidos, que viene siendo protagonista de importantísimas peleas y un recomienzo de la experiencia en el centro imperialista: se destacaron las participaciones del Amazon Labor Union, del Starbucks Workers United, de trabajadores de comidas rápidas, parte del movimiento Fight For 15, entre otros.

Se trató de un evento fundacional, el primero en ser organizado por y para trabajadores, con la perspectiva de la pelea por el reconocimiento de la relación laboral con plenos derechos. El eje fundamental para poder conquistarlos y la política impulsada en ese espacio es la organización de base, la acción de lucha de los trabajadores y la coordinación internacional.

El Congreso se organizó en torno a 4 paneles que abarcaron los diversos temas que involucran a las y los trabajadores por plataformas de todo el mundo. También estuvo marcado por una serie de acciones en la calle, frente a la corte de justicia de California, en el Consulado Argentino y por último frente a la sede central de Uber, empresa emblema del sector.

Por último, el Congreso tuvo una importante asamblea de trabajadores que tomó varias resoluciones de gran importancia. En primer lugar, se redactó una declaración de principios (anexo) que denuncia todos los principales problemas de los trabajadores por plataforma del mundo y el camino de lucha que se propone esta organización internacional para enfrentarlos.

Se trata de un evento de vanguardia, que reunió de activistas de distintos lugares del mundo que pelean contra una de las puntas de lanza de los ataques capitalistas en este siglo XXI contra las conquistas de la clase trabajadora, con una perspectiva que va más allá de lo sindical, que no es solo reivindicativa sino que tiene una proyección internacionalista, clasista e incluso con elementos anticapitalistas.

Este Congreso surgió con algunos grupos que habían participado de los foros en Bruselas, pero tuvo características muy diferentes, como lo expresaron los propios asistentes. Allí, el debate fue mucho más a fondo sobre las perspectivas de organización de los trabajadores por su reconocimiento laboral y sus derechos. Y sobre todo, en lugar de tener una perspectiva reformista y parlamentaria, se trató de un evento organizado por trabajadores, con el foco puesto en la organización y la lucha con acciones directas en las calles.

La lucha de los trabajadores por plataformas solo puede seguir fortaleciéndose. Este nuevo sector de la clase obrera se enfrenta a desafíos inmensos, ante las nuevas formas que implementa el capitalismo para atacar los derechos laborales y conquistas obreras de los últimos 200 años. Hay un importante espacio político para formar organizaciones de base y pelear por una perspectiva realmente de izquierda y anticapitalista entre los trabajadores por plataformas.


Anexo: Declaración de principios del 1er Congreso Internacional de Trabajadores por Plataformas

Declaración de principios

El 24, 25, 26 y 27 de Abril, cientos de trabajadores y organizadores, miembros de sindicatos y organizaciones de trabajadores por plataformas de 15 países en 3 continentes nos dimos cita en California, EE.UU. para poner en pie el Primer Congreso Internacional de Trabajadores por Plataformas. Allí hemos debatido sobre las problemáticas y los desafíos de nuestro sector, con el objetivo de fortalecer nuestra lucha por conquistar el reconocimiento de nuestra relación laboral y garantizar condiciones dignas de trabajo para todo el sector. Por eso decimos:

1° Que los repartidores por plataformas, conductores y todo otro formato de trabajo por aplicación que pueda existir o crearse, somos trabajadores, no socios ni colaboradores de las empresas. Realizamos nuestras tareas en las condiciones impuestas por las empresas a cambio de un salario, y por lo tanto el primer reclamo que levanta este Congreso es el reconocimiento de tal relación laboral legal con plenos derechos, para garantizar condiciones dignas para sostenernos a nosotros y nuestras familias.

2° Que las compañias de trabajo por plataforma fundan su modelo empresarial en la negación de nuestra condición de trabajadores para explotarnos y enriquecerse. Su discurso, presentándose como “intermediarios que facilitan un servicio” esconde el verdadero origen de sus ganancias: la más cruda explotación de sus trabajadores, a quienes niegan todos los derechos básicos. Estos capitalistas operan de manera consciente, sistemática y coordinada internacionalmente, invirtiendo millones de dólares para sostener esta negación de nuestros derechos más básicos, combatiendo especialmente todo intento de sindicalización y organización de los trabajadores en defensa de sus reclamos. A su vez, tienen vínculos y operan sobre los distintos gobiernos del mundo para intentar impedir cualquier tipo de regulación que nos otorgue derechos a los trabajadores. Por lo tanto, no existe ninguna identidad de intereses entre trabajadores por plataformas y sus empleadores. Este Congreso se declara por la total independencia política entre las organizaciones de trabajadores por plataformas y las empresas.

3° Los trabajadores por plataformas somos un sector en crecimiento, con cientos de miles de trabajadores en todo el mundo. Nuestra fuerza está en nuestra unión y la solidaridad para fortalecer e impulsar nuestros reclamos. La organización sindical y desde las bases es fundamental para conquistar todos nuestros reclamos. Este Congreso impulsa la creación y el fortalecimiento en todos los países de organizaciones sindicales de base o toda forma de organización de los trabajadores que libremente se den para pelear por sus derechos. Defendemos incondicionalmente el derecho a la sindicalización, que debe ser respetado por las empresas y gobiernos del mundo. Nuestra fuerza está en la lucha en las calles con la participación masiva de los trabajadores por aplicación. Sindicatos para todos.

4° La total negación de nuestros derechos laborales nos coloca a los trabajadores por plataforma en la una condición de extrema precarización laboral, siendo nuestra rama una de las más afectadas por este fenómeno en el mundo. Bajo el capitalismo del Siglo XXI, estas empresas pretenden retroceder todos nuestros derechos laborales 200 años atrás, y tratar a sus trabajadores como esclavos. Desde este Congreso exigimos a las empresas por aplicación y gobiernos de todo el mundo los plenos derechos laborales reconocidos legalmente: mesa de negociación democrática sobre las tarifas por pedido e implementación de un salario justo. Aportes jubilatorios, vacaciones y régimen de licencias pagas. Seguro médico y contra riesgos del trabajo.

5° Las mujeres y diversidades trabajadoras estamos doblemente expuestas a hechos de violencia mientras desarrollamos nuestras tareas en la calle. No tenemos ninguna instancia a la que acudir ante cualquier problema. A su vez, tampoco contamos con licencias específicas como por ejemplo por maternidad. El trabajo por plataforma debe reconocer todos los derechos de las mujeres trabajadoras así como otorgar mecanismos de protección contra la violencia

6° La gestión del proceso de trabajo a través del algoritmo, presentada como una “innovación tecnológica” en realidad constituye un mecanismo de control y disciplinamiento sobre los cuerpos de los trabajadores, el ritmo y la organización del trabajo y de nuestros ingresos, lo que evidencia una clara relación de dependencia bajo la cual trabajamos. Al mismo tiempo, estos algoritmos permanecen ocultos por parte de las empresas, encubriendo las maneras de gestionarlo así como los usos de la información personal que es recabada con fines de lucro. Este uso de la tecnología para incrementar la explotación de los trabajadores es un fenómeno que va más allá de los conductores y repartidores. El capitalismo del Siglo XXI intenta avanzar sobre cada vez más sectores de trabajadores, incorporándolos a un sistema de explotación bajo medios digitales. Exigimos la transparencia de los algoritmos, que sean abiertos y explicados de manera clara y sencilla para tener claridad acerca de los alcances de este mecanismo y enfrentar el control de nuestros movimientos que hacen las empresas. Rechazamos los ataques contra las condiciones laborales de cualquier sector de trabajadores que pueda quedar bajo un sistema digital.

7° Los trabajadores por plataformas realizamos nuestra labor en las calles, con un gran nivel de exposición. Trabajamos con olas de calor, frío o problemas climáticos; estamos expuestos a sufrir accidentes o robos, y en caso de perder nuestras herramientas de trabajo (vehículo, celular) no solo debemos reponerlas sino que mientras tanto no podemos trabajar. Por eso exigimos a las empresas y gobiernos del mundo que se instrumenten Puntos de Apoyo para trabajadores por plataformas: espacios donde poder resguardarnos, descansar, reparar nuestros vehículos o hidratarnos, así como también que las empresas se hagan cargo de nuestras herramientas de trabajo, vestimenta y lugares específicos en los locales donde poder dejar resguardados nuestros vehículos.

8° El esfuerzo al que nos someten estas empresas es cada vez mayor. Constantemente aparecen cambios en las aplicaciones que nos perjudican: aumento de la distancia recorrida en cada pedido, pedidos dobles o triples que nos rompen las espaldas, trabajos en zonas inseguras y sanciones si no los aceptamos. El resultado son jornadas laborales de 10 o 12 horas diarias, 6 o 7 días a la semana, que superan con creces las de otros sectores de trabajadores. Por eso, es necesario poner límites a la jornada laboral, que debería ser de 6 u 8 horas como máximo, con un salario digno y con verdaderos adicionales en caso de extenderla. También necesitamos regulaciones en cuanto al peso de los pedidos entregados y demás problemáticas.

9° El trabajo por plataforma en todo el mundo está marcado en una gran proporción por el trabajo migrante así como llevado adelante en muchos países por personas negras. Una proporción importante de quienes se emplean en el sector son trabajadores sin papeles, con escasas redes de protección, quienes además son especialmente perseguidos por la policía o víctimas de estafas. Este Congreso se declara por la defensa incondicional de los derechos de los trabajadores migrantes a una plena integración, en condiciones dignas y sin ningún tipo de discriminación, al empleo registrado y justo. Este Congreso se declara también por el total rechazo a cualquier ataque racista contra las y los trabajadores por plataformas

10° Los trabajadores que nos organizamos exigimos derechos o simplemente llevamos adelante nuestra labor, estamos constantemente sometidos a arbitrariedades por parte de las empresas, que proceden a bloquear nuestras cuentas a discreción, lo que constituye verdaderos despidos o suspensiones, en muchos casos con un claro contenido anti sindical. Asimismo, en todo el mundo hemos sufrido amenazas físicas y hasta de muerte contra organizadores y líderes sindicales, por enfrentar la política de precariedad de las empresas de plataforma. Este Congreso se declara rotundamente en contra de todo tipo de represalias contra la organización de los trabajadores y lucha por sus derechos, reclama la protección contra los despidos, suspensiones y contra toda forma de violencia física que pudieran sufrir y se pronuncia en solidaridad con los trabajadores y referentes sindicales afectados.

11° El trabajo por plataformas es un fenómeno global del capitalismo del Siglo XXI. En los distintos países enfrentamos un mismo modelo y las mismas condiciones laborales, lo que nos hermana con los trabajadores y trabajadoras por plataformas de todo el mundo. Las empresas del sector son grandes conglomerados que operan de forma mundial, y no tienen fronteras. Nuestra lucha tampoco. Por eso realizamos este Congreso, que impulsa la más amplia solidaridad y coordinación internacionalista para conformar un gran movimiento mundial que conquiste todos nuestros derechos. Trabajaremos para fortalecer en todo el mundo la organización de los trabajadores por plataformas por nuestros derechos. Trabajadores por plataformas de todos los países, ¡unámonos!

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