La nube de humo esparcida desde el Amazonas afectó una superficie de 10 millones de kilómetros cuadrados. La cantidad de partículas finas en el aire alcanzó la medida de 69 microgramos por metro cúbico, un nivel 14 más alto que el límite recomendado por la OMS.
Los focos de incendio en la Cuenca Amazónica son atribuidos con claridad a motivaciones económicas. Los patrones del agronegocio sudamericano aprovecharon la peor sequía de los últimos 70 años en Brasil para desbastar enormes porciones de tierra de bosque virgen y convertirlas en parcelas agrícolas. Un atentado criminal contra el medio ambiente que sólo puede explicarse por la indiscriminada sed de ganancia capitalista, capaz de destruir el planeta y hacerlo inhabitable para millones de personas con tal de acumular dólar sobre dólar.
Una catástrofe ambiental que el común de los gobiernos capitalistas en la región deja pasar sin pena alguna. En el último año, la cantidad de incendios forestales en Brasil se duplicó respecto al 2023. Esto bajo mandato de Lula, que condenara en su momento a Bolsonaro por los históricos incendios forestales que se llevaron una porción de la selva amazónica.
Sólo en el Parquie Nacional Chapada dos Vaideros se perdieron ya 10.000 hectáreas de bosque nativo. Y las autoridades brasileñas ya dijeron que no esperan el cese de los incendios sin la llegada de lluvias regulares, cosa que ocurriría recién en octubre o noviembre.
Llegó la lluvia negra a Argentina
15 provincias argentinas fueron puestas bajo alerta por visibilidad reducida. Y este lunes comenzó la «lluvia negra» en porciones del AMBA, luego de que el humo invadiera el norte y centro del país. El agua oscura de las precipitaciones toma su color de la enorme cantidad de humo y hollín presente en las nubes que llegan desde el norte.
Las provincias más afectadas son Misiones, Corrientes, Formosa, Chaco, Jujuy, Salta, Santa Fé, Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca. La presencia de humo y lluvia negra se extenderá como mínimo hasta este miércoles, debido a la dirección del viento que llega con humo desde la Amazonia.