La gestión de la UNC, en manos de un frente entre el radicalismo y el PJ cordobés, informó semanas atrás sobre el funcionamiento que tendrá el Comedor Universitario de la UNC en este 2022, con la vuelta de la presencialidad. En primer lugar, sus puertas reabrirán en abril, siendo que ya hay circulación en la universidad desde febrero. Pero lo más grave es que estará limitado sólo para becarios, con fecha de inscripción límite para 25 de marzo – cuando ingresantes 2022 aún no arrancaron a cursar (!!!)- y no abierto al conjunto de la comunidad universitaria como lo era en los momentos previos a la pandemia.

El colmo es que con el nombre de «Becas Nutrirse» disfrazan un brutal ajuste respecto a este derecho, hoy sólo podrán acceder al comedor quienes cumplan ciertos requisitos, que equivalen a poco menos que un certificado de pobreza (certificado de sueldo del grupo familiar directo, negativa de ANSES del mismo, si se tiene vivienda propia escriturada o no, comprobante de alquiler, etc.).

Este ataque es un ejemplo más de lo que implica el recorte presupuestario en las universidades públicas. Ya denunciamos el año pasado que el presupuesto 2022 implicaba un recorte del 6,2% en lo destinado a las universidades nacionales, mientras la inflación aumenta mes a mes. Un recorte del 26% en términos reales comparándolo con 2020. Este es el camino que se va a profundizar con el acuerdo recientemente firmado con el FMI que exige la reducción del déficit fiscal, el mal llamado ‘gasto público’.

Es cierto que año tras año la gestión viene limitando y ajusta el acceso al Comedor Universitario. Ya en 2018, las colas eran eternas y podías quedarte sin comer porque se acababan rápidamente las raciones. El malestar era evidente, y su insuficiencia quedaba a ojos vista. Por eso, en el conflicto universitario del 2018, donde se tomaron muchas facultades a nivel nacional, e incluso la justicia federal crimininaliza a 27 estudiantes de la UNC, una de las principales consignas era la de aumento de raciones.

El año siguiente, la gestión avanzó en su recorte. Impuso la obligación de llenar un formulario con los datos personales, como requisito para poder acceder, junto a un Turnero digital con el cual obtenías la ración, que ya para las 8 am se quedaba sin disponibilidad, ya que sólo se repartían aproximadamente 3000 raciones diarias, para una comunidad universitaria de casi 300.000 personas.

Pero, en el 2020 con la pandemia y la excusa de la virtualidad, de la poca circulación, impusieron este nuevo formulario obligatorio para solicitar la beca, a través del cual sólo la obtendrían quienes sean asignados, con un cupo que no es público. Se limitó el acceso estrictamente a quienes la gestión asigne como becarix, con ese símil certificado de pobreza. Ahora, resulta que con la vuelta a la presencialidad este requisito continúa. Ese es el verdadero ajuste, no caigamos en rutinarismos.

De cara a un nuevo aniversario de la última dictadura militar, esta medida nos recuerda al cierre del mismo a instancias del golpe militar del ’76. Este espacio garantiza desde el derecho a la alimentación sana, clave para el acceso a la educación, como también un lugar de encuentro, debate y organización. En el contexto previo a la dictadura, durante la década de los ’60 y ’70, el Comedor Universitario de la UNC fue protagonista de las asambleas estudiantiles. Y su apertura luego de la caída del golpe, fue gracias a la movilización y la lucha estudiantil.

Desde el Ya Basta! creemos que es necesario organizarnos para enfrentar estos ataques y defender nuestros derechos. No podemos quedarnos de brazos cruzados, se trata de una clara restricción al acceso del mismo. Los centros de estudiantes y FUC tienen que convocar a asambleas para debatir las condiciones del inicio de cursado y exigir el derecho a un comedor universitario para todes.

Invitamos a construir una asamblea abierta de estudiantes para debatir la defensa del comedor universitario, el próximo miércoles 30/3 a las 17hs en Plaza Seca de la facu de Filo para debatir sobre la situación del Comedor Universitario.

Suma tu firma para repudiar este enorme recorte!