
Entre el pasado 15 y 23 de mayo se llevó adelante el Congreso Extraordinario de la FUBA (Federación Universitaria de Buenos Aires), que constó de 3 comisiones, paneles en facultades y un “plenario” de cierre. En este Congreso se impuso el bloque que impulsa “La FUBA de Alberto y Cristina” (como ellos mismos cantaban), que logró ganar las mociones que fueron votadas. De esta forma, se consolida este bloque que ya venía teniendo mayoría en otros organismos de la Federación, como la Junta Representativa[1] donde, por ejemplo, han votado participar de las dos marchas el pasado 24 de Marzo.
A este Congreso se llega luego de un año movido en la Federación. Luego de años de no alcanzar quórum para renovar autoridades de la FUBA. A mediados del año pasado el macrismo, el rectorado y su pata estudiantil, la Franja Morada, habían intentado hacerse de la Federación con un Congreso trucho que fue rechazado por todas las organizaciones del movimiento estudiantil. Meses más tarde, luego de las elecciones estudiantiles de 2018 y ya terminadas las clases, se realizó un Congreso de renovación de autoridades que eligió a la actual conducción de la Federación, el “frente patriótico” surgido del acuerdo entre el Partido Obrero y La Mella (copresidencias) y La Cámpora y Nuevo Encuentro (vicepresidencias). En esa oportunidad, se habían elegido autoridades sin un solo pronunciamiento político que supuestamente debía “resolverse en este Congreso Extraordinario”, donde se realizaría una “delimitación política con el nacionalismo burgués” (PO).En ese momento, mientras que el PO defendía el método de los acuerdos de aparato para renovar como sea las autoridades, incorporando desde ese momento al kirchnerismo, desde ¡Ya Basta! – Nuevo MAS habíamos alertado que (si bien defendemos a la FUBA de la injerencia del gobierno y el rectorado), se trataba de un acuerdo que cuestionaba la independencia política de la Federación. Ese es el camino que hoy se ha consolidado con las votaciones de este Congreso.
La nueva FUBA: pérdida de la independencia política
Sin lugar a dudas, el principal dato político que surge de este Congreso es que se ha impuesto la línea de la ruptura de la independencia política de la Federación. Las mociones que fueron aprobadas por mayoría en las comisiones (que fueron pequeñas e integradas casi exclusivamente por militantes de organizaciones) y luego en el plenario de cierre (donde no hubo un solo estudiante independiente) fueron las impulsadas por La Mella, La Cámpora y Nuevo Encuentro, junto a las demás organizaciones que se referencian con la candidatura de Alberto Fernández. De esta manera, las votaciones que surgieron sobre situación política, movimiento estudiantil y movimiento de mujeres y diversidades fueron todos planteos sobre la “unidad” frente al macrismo que niegan una perspectiva independiente al movimiento estudiantil y lo ubican por detrás del proyecto patronal y conservador que encabeza Alberto Fernández con su candidatura presidencial.
La moción sobre situación política es más que clara: “La FUBA exige a las fuerzas políticas la más amplia unidad para derrotar al proyecto de Cambiemos en las urnas”. Lo único que importa es la derrota de Macri y el movimiento estudiantil debe votar por lo tanto a Alberto Fernández. Así lo ha demostrado la propia presidenta de la FUBA por La Mella, que ya ha salido en fotos con ambos candidatos de dicha fórmula. La lógica es la del “contrato social” que propuso Cristina Kirchner: relegar absolutamente todos los reclamos en pos de la “unidad” por el “bien mayor”, que es única y exclusivamente ganarle a Macri las elecciones. Por lo tanto, la FUBA se plantea prescindible de las batallas para darle una salida a la crisis del país: la ruptura con el FMI que es imprescindible para terminar con el ajuste, el presupuesto para educación y salud pública y terminar con el trabajo precario, la pelea por el aborto legal. Todos esos reclamos son secundarios y “tienen que esperar” por votar a Alberto Fernández. Y como si fuera poco, si esta situación se mantiene podríamos tener una Federación oficialista si esta lista se impusiera en las elecciones a fin de año. Es decir, la Federación más grande del movimiento estudiantil no está en condiciones de impulsar una lucha por los derechos de los miles de estudiantes que representa.
Las organizaciones que votaron estos posicionamientos son abiertamente kirchneristas o están cada día más cerca de incorporarse orgánicamente a este espacio, por lo tanto no es sorprendente que hayan votado estas posiciones. Lo que es verdaderamente ridículo es la postura del Partido Obrero, que luego de haber armado este nuevo frente de conducción que deja en manos del kirchnerismo los organismos de la Federación, sigue sosteniendo que la misma se trata meramente de “un campo de disputa”. La “FUBA piquetera” se ha transformado en “FUBA patriótica” y el PO integra un frente hegemonizado por las fuerzas del pacto social. Para pelear por una verdadera dirección independiente para el movimiento estudiantil hace falta romper con la lógica de los acuerdos de aparato y poner en el centro al activismo, a la izquierda y el movimiento estudiantil independiente: hace falta pelear por una perspectiva anticapitalista para la juventud.
La vieja FUBA: continúan el vaciamiento y los acuerdos de aparato
Por otra parte, desde el aspecto de la participación, este Congreso se asemejó a los que nos tiene acostumbrados la FUBA. Lo que se mantiene son las mismas lógicas de siempre, sólo que ahora con un predominio de las fuerzas del kirchnerismo en la conducción de la Federación. Las comisiones, como se ha dicho, fueron pequeñas y con escasa participación de independientes. La mayoría de los paneles convocaron a poco más que los estudiantes de organizaciones de cada facultad. Y para colmo, la forma de organizar dichas actividades estuvo teñida por los mecanismos de siempre, hegemonizados por la conducción y buscando cerrar la participación a otras organizaciones, como pasó con el intento de censura contra el Nuevo MAS en el panel realizado en Filo[2].
Párrafo aparte merece el “plenario” de cierre, que tuvo un desarrollo realmente lamentable, completamente expulsivo para la participación de cualquier estudiante independiente. El mismo comenzó con una serie de votaciones exclusivas para los poco más de 65 delegados acreditados, que luego votaron abrir a que el resto de los presentes pudieran votar en “asamblea” las mociones que venían de las comisiones. Pero una “asamblea” muy particular: sin debate político, sin intervenciones de ninguna organización ni estudiante independiente y sin la posibilidad de plantear ninguna nueva moción que no viniera de las comisiones que se habían hecho hasta 6 días atrás (por ejemplo, la de situación política). De esta manera, se pasó a una votación de interminables mociones que tenían varias páginas cada una, con dictámenes por mayoría y minoría de las cuales cada bloque sabía que votar sin siquiera escuchar nada. Luego de semejante circo y ya con una participación mucho menor, se abrió el micrófono para que quienes quisieran pudieran intervenir… luego de votado todo. Los mecanismos que durante años vaciaron la FUBA de participación estudiantil siguen completamente vigentes: para la conducción todo sigue pasando por los acuerdos entre las organizaciones, donde el activismo no tiene ningún lugar para definir posicionamientos y planes de acción de la Federación.
Por otra perspectiva para el movimiento estudiantil, hay que refundar la FUBA desde las bases
Desde ¡Ya Basta! – Nuevo MAS intervinimos de manera crítica en este Congreso, tanto por la orientación que se ha consumado, dinamitando la independencia política de la Federación y ofreciendo a la juventud un camino de adaptación total a las variantes del régimen, llamándolo a adaptarse a buscar únicamente una derrota electoral del macrismo y relegando todos los reclamos propios; así como también por los métodos con los que se siguen organizando estos eventos, que expulsan toda participación de base en los organismos estudiantiles.
No es casualidad que cientos de estudiantes crean que la FUBA es la Fotocopiadora de la UBA. Esto no se debe a un grado de despolitización, sino a que la Federación hace años que está vaciada de participación, no llama a involucrarse a ningún estudiante independiente y está reducida a la rosca y los acuerdos de aparato entre las organizaciones que la conducen.
Frente a esta perspectiva, desde ¡Ya Basta! – Nuevo MAS venimos insistiendo en que hace falta una verdadera refundación de la Federación sobre nuevas bases: que sea verdaderamente participativa, que llame al conjunto del activismo y al movimiento estudiantil a ser parte de cada una de sus decisiones a través de comisiones y asambleas verdaderamente democráticas y participativas. Donde todas las organizaciones podamos participar de los debates de manera abierta, sin intentos de censura. Una Federación, en definitiva, que debería poder unificar las enormes reservas de lucha y activismo que existen dentro del movimiento estudiantil.
Esto se ha visto tan cerca como el año pasado, en la formidable lucha por el presupuesto universitario, que incluyó tomas de varias facultades que duraron semanas, con asambleas masivas en cada facultad, donde se organizaron movilizaciones multitudinarias y procesos de lucha con el activismo a la cabeza. Con esa fuerza debe nutrirse cada centro de estudiantes y la Federación para ser efectivamente independiente de todo sector patronal, el gobierno y el rectorado.
Desde ¡Ya Basta! – Nuevo MAS defendemos un movimiento estudiantil independiente, que luche codo a codo junto a la clase trabajadora y el movimiento de mujeres por una perspectiva anticapitalista. Un movimiento estudiantil participativo y desde las bases, organizado en asambleas, que luche por la ruptura con el FMI, por el aborto legal ya, por presupuesto para educación y salud públicas, por trabajo genuino para la juventud y por una salida socialista y feminista frente a este mundo de explotación y opresión. Llamamos a todos los estudiantes que defiendan esta perspectiva a sumarse a ¡Ya Basta! para dar esta pelea con nosotros.
[1]Este órgano reúne las presidencias de los 13 centros de estudiantes. 5 de ellas las conducen variantes del kirchnerismo frente a 4 que conduce la izquierda.
[2]Ver al respecto la nota “Enorme participación de ¡Ya Basta! en el debate de candidatos de la FUBA”, SoB nº 515.