Las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias arrojaron resultados altamente favorables para Javier Milei, que se alzó con el 30% de los votos a nivel nacional. En lo que fue un giro a derecha electoral en todo el país, el candidato «libertario» fue el más votado en 16 de los 24 distritos del país.
Entre las provincias donde Milei fue el preferido, se destacan algunos de los principales distritos del país en términos de cantidad de electores: Milei fue el más votado en Santa Fe (36,5%), Córdoba (34,2%) y arrasó en Mendoza (45,7%). Se trata de 3 de los principales 5 distritos del país.
En Santa Fe y en Mendoza el peronismo se había alzado con cómodos triunfos en las PASO presidenciales de 2019 (obteniendo el 43% y el 40% respectivamente). Ahora Unión por la Patria cosechó allí un magro 21% en Santa Fe y un derrumbe hasta el 16% en Mendoza.
Pero quizás el dato más llamativo haya sido Córdoba que, a pesar del triunfo del Frente de Todos en 2019, se mantuvo entonces como una de las pocas provincias que prefirió a la alianza macrista. En aquel entonces Juntos por el Cambio ganó cómodamente con el 48,2%, pero a pesar de la estrepitosa caída del gobierno de este año, el macrismo no fue quien capitalizó ese descontento, sino Milei. El macrismo quedó relegado insólitamente a un tercer lugar con el 25%, detrás de Milei y Schiaretti. El kirchnerismo profundizó su debacle en una de las principales provincias del país: apenas 8%.
Frente a esta «ola violeta» de triunfos de Milei hay que anotar dos asteriscos de importancia, se trata de los dos principales distritos del país: provincia de Buenos Aires y CABA. Se trata de dos bastiones históricos de cada una de las dos principales fuerzas: el peronismo y el macrismo.
No es para nada un dato menor que en Buenos Aires, el distrito más populoso del país que representa casi el 40% del padrón electoral, el peronismo haya logrado mantenerse en pie, con una digna elección de Axel Kicillof, que alcanzó el 36% de los votos, cuatro puntos por encima de lo que sacó Massa en la provincia, que logró mantenerse como el candidato más votado.
Se trata, sin embargo, de una caída mayúscula si se la compara con las PASO 2019, donde el naciente Frente de Todos había arrasado con más del 50% de los votos.
En Ciudad de Buenos Aires el macrismo mantuvo su fortaleza e incluso creció algunos percentiles en relación al 2019, pero dentro todavía de su promedio histórico. De todas formas, La jornada allí no estuvo ausente de sorpresas: El dato, sin duda, es que Bullrich le ganó a Larreta en la ciudad en la que éste gobierna hace ocho años.
Además de CABA, el macrismo sólo logró imponerse en otras dos provincias: Entre Ríos (32,1%) y Corrientes (34,2%).
Por parte de la coalición oficialista, también lograron ser los más votados en Catamarca, Santiago del Estero, Chaco y Formosa.
Se trata de provincias tradicionalmente peronistas, pero no fue así en todos casos. En otras provincias de voto clásicamente peronista, como San Luis, La Rioja, La Pampa o Tucumán, también se impuso Milei. En el norte del país el candidato ultraderechista consiguió números sorprendentes: en Jujuy, el gobernador Morales que hizo campaña con la represión también fue superado por Milei que ganó cómodamente con el 41%. En Salta incluso llegó al 50%, y en Misiones al 45%.
El sur y la Patagonia fue todo violeta, sin excepciones: Milei redondeó 39% en Neuquén, 39% en Río Negro, 41% en Chubut y 29% en Santa Cruz, la cuna del kirchnerismo. En Tierra del Fuego también ganó Milei con el 36,4%.
En resumen, se trata de un giro electoral a la ultraderecha que atravesó el territorio nacional de punta a punta, casi sin excepciones. Es un fenómeno inédito en la historia democrática del país, pero que aun deberá primero verificarse en las elecciones generales y luego, en la lucha de clases, terreno último donde se decidirán los destinos del país.