Córdoba

La conciliación de Llaryora no frena la lucha docente

El Ministerio de Trabajo de la provincia de Córdoba dictó la conciliación obligatoria en el conflicto docente, después de que el gobierno de Llaryora así lo solicitara, convirtiéndose en juez y parte.

Con esta medida, buscan planchar el conflicto frenando el paro de 48 horas, votado por más del 75% de la docencia cordobesa, que amenazaba con impedir el inicio de las clases.

A su vez, el gobierno provincial aún tiene otros frentes abiertos, la discusión con el resto de los sindicatos estatales continúa. El SEP aún no cerró la paritaria, y la oferta de Llaryora es casi idéntica, aumento de 3.7% (casi un punto por debajo de la inflación), eliminación del Fosaet (un fondo para financiar la obra social de la provincia), inclusión de un descuento al boleto de transporte y… nada más.

 

En docentes, el paro votado por la asamblea departamental de UEPC, formó parte de las medidas de fuerza resueltas junto al rechazo a la propuesta salarial del gobierno provincial. En 11 departamentos, los más poblados  de la provincia, se rechazó la propuesta por segunda vez y, en Córdoba capital, que cuenta con el 40% de docentes de la provincia, se votó con 435 delegados por el rechazo y sólo 20 por la aceptación. Este segundo rechazo a la oferta salarial del gobierno, se explica por la resolución y la unidad que tiene la docencia de toda la provincia alrededor  de pelear por un salario que la saque de la pobreza y condiciones dignas para enseñar y aprender.

La conducción  provincial del sindicato de UEPC, desde un principio, estuvo a favor de aceptar la propuesta de Llaryora, aunque esta dejaba a la docencia por debajo de la línea de pobreza. La propuesta consistía en que una tercera parte de la docencia cobrara $560 mil, $30 mil por debajo de la línea de indigencia, dejando también a la docencia jubilada en la indigencia. El mismo Cristalli, secretario general del sindicato, dijo que no aceptaría la conciliación obligatoria sin una nueva oferta del gobierno. Sin embargo, no hubo nueva oferta y acató la conciliación.

Está claro que esta conciliación de diez días, del 22 de julio al 2 de agosto, está lejos de resolver el conflicto. La docencia cordobesa no solo busca una recomposición salarial y un salario digno, sino que en las actas de las asambleas escolares se incluyen demandas extra salariales. En primer lugar, hubo despidos en escuelas privadas, incluyendo el caso de Ignacio Meneses, un delegado departamental despedido ilegalmente, y Mateo Romero, despedido en abril.

 

Hay un gran malestar por la sobrecarga laboral, sobre todo de tareas administrativas. O frente a imposiciones totalmente antipedagógicas como el adelantamiento y unificación con la jornada de formación situada  de la feria de ciencias. También se reclama presupuesto para infraestructura y reparación de escuelas. La docencia afirma que la mayor cantidad de días sin clases se debe a problemas de infraestructura y no a paros, como se evidencia en los accidentes por techos caídos, pérdidas de gas seguidas de intoxicación y hundimientos de pisos en las escuelas. Antes del retorno a las aulas, ya hay denuncias de que durante el receso las escuelas fueron abandonadas y no hubo reparaciones.

Otro reclamo fundamental es la eliminación de la ley provincial 10.694, que recorta las jubilaciones docentes, y la eliminación del diferimiento en el cobro del aumento en la jubilación.

El gobernador Llaryora pretende, mediante esta conciliación obligatoria, desmovilizar y disciplinar a la docencia  al mismo tiempo que  ataca al sector más combativo y organizado de la misma, planteando que ha sido “tomado por la izquierda” intentando ningunear la extensión del reclamo y los propios resultados electorales que pusieron en la conducción a listas antiburocráticas y delegados departamentales que defienden los reclamos de las escuelas. Cuenta con la complicidad de la dirigencia de la junta central provincial de UEPC, controlada por la Celeste. No obstante, miles de iniciativas están surgiendo en las salas de profesores y maestras. Ya se están organizando acciones para visibilizar nuestras demandas en Córdoba capital y en varias ciudades de la provincia. Junto a las medidas autoconvocadas por la docencia en sus escuelas, UEPC Capital, convoca a una movilización el martes 23 a las 18 horas, partiendo desde su sede en Maipú 30.

Surge de este análisis un escenario importante a tener en cuenta, más allá de la conciliación impuesta por Llaryora y acatada por la conducción celeste, el lunes cuando la docencia vuelva a las escuelas todos los problemas que viene reclamando por fuera del salario seguirán presentes. Por lo tanto, también seguirán presentes los reclamos para solucionarlos, y es fundamental seguir canalizando esos reclamos en las asambleas escolares, asambleas zonales, movilizaciones y medidas de visibilización, como se viene haciendo, junto con las medidas resueltas por las conducciones opositoras y asambleas de delegados que sí representan a la docencia como en UEPC Capital, General Roca y Río Cuarto. También es importante considerar que dentro de poco serán las elecciones a delegados/as por escuelas, oportunidad para  ayudar a la docencia que ya está pensando en cómo ganar más delegados/as  que representen las necesidades de las escuelas y defiendan a la docencia y la educación pública

Conflicto nacional

El conflicto docente no se restringe solo a Córdoba; comenzó con el quite del FONID por parte del gobierno de Milei, y el gran paro docente en Misiones durante la primera mitad del año. Actualmente, Neuquén votó por el No Inicio de clases. En la última semana, también hubo paros docentes en Chubut, Entre Ríos y Río Negro, mientras en Jujuy rechazan la imposición salarial del gobierno y preparan el No Inicio. Todo el país tiene salarios por debajo de la pobreza. Por ello, es central la exigencia a CTERA para que deje de mirar para otro lado favoreciendo que pasen todos los ataques de los gobiernos nacional y provinciales y convoque a un paro nacional docente. La conciliación obligatoria, es la antesala a lo que pretende conquistar el gobierno de Milei con la esencialidad de la educación votada en la ley de bases.

La docencia apuesta este martes a una gran movilización para demostrar la voluntad de lucha masiva que se viene gestando desde las bases. La consigna es “Nos movilizamos por el salario y las condiciones para enseñar y aprender”. Se convoca el martes 23/7 en Maipú 30 a las 18 horas. Invitan a organizarse para ir desde las escuelas.

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