
«Sólo este fin de semana (1 y 2 de agosto), contamos 12 muertos». «No me atienden nunca los del COE (Comité Operativo de Emergencia), estoy sola con mi hija, a ella le dio positivo y a mí no, ni gas tenemos, y no podemos salir”. Así se expresan habitantes de Ledesma, Jujuy, con respecto a lo que está pasando desde el comienzo de la pandemia, hasta estos días.
“El sistema de salud está colapsado. Llegamos al punto de que la gente muere en su domicilio y los enfermos se deben trasladar por sus propios medios a la capital porque no hay camas”. ¿Cómo se llega al punto del colapso sanitario, de la desidia de la gente que no tienen donde atenderse y se muere en sus casas, sin ningún tipo de ayuda o contención?
Si analizamos particularmente el departamento de Ledesma – feudo conocido por encontrarse el Ingenio Ledesma de los Blaquier – se ve claramente la política estatal amparando a una gran empresa.
El Ingenio Ledesma tiene una larga historia/prontuario de asesinato de pueblos originarios para quedarse con sus tierras, de colaboracionismo en la última dictadura cívico-militar con pactos espurios con Martínez de Hoz y participación directa en el secuestro, tortura y desaparición de personas, poniendo la ciudad a oscuras para facilitarles el accionar a los asesinos militares.
Desde el comienzo de la cuarentena, la empresa nunca cumplió realmente con los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud de la Nación y de Trabajo. Obliga a trabajar a pacientes de riesgo y no provee de ningún elemento de prevención.
El secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma, Rafael Vargas, hizo una denuncia por estas irregularidades. La empresa hizo caso omiso a esta presentación y siguió utilizando sus protocolos de espanto, sin disminuir su producción.
Desde ese momento, la empresa cuenta con 200 casos positivos de Covid-19 y 9 trabajadores fallecidos. El gobernador Gerardo Morales, quien se pasea por los canales de televisión hablando sobre como administran la pandemia (y la pobreza), no habla del tema. Se limita a explicar el funcionamiento del COE (Comités Operativos de Emergencia) que funciona en líneas generales en las ciudades, pero sin un control serio y responsable. Y obviamente, no controla a las empresas.
«El Departamento de Ledesma es el que tiene los mayores niveles de contagios y con un solo hospital que da cobertura a cinco localidades. Están saturados, es imposible tener camas y respiradores». Así lo denuncia Rafael Vargas, secretario general del sindicato, la situación de la ciudad y la empresa es de total exposición y desprotección de los trabajadores y habitantes.