El pasado viernes 10 de octubre entraron en vigencia los acuerdos de “alto al fuego” entre Israel y Hamas tras la presión de Trump para ponerle algún freno a un conflicto que estaba siendo demasiado costoso. Esto después de un año de ser el principal más imprescindible apoyo del genocidio. En diez días, Israel no ha hecho otra cosa que violar el acuerdo, y en ningún momento dejó de matar palestinos.
Tan solo ayer, domingo 19, el ejército de Israel bombardeó campos de refugiados y áreas residenciales, dejando un saldo de 50 civiles muertos y 100 heridos. También cortaron el suministro de camiones de ayuda humanitaria hasta nuevo aviso, después de no haber cumplido nunca con la cuota diaria establecida en los acuerdos.
¿Qué ocurrió en estos 10 días?
Según voceros oficiales de Hamas, “el Estado de Israel rompió los acuerdos de paz unas 80 veces», asesinando a un total de 100 civiles, que se suman a los ya al menos 68.000 palestinos asesinados por Israel desde octubre del 2023.
Estas violaciones del acuerdo de paz incluyen disparar a vehículos civiles y a personas de a pie que estaban retornando a los restos de sus hogares, el bombardeo de zonas residenciales y la imposición de restricciones a los cargamentos de ayuda humanitaria. Mientras que los acuerdos señalaban la entrada de 600 camiones a Gaza, el gobierno israelí cerró el cruce de Rafah y declaró ante la ONU que solo entrarán unos 300 vehículos al día, que hoy se encuentran detenidos en la frontera.
Por otro lado, familias palestinas denuncian la presencia de signos de tortura en los cuerpos devueltos por Israel. Incluso se habla de presunta faltante de órganos, señalando la posibilidad de que se estén traficando con los órganos de los rehenes asesinados en las cárceles de Israel.
En un esfuerzo por cumplir con los pactos de intercambio de cuerpos, en Gaza se están excavando los escombros de distintas edificaciones para recuperar los restos de los rehenes israelíes. A pesar de que se intentó recuperar los cadáveres bajo toneladas de escombros, la destrucción fue tal que se estima que más de 10.000 personas se encuentran enterradas en las ruinas de la ciudad, haciendo que la tarea sea de dificultosa a imposible.
Mientras múltiples medios afines al sionismo en todo el mundo sacan miles de notas y reportajes declarando “el fin de la guerra en Gaza” y describiendo de forma “emotiva” el regreso de los rehenes a Israel, en Palestina siguen sufriendo los embates del genocidio.
No existe paz duradera mientras el proyecto colonial del sionismo siga en pie. Las intenciones del gobierno fascista de Benjamin Netanyahu son claras: reanudar y llevar hasta el final el genocidio y ocupar todos los territorios palestinos.
«Guerra», escribió en X el ministro de finanzas israelí Bezalel Smotrich tras el bombardeo de la Franja de Gaza. También fue perfectamente claro Ben-Gvir, Ministro de Seguridad Nacional de Netanyahu: «Ahora que tenemos a los rehenes, debemos retomar la guerra. Tenemos que abrir las puertas del infierno sobre Gaza».




