
La reapertura se produce hasta el 15 de febrero y permite que cerca de 800.000 trabajadores estatales suspendidos o forzados a trabajar sin paga puedan volver a cobrar su salario. Un trabajador federal promedio ha perdido U$S 5.000 al no cobrar los días de pago usuales, el 11 y el 25 de enero, lo que significa unos U$S 200 millones por día de trabajo. Pero además distintos servicios federales (Justicia, Agricultura, Transporte, Protección Ambiental, Desarrollo Urbano y Servicios Sociales) prácticamente no se han prestado
La tregua, presentada por Trump como una victoria que abre un espacio de negociación, es presentada por los principales medios yanquis como “una sonora rendición” para “un Presidente que hizo del muro una condición innegociable para reabrir el gobierno y una pieza central de su plataforma política” Es que los demócratas no han asumido compromiso alguno, y Nancy Pelosi, su principal figura en el Congreso manifestó que si bien los demócratas en otra época han apoyado la construcción del muro, no la harán ahora, recordándonos de paso, que la política migratoria yanqui, con sus vaivenes, no es patrimonio exclusivo de tal o cual gobierno, sino del imperio como tal.
De acuerdo a Stándar&Poor´s la economía yanqui perdió al menos U$$ 6.000 millones en estas cinco semanas, más de los U$S 5.700 millones que Trump está exigiendo para construir el muro, lo que sumado a la presión de los propios senadores republicanos, que tienen que poner la cara ante su base, llevaron a Trump a ceder por el momento.
Si bien ha habido 19 “cierres de gobierno” desde 1976, lo que los presenta como un hecho no tan inusual, solo tres fueron por más de 15 días.; frente a éste ha habido una casi nula respuesta de los trabajadores afectados1, a contramano del proceso de lucha de los docentes de Los Ángeles, que fueron a la huelga por primera vez en 30 años, con grandes movilizaciones que recibieron un enorme respaldo popular e incluso de sindicatos, como el Sindicato de Bomberos de Los Ángeles, obteniendo una victoria parcial, que pone sin embargo en el centro de la escena la potencialidad de la clase trabajadora yanqui como actor social ante un gobierno reaccionario. A esta perspectiva, y su desarrollo político apostamos.
1 El Acta Nacional de Relaciones Laborales concede a los trabajadores el derecho de huelga, pero no es extensivo a los trabajadores estatales. Jimmy Carter estableció una legislación que prohibía a los trabajadores federales ir a la huelga, y Reagan la aplico echando a los controladores de tráfico aéreo que fueran al paro en 1981