Impunidad: ordenan domiciliaria a Etchecolatz y otros genocidas

La Sala II de Casación Penal es la autora de estas claras “injusticias”. Acá la resolución fue “express”: en 48 horas estuvo lista.

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Abrazo ESMA

Mientras se publican nuevas y valiosas investigaciones sobre el funcionamiento de los centros clandestinos de detención durante la última dictadura militar, como el valioso libro sobre el accionar genocida en la ESMA[1], los jueces que tienen la lapicera, sí que la usan para otorgar domiciliarias a más condenados en juicios de lesa humanidad.

Miguel Etchecolatz siempre está en primera fila, no sólo para ser beneficiado con la medida, sino en el ranking del repudio popular masivo. Este hecho contundente, junto con el peso de las múltiples condenas a perpetua sobre sus espaldas evita que la domiciliaria sea efectiva. Pero los jueces abren una rendija. La puerta la tenemos que cerrar nosotros con la lucha sin parar.

Pero en esta ocasión no fue el único que recibió el “premio”. Lo acompañan otros que no están lejos de su prontuario atroz de represión sin límites.

La Sala II de Casación Penal es la autora de estas claras “injusticias”. Acá la resolución fue “express”: en 48 horas estuvo lista.

“En el caso Mario Guillermo Ocampo y Luis Ángel Firpo, condenados en los juicios por la represión a la Contraofensiva de Montoneros, regresarán a sus casas de inmediato. Ocampo no llegó a estar un mes preso luego de 6 años prófugo. Firpo fue a la cárcel por violar la domiciliaria, que ahora se la conceden nuevamente como si nada hubiera sucedido. La misma sala dejó la semana pasada al Jorge Acosta, genocida de la ESMA, a las puertas de la libertad condicional.” (La Retaguardia, 9/6/22)

Las razones esgrimidas por las autoridades judiciales son siempre las mismas: su avanzada edad, sus dolencias físicas… Nunca son que aportaron datos valiosos para continuar las investigaciones que están estancadas sobre la búsqueda de niños y niñas robados por estos señores, ni un pequeño asomo de arrepentimiento. ¡Eso nunca jamás! Los señores están orgullosos de su accionar genocida y sólo quieren terminar sus días cómodamente en sus casas. Sin ningún castigo incómodo en sus espaldas.

Por la memoria de todas sus víctimas, por continuar sin parar la lucha efectiva por Memoria, Verdad y Justicia, estos criminales deben seguir en la cárcel común y efectiva.

Estas resoluciones, junto con el empantanamiento de muchas causas (como las de los cómplices civiles a lo largo y ancho del país, como la del Ingenio Ledesma), la no entrega de todos los archivos del 74 hasta la vuelta de la democracia, son ataques arteros a la pelea titánica que han llevado y seguimos llevando adelante desde los/as sobrevivientes, familiares, organismos de derechos humanos y luchadores/as.

Repudio a las decisiones de la Sala II de Casación Penal que beneficia a genocidas. A estas resoluciones de la Justicia contra los logros de nuestra lucha inquebrantable la debemos parar en las calles. ¡No hay que darles tregua a los genocidas y sus cómplices civiles y eclesiásticos!

¡No a las domiciliarias! ¡Genocidas a la cárcel común y efectiva!

 


[1]  Esma. Represión y poder en el centro clandestino de detención más emblemático de la última dictadura argentina, Marina Franco y Claudia Feld publicado por el Fondo de Cultura Económica.

 

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