Ganancias e impuesto a las grandes fortunas: Cambiar algo para que no cambie nada

Detrás de las poses combativas y los discursos beligerantes, la estructura impositiva argentina sigue siendo la misma: El que menos tiene, más paga y el que tiene más paga menos y cuando quiere.

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Después de los altisonantes anuncios alrededor del “impuesto a las grandes fortunas” se le empezaron a “ver la hilacha” a la pose combativa del gobierno:

1) El mismo día que se voto el impuesto a las grandes fortunas, se votó el presupuesto nacional alineado con el FMI, en donde se eliminaron las IFEs, las partidas del dinero destinado a los sueldos a través de los ATPs, se redujo dinero en salud, educación, entre otros. Es decir, ese día perdieron más los de abajo que los de arriba.

Por otro lado, es un pago por una  vez que no cambia la estructura impositiva regresiva de nuestro país, en la que los que más pagamos somos los trabajadores. Además, no está claro quién lo va a pagar y cuanto verdaderamente va a luchar el gobierno contra los litigios judiciales que le planten los empresarios. Conociéndolos, muy poco.

Ahora, al acercarse las elecciones y entre tanta caída del poder adquisitivo de los laburantes, entre tantas dificultades en nuestra vida por la continuidad de la pandemia, entre tanto despido y suspensiones, llega un anuncio que parece, viene a dar respuesta a una larga lucha que venimos llevando adelante los trabajadores, una lucha que se basa en un principio elemental: El salario no es ganancia.

Alberto Fernández ya firmo el decreto que posibilita que en Marzo, se trate en el Congreso la modificación del impuesto a las ganancias. Una maniobra que explicaremos desde Izquierda Web a continuación:

1) La modificación no elimina la cuarta categoría: Es decir, el impuesto a los asalariados no se elimina, solo se sube. Eso quiere decir, que de acá a un tiempo, inflación y aumentos mediante, todos los que lo pagaban lo seguirán pagando.

2) El aguinaldo y otros aportes  NO dejan de pagan ganancia: Incluso los meses de aguinaldo podes volver a pagar ganancias.

Es como si a los trabajadores que menos ganan, nunca los exceptúan de pagar el mas doloroso de todos los impuestos: El IVA a los alimentos. A los trabajadores que más ganan los exceptúen algunos meses del impuesto al salario y a los grandes empresarios solo les cobren una sola vez, si quieren y no hacen demasiados juicios, el llamado “impuesto patriótico”.

Es así, detrás de las poses combativas y los discursos beligerantes, la estructura impositiva argentina sigue siendo la misma: El que menos tiene, más paga y el que tiene más paga menos y cuando quiere.

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