
Desde finales de abril el pueblo hondureño retomó las calles en repudio a los intentos del gobierno de Juan Orlando Hernández (JOH) de privatizar la educación y la salud. Este ataque se inscribe en la ofensiva contra los sectores explotados y oprimidos que han llevado a cabo todos los gobiernos posteriores al golpe militar de 2009.
Además, es parte de la expoliación capitalista e imperialista del país que generó una enorme descomposición social, la cual se traduce en pobreza, desigualdad, violencia y la expulsión masiva de personas con las caravanas migrantes. Un régimen que intenta explotar al máximo las riquezas del país al costo, humano y ambiental, que sea.
En las últimas semanas se intensificaron las protestas con importantes sectores sumándose a las acciones de lucha. Los estudiantes toman sus facultades, las y los trabajadores se suman a los paros, hay asambleas, se paraliza el transporte, la gasolina empieza a escasear. Las mejores tradiciones de lucha del pueblo hondureño se expresan de nuevo en este nuevo enfrentamiento con el régimen dictatorial.
A pesar de esta presión JOH afirma que se mantiene en el poder, yordenó a la policía y ejército que incrementen las acciones represivas. Así, el pasado jueves la Policía Militar ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) a reprimir a los jóvenes manifestantes en una clara violación a la autonomía universitaria y con métodos característicos de regímenes dictatoriales.
Con estas acciones arbitrarias se sientan las bases para una nueva fase de represión con el objetivo de mantenerse en el poder y sofocar la oposición para que no avance la lucha a los niveles que vivió Nicaragua el año anterior, con una rebelión popular que puso contra las cuerdas al gobierno de Daniel Ortega.
El gobierno de JOH, como buen lacayo y títere de las políticas imperialistas de Estados Unidos recibió un espaldarazo del amo del norte. El régimen no solo permite la existencia de una enorme base militar estadounidense en su territorio –la Palmerola– sino también la presencia de fuerzas extranjeras. Así, el viernes anterior, arribaban más de 300 marines del Comando Sur del Ejército de EEUU al país. La versión oficial indica que este contingente llega a prestar ayuda humanitaria, pero su real propósito es la intimidación y el apoyo logístico al régimen dictatorial.
El “Fuera JOH” parece ahora más indispensable que nunca. Es necesaria una coordinación nacional que organice las acciones de lucha con asambleas de estudiantes, sindicatos, trabajadores, campesinos, indígenas, etc. con la perspectiva de avanzar en una huelga general que paralice el país hasta derrotar al régimen golpista.
Desde la corriente internacional Socialismo o Barbarie (SoB) nos solidarizamos con la lucha del pueblo hondureño contra el gobierno dictatorial de JOH, de la cual hacen parte nuestros compañeros y compañeras de SoB-Honduras. Exigimos el cese de la represión a las manifestaciones obreras, estudiantiles y populares, así como la salida inmediata del régimen de JOH.
¡Fuera JOH! ¡Ya basta de represión a las manifestaciones obreras, estudiantiles y populares!